Banco central de Suecia eleva 50 pb tasa de interés
El Banco Central de Suecia subió 50 puntos base (pb) su tasa de interés, hasta 3%, y prevé un nuevo endurecimiento en los próximos meses para combatir la inflación y los vientos en contra derivados de la debilidad de la moneda.
La corona sueca se apreció con fuerza tras el anuncio, el primero del nuevo gobernador, Erik Thedeen, que sorprendió a muchos en el mercado, quienes esperaban que esta alza fuera la última de este ciclo de endurecimiento.
“Erik Thedeen ha demostrado que él y el nuevo consejo del Riksbank están decididos en su lucha contra la inflación y la debilidad de la corona”, dijo Swedbank en una nota, añadiendo que espera que el banco suba otros 25 pb en sus dos próximas reuniones.
Tras una rápida serie de incrementos, los bancos centrales de todo el mundo tratan de calibrar cuándo hacer un alto y garantizar un aterrizaje suave para las economías que se enfrentan a múltiples retos.
El Riksbank, que ha aumentado los costos de endeudamiento desde 0% de hace un año, prevé mínimo otra alza más este año para que después los costos de endeudamiento se mantengan estables.
A partir de abril, el Riksbank también venderá deuda pública para reducir a un ritmo más rápido sus tenencias de activos.
Thedeen añadió que la inflación continúa demasiado alta (12.3% a tasa anual en diciembre), pero la postura de línea dura también refleja la preocupación por una moneda que ha perdido alrededor de 10% frente al euro en el último año.
“Nos preocupa que la debilidad continua de la corona, que corre el riesgo de debilitarse aún más, pueda hacer subir la inflación más de lo que pensábamos”, declaró el Gobernador Erik Thedeen a la prensa.
Aunque tiene que mantener un delicado equilibrio entre la inflación y la corona, por un lado, y la desaceleración de la economía y el hundimiento del mercado inmobiliario, por otro, el banco central dejó claro que su prioridad es contener la presión sobre los precios.
“No creo que hoy podamos decir que hay riesgo de desplome. El gran riesgo es que no seamos capaces de mantener bajos los precios”.
El Riksbank está bajo presión para seguir el ritmo de ajuste monetario del Banco Central Europeo o arriesgarse a una moneda más débil y una inflación más alta.