El abismo; primer año de la guerra en Ucrania
Hoy o mañana viernes la Asamblea General de Naciones Unidas votará una resolución sobre la guerra en Ucrania.
Sabemos que la resolución no pasará por el Consejo de Seguridad porque Rusia la vetaría. El mecanismo está colapsado.
Sin embargo, conoceremos las decisiones que tomen todos los países del mundo sobre la guerra. Conoceremos los nombres de los países que apoyan la guerra y también de los que están en contra. Nos enteraremos de las naciones que se ubican en la abstención. En efecto, el perfil vinculante de la resolución votada por el Consejo de Seguridad quedaría diluido como consecuencia del veto y la decisión que salga de la Asamblea General simplemente tendrá un contenido informativo sobre la postura que tienen los países frente al conflicto.
Pero es valioso el ejercicio.
Mañana se cumplirá el primer año de la guerra en Ucrania y la sensación es que nos encontramos más cerca del abismo que de un acuerdo de paz.
“Ya es hora de alejarse de este abismo”, comentó ayer al secretario general de la ONU durante la sesión de la Asamblea General.
La nueva resolución “subraya la necesidad de lograr lo antes posible una paz global, justa y duradera en Ucrania de conformidad con los principios de la Carta de las Naciones Unidas.
Al igual que las dos resoluciones precedentes, el texto reafirma el “apego” a “la integridad territorial de Ucrania”, “exige” la retirada inmediata de las fuerzas rusas y pide un “cese de hostilidades”.
En la resolución pasada, votada en octubre, 143 países votaron a favor, es decir, condenaron las anexiones de varios territorios ucranianos por Rusia.
En los momentos de mayor tensión es cuando se requiere mayor dosis de diplomacia. El derecho internacional no sólo es un conjunto de leyes, en realidad se convierte en el más preciado seguro de la arquitectura internacional.
Esta semana hemos visto a un presidente ruso más beligerante. Primero, porque ha decidido levantarse del único acuerdo nuclear que tiene firmado con Estados Unidos. Segundo: en su discurso del martes apeló a la historia al decir que Ucrania les pertenece.
Estos dos mensajes dibujan el peor de los escenarios posibles.
El secretario general de la ONU António Guterres reaccionó ayer al decir: “Las posibles consecuencias de la escalada del conflicto son un peligro claro y ya están ahí”.
Del discurso de Guterres, rescataría en particular dos frases: “conciencia colectiva”.
“Esta invasión es una afrenta a nuestra conciencia colectiva”, dijo. Y quien protege a la conciencia colectiva se encuentra el derecho internacional.
Es tiempo de alejarnos del abismo.