Las claves de los países que tienen éxito en su lucha contra la COVID-19
Los países del mundo llevan cuatro meses lidiando con la pandemia de COVID-19. Mientras varios han superado el ataque inicial del brote, algunos se encuentran padeciéndolo y otros aún no conocen los estragos que ha dejado.
Las decisiones y medidas adoptadas por cada nación han arrojado resultados tanto positivos como negativos. A continuación, se enlistan los aprendizajes que el mundo ha tenido en su lucha contra el coronavirus.
Ayuda temprana
Las pruebas tempranas para detectar la COVID-19 son fundamentales. Países que hicieron buenos diagnósticos en enero, como Corea del Sur y Alemania, han manejado la crisis de manera eficiente, pues esto permitió a sus líderes políticos reaccionar rápidamente a la creciente amenaza.
En cambio, las regiones donde no se realizaron los test en tiempo y forma presenciaron cómo el virus se propagó sin control hasta febrero, llevando al colapso a varios hospitales de la zona.
Factores geográficos
Aunque el virus no obedece fronteras, este solo se expande a cualquier lugar donde los humanos puedan ir. Por esta razón, países insulares como Japón, Islandia, Nueva Zelanda y Australia redujeron el número de casos diarios al aislarse por completo.
Aún queda ver si las infecciones seguirán siendo tan bajas cuando estas naciones reabran sus fronteras, pues tan solo en China se han tenido que tomar precauciones especiales para evitar la propagación de casos a lo largo de sus zonas limítrofes con Rusia.
Servicios médicos
Una vez que el virus comienza a circular, los servicios médicos son esenciales. Durante años, los expertos en salud discutieron la probabilidad de una pandemia como esta. Ahora que está aquí, las decisiones de estos funcionarios son trascendentales.
Mientras en Brasil aún no se ha podido formar una estrategia coherente para detener la propagación, Taiwán ha realizado pruebas exhaustivas, rastreo de contagios y uso generalizado de cubrebocas hasta llevar las nuevas infecciones casi a cero.
Mano dura en las medidas
China se colocó en la mira de todo el mundo cuando puso en cuarentena a millones de personas para detener la propagación del virus. El esfuerzo funcionó y pronto fue copiado por países de otros continentes.
A medida que el gigante asiático vuelve a la normalidad, sus medidas ‘radicales’ vuelven a ser un modelo. Por ejemplo, las autoridades usan datos de departamentos gubernamentales, operadores telefónicos, ubicaciones y transacciones para asignar a los ciudadanos un nivel de riesgo codificado por colores.
Las medidas más suaves también funcionan
Medidas menos restrictivas también han tenido éxito. En Japón se declaró estado de emergencia en abril, pero, a mediados de mayo, las tasas de nuevas infecciones habían caído, por lo que el gobierno levantó el decreto en 39 de sus 47 prefecturas.
Del mismo modo, Alemania ha mantenido un régimen de cuarentena relativamente permisivo gracias a un rastreo de contagios tan eficaz que el número de muertos en el país representa solo un tercio de los registrados en Estados Unidos.
Confianza en el gobierno
La credibilidad de los responsables políticos es importante en un momento en que los ciudadanos se ven bombardeados de información.
Los países con niveles más bajos de confianza en las autoridades son especialmente vulnerables a las teorías de conspiración que algunos llaman infodemia.
Con información de Bloomberg, El Universal e Infobae
Portada: Archivo Cuartoscuro
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