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Presupuesto, los riesgos

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T-MEC, México: la encrucijada

El Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023 avanzó en su aprobación en la Cámara de Diputados y lo más probable es que termine siendo totalmente avalado por el partido mayoritario y sus aliados, sin prácticamente ningún cambio, a la propuesta original del Ejecutivo Federal.

Ayer comenzó el debate de las más de 2 mil 400 reservas, que serán escuchadas, pero no atendidas y en consecuencia, veremos un presupuesto que propone un gasto por 8.29 billones de pesos, prácticamente orientado a los programas y obras emblemáticas sexenales y a los recortes al presupuesto de los órganos electorales, en particular el Instituto Nacional Electoral (INE).

El presupuesto federal es la propuesta del gobierno en turno, de cómo va a utilizar los recursos que aportamos los contribuyentes e idealmente debería estar orientado a la procuración del crecimiento económico nacional.

Por eso, el análisis del PEF-2023 tiene que plantear si la propuesta gubernamental busca alcanzar el aumento de la tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto.

Desde el punto de vista de los partidos de oposición, la respuesta a esa pregunta es no.

Lo que señalan, con diferentes matices, los representantes de la oposición es que el presupuesto para el próximo año, es más de lo mismo; cartera abierta para las obras insignia: Tren Maya, Refinería de Dos Bocas, Aeropuerto Felipe Ángeles y los programas sociales, entre ellas las Pensiones del Bienestar.

El presupuesto, han dicho, está diseñado para inyectar cantidades extraordinarias de recursos para las obras sexenales y para causar un efecto político electoral positivo para el gobierno con la entrega de crecientes recursos a través de programas sociales y de pensiones, con miras a las elecciones del 2024.

De acuerdo con un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) el presupuesto gubernamental previsto para el 2023 para obras insignia y programas sociales sexenales es de 770 mil 515.9 millones de pesos que equivalen al 2.5% del PIB.

El paquete económico, que presentó el gobierno de México ha despertado muchas dudas e inquietudes entre los analistas económicos, porque consideran que se proyectó sobre variables muy optimistas que no se cumplirán.

Preocupa el endeudamiento neto interno hasta por un billón 170 mil millones de pesos, que autorizó la Cámara de Diputados al gobierno federal.

Y preocupa la práctica extinción de los “guardaditos” en los distintos fondos que llegaron a acumular alrededor de 300 mil millones de pesos.

En el sector privado también hay preocupación.

La Coparmex, que encabeza José Medina Mora, difundió ayer un análisis del PEF-2023 en el que concluye que éste genera más dudas y deudas que certezas.

La organización patronal sostiene que el PEF-2023 no atiende debidamente las prioridades de la sociedad en materia de salud, alimentación, seguridad y educación.

Además de que vulnera la vigencia de la democracia y del Estado de Derecho.E identifica un grave riesgo al tener que enfrentar más deuda sin que esta se traduzca en inversión productiva.

Se prevé un déficit de un billón 134 mil 140 millones de pesos, que será cubierto contrayendo nueva deuda.

Se trata del techo de deuda más alto en los últimos 10 años y esto es producto de una mala planeación y ejercicio del gasto.

Más aún, ante el contexto de altas tasas de interés, el gasto destinado a cubrir el costo financiero de la deuda tendrá un incremento del 30% con respecto al año anterior y será equivalente a 3.4% del PIB.

Adicionalmente, el gasto público no está enfocado en promover desarrollo económico y social.

La inversión pública será de 1.2 billones de pesos, un alza real de 15.5 por ciento.

Sin embargo, esta inversión se ubica en 3.8% del PIB, lejos de la meta de 5% que permitiría detonar inversión privada suficiente para que México cuente con un crecimiento sostenido.

Coparmex advierte del riesgo que implican los supuestos macroeconómicos que presentó la SHCP para fundamentar los ingresos que espera recibir el gobierno en 2023.

La sobrestimación podrá resultar en que el gobierno tenga que implementar recortes a lo largo del año en el gasto público.

En el cruce de la última parte de este gobierno, los tiempos políticos electorales y un contexto internacional complicado, se advierten riesgos muy altos para las finanzas públicas. Al tiempo.

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