Préstamo personal o hipotecario: ¿qué opción te conviene más?
¿Necesitas dinero y estás pensando en pedir un préstamo, pero no sabes qué tipo elegir? Lo primero que tienes que tener claro es para qué lo necesitas.
Aquí te explicaré primero las diferencias básicas entre un préstamo personal y uno hipotecario.
La primera diferencia entre estos dos tipos es que el hipotecario es un préstamo asegurado, pues una propiedad, un bien o un seguro están de por medio y contarán como colaterales; es decir, que si no pagas el dinero, el banco se quedará con lo que sea que hayas hipotecado.
La siguiente diferencia importante es la tasa de interés, misma que para un préstamo hipotecario es mucho más baja comparado con la tasa de un préstamo personal. Generalmente, la tasa de interés promedio que se cobra en el personal es de dieciséis por ciento, mientras que para el hipotecario será de nueve por ciento.
Ten en cuenta que las tasas de interés mencionadas pueden variar con base en diversos factores, siendo el de mayor relevancia la institución financiera que preste el dinero.
En lo que respecta a los montos que pueden entregarte, estos dependerán de tu situación financiera y de tu historial crediticio. Debido a que el préstamo hipotecario está asegurado, será este tipo de crédito el que pueda otorgarte más dinero, obviamente, teniendo en cuenta el valor del bien hipotecado.
Ahora bien, el punto más importante es para qué necesitas el préstamo. Si quieres el dinero para comprar una casa, por ejemplo, deberás optar por el hipotecario; en cambio, si lo quieres para pagar un viaje o para comprar un auto, el crédito personal es el más recomendado.
¡Ojo! El préstamo personal también requiere de un colateral, que podrá ser desde un aval, hasta una prenda o hipoteca.
El asesor financiero Pablo Souto explica que el interesado deberá estudiar muy detenidamente los costos, fundamentalmente derivados de los tipos de interés y por lo tanto la capacidad de pago a la hora de hacer frente a nuestra cuota mensual.
“Hay que tener en cuenta que en el caso de la hipoteca hay que pagar varios gastos e impuestos. Dependiendo de tu capacidad económica y solvencia de mes a mes deberías solicitar uno u otro. La hipoteca está pensada para una devolución a largo plazo donde va a ser más cómodo devolver el dinero frente a un préstamo personal donde los plazos se acortan y podría hacer que nuestra economía doméstica se viera resentida”.
Con información de iAhorro, Entrepreneur y Finder
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