Cuando el FMI dice que lo peor está por venir en el 2023…
En busca de emociones fuertes, ¿qué prefieren: una película de terror o el informe del FMI? El catálogo de Netflix ofrece Historias de miedo para contar en la oscuridad, La Calle del Miedo y Hay alguien dentro de tu casa. El Fondo Monetario Internacional nos dice “Lo peor está por venir en el 2023”. Para el año próximo proyecta que un tercio de los países del mundo tendrán crecimiento negativo y las tres principales economías globales se enfriarán, Estados Unidos, China y la Unión Europea.
Para 2023, la economía mundial está proyectada para crecer 2.7%, abajo del 3.2% del 2022 y muy abajo del 6% del 2021. Si se cumplen los malos augurios, sería el tercer peor año desde 2001, sólo superado por el 2009 (cuando comenzó la Gran Depresión) y 2020 (el año de la pandemia).
Los números para México nos sugieren que seguirán las vacas flacas y los globos inflacionarios: creceremos menos de la mitad del promedio mundial, 1.2% y mucho menos del 3% que colocó Hacienda en los documentos que envió al Congreso como parte del Paquete Económico para el 2023. Entre los riesgos que México podría enfrentar el año próximo se encuentran otra ola de alzas en los precios de la comida y el petróleo, un endurecimiento mayor al esperado en las condiciones financieras globales y un decrecimiento severo de la economía de Estados Unidos. La única sorpresa positiva podría venir por el lado del Nearshoring.
El incremento al salario mínimo para el 2023 y 2024 es un factor de riesgo que merece la atención del equipo del FMI, en un documento liberado el 7 de octubre. Los salarios mínimos están ahora cerca del salario promedio en el sector formal, dice el documento “(esto) crea riesgo de efectos adversos en el empleo y de incremento en la informalidad. Los grandes incrementos previstos para los próximos dos años pueden añadir presiones inflacionarias en un tiempo en el que es clave volver a niveles bajos y estables de inflación”.
La posición de México no es maravillosa, pero podemos considerarnos afortunados al contemplar el mapamundi. Los economistas del organismo financiero lanzan alertas sobre los riesgos que corren los países en vías de desarrollo que tienen altos niveles de deuda denominada en dólares. Para esas naciones, entre las cuales se encuentran Argentina, Bolivia, Honduras, Ghana y Sri Lanka, existe un escenario muy probable, pero indeseable de deterioro de su posición fiscal y financiera como consecuencia de las alzas de tasas de interés y la apreciación del dólar. En otras ocasiones hemos hablado del super peso, ahora vale la pena dedicar unas líneas al nivel de endeudamiento de México. El Gobierno mexicano tiene un nivel razonable de deuda respecto al PIB, menor al 60%, pero los focos amarillos/anaranjados/rojos aparecen cuando se compara el nivel de deuda con los ingresos tributarios.
El invierno se acerca y hay riesgo de inestabilidad social, dijo la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva a mediados de septiembre. Sus palabras se referían a una realidad concreta, pero son también una metáfora en donde es clara la referencia a la serie de televisión Juego de Tronos. Para los países de Europa, el próximo invierno será muy duro por los altos precios de los energéticos, asociados a la invasión de Rusia a Ucrania. El gas ha multiplicado su precio por cuatro respecto al 2021. La factura de electricidad ha subido hasta 900 por ciento. Los gobiernos europeos han puesto en marcha toda una gama de políticas heterodoxas para reducir el riesgo de descontento social: subsidios directos a los hogares, reducción de impuestos y expropiación de empresas.
En otros lugares, no es el invierno ni los precios de energéticos, sino los incrementos en los costos de los alimentos. Crecerá la pobreza alimentaria y hay riesgo de hambrunas en África, América Latina y algunas regiones menos prósperas de Asia. Los malos números en PIB e inflación son algo más que estadísticas: combustible para el descontento social. ¿Ya vieron Historias de miedo para contar en la oscuridad?