Con sus dibujos, Megan Hess se convirtió en un icono de la moda
¿Quién dijo que los iconos de la moda únicamente se hacen sobre la pasarela?
A punta de lápiz, acuarela y estilógrafo, la dibujante australiana Megan Hess se hizo espacio en este mundillo como una de las ilustradoras más creativas, revolucionarias y con más credenciales.
Cartier, Fendi, Prada, Givenchy, Tiffany, Valentino, Chanel, Louis Vuitton, Christian Louboutin. ¿Usted reconoce estos nombres? Son algunas de las marcas de moda que Megan Hess tiene en su agenda de clientes frecuentes. También le han coqueteado revistas de prestigio como Vanity Fair y TIME Magazine, e incluso para gigantes del entretenimiento, como Disney.
Por si fuera poco, la rubia australiana es autora de una veintena de best sellers. Ha publicado las biografías ilustradas de leyendas como la actriz y modelo Audrey Hepburn (cuya filmografía sería fundamental para Hess) y los diseñadores Christian Dior y Coco Chanel. También es responsable de otros éxitos como The Dress: 100 iconic moments in fashion que, como su nombre lo indica, recupera, en ilustraciones claro, los momentos protagonizados por los vestidos femeninos que se han quedado grabados en la memoria colectiva.
Pero, sin lugar a dudas, el trabajo que la impulsó como ilustradora es la ilustración en 2006 del best seller Sex and the city, la antología de las columnas escritas por Candace Bushnell en The New York Observer, que originalmente se publicó en 1997 y del que derivó la exitosa serie de televisión y las películas protagonizadas por Sarah Jessica Parker.
Hess también es autora de la bella serie de libros infantiles y juveniles de la ratoncita Claris, una pequeña soñadora que, junto con sus amigos, explora el gran mundo que le rodea, un mundo inmenso lleno de objetos fascinantes y coloridos.
Pero, ¿qué hace del trabajo de Megan Hess tan especial y codiciado?
En primera instancia se debe destacar que las mujeres y sus vestidos son las protagonistas del trabajo de Megan Hess. Sin importar si a usted es afín a la industria de la moda o no, le parecerá distinguido el fino trabajo de la australiana, ese sentido de la prioridad y la practicidad que dotan a sus dibujos de sobriedad y carácter, delicadeza y presencia.
Mientras que sus personajes son dibujados con siluetas en tinta negra, con uno que otro detalle en color, unos aretes o los labios, es aquello que visten lo que finalmente destella por sus tonos predominantemente pastel, el detalle de los pliegues, sin caer en los excesos, su amplitud, y la postura y determinación de las modelos que ilustra, como si se tratara de modelos de la vida real. Es la vida en rosa, el leitmotiv de Hess, para dos públicos muy focalizados, el de élite y el aspiracional.
Audrey asomándose por la ventana
Megan Hess fue una de las invitadas a la edición 41 de la Feria Internacional del Libro de Sharjah, en los Emiratos Árabes Unidos. El Economista aprovechó su visita a la feria para solicitar una conversación con la dibujante e indiscutible figura de la moda.
¿Cuándo te diste cuenta que podías combinar tu talento para el dibujo y tu pasión por la moda?
“Desde que era muy jovencita me di cuenta que me encantaba dibujar, obviamente en un principio no dibujaba temas de moda. Pero un día de esos vi “Breakfast at Tiffany’s” (cinta protagonizada por Audrey Hepburn que en México se tituló ‘Diamantes para el desayuno’). Vi a Audrey, ya sabes, en esa famosa escena en la que mira a través de la ventana de Tiffany & Co., luciendo un vestido maravilloso. Ese fue el primer objeto de moda que traté de dibujar. Quizás quedó terrible, pero fue mi primer acercamiento. Más adelante decidí estudiar diseño gráfico y lo demás es historia”.
El trabajo como ilustradora, imagino, es un trabajo donde nunca se deja de evolucionar.
“Sí, creo que hay un punto en el trabajo de cualquier persona creativa donde una encuentra su propio ritmo y su estilo. Me parece que los tengo muy claros y no trato de reinventarlos. Finalmente, lo que hace feliz a una persona en su trabajo es eso que ama dibujar y la manera en la que le gusta dibujarlo. Sin embargo, siempre hay un camino de cambios en el mundo creativo. Y sí, claro que voy cambiando dentro de mi propio estilo. Es decir, a veces me asomo a mis primeros dibujos y sinceramente me horrorizo (ríe)”.
Con tu trabajo se demuestra que el mundo de la moda puede revolucionarse desde la mesa, desde el dibujo. ¿Tú qué opinas?
“Absolutamente. Creo que es interesante cómo el dibujo de moda tiene el mismo peso que el de la fotografía de moda, aunque ambos tienen sus diferencias. Ahora bien, fotografiar moda es un trabajo un poco literal, mientras que el dibujarla te permite cierta libertad de interpretación. Es decir, permite al artista hacer caber su propio estilo, de tal forma que una misma pieza de diseño puede adquirir distintos estilos, dependiendo de quién la dibuja”.
Megan, si pudieras cambiar una sola cosa del mundo de la moda, ¿cuál sería?
“Déjame ver, es difícil de definir… pero creo que sería hacer algunos aspectos de la moda mucho más accesibles. ¿Cómo lograrlo? No lo sé, pero creo que la moda es amada por mucha gente en el mundo pese a que muchas personas no pueden acceder a ella tanto como les gustaría. Creo que deberíamos hacerla más accesible, claro, sin cambiar nada en lo que se diseña, porque finalmente es ahí donde está la magia, pero sí podríamos cambiar otras cosas alrededor. Por ejemplo, ahora es posible ver muchas pasarelas en línea y eso ha permitido que mucho más público pueda sentirse involucrado en el mundo de la moda. Antes no podías ver una pasarela de Louis Vuitton si no podías estar físicamente y ahora, literalmente, puedes verla en piyama. Y eso ya es revolucionario.
Conozca aquí más del trabajo de Megan Hess: https://meganhess.com/