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Diana Bárcena, una emprendedora natural

Diana Bárcena, una emprendedora natural

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Llega sin una gota de maquillaje, vestida en jeans y blusa blanca, con el pelo como si se lo hubiera alaciado para el shooting (nos explica que es superlacio y después lo comprobamos), cargando una docena de prendas de vestir para la sesión porque, como ella dice, prefiere salir en las fotografías como realmente viste.

Es la primera vez que me encuentro con Diana Barcena y desde el momento que nos saludamos me doy cuenta de que hay una vibra mística que la sigue. 

Nos metemos de lleno al concepto del shooting que se sale completamente de la línea visual que ha seguido a lo largo de su carrera. ‘Buenísimo’ y ‘Me encanta’ son sus palabras al describir el tipo de fotografía que le realizaremos y poco a poco se va soltando frente a la cámara y a las personas que la rodeamos como si fuera una modelo de revista en su elemento. 

Realmente, detrás de ese exterior ya fotografiado por muchas publicaciones, vive una empresaria que ha superado situaciones de vida que a muchas personas habrían derrumbado: la pérdida de un padre en su adolescencia, un proceso legal por falta de testamento pero, por encima de todo, un común denominador en todos los recién egresados de este país: un sueldo bajísimo a pesar de haber salido de una de las mejores universidades privadas de México (Iberoamericana).

‘¡Qué padre vivir como tú! Tomándote selfies y subiendo fotos, haciendo recetas y yendo a reuniones de cafecito’. Esta es la idea que tienen algunas personas de Diana Bárcena sobre su trabajo, pero me deja muy claro que los demás solo ven el resultado y no el camino.

Todo empezó en 2013 con su cuenta de Instagram (antes de que todo mundo quisiera ser influencer o blogger): 

“Nunca me imaginé vivir de una red social”, nos dice una de las primeras Instagrammers dedicadas a que te sientas, y por consecuencia natural, te veas saludable.

Después de su éxito en Instagram, fue en esta época cuando desarrolló el corazón de su negocio, las consultas personalizadas de nutrición que en esos años hacia de casa en casa, como doctor de antaño. 

Diana me platica que en el plan de nutrición que diseñaba para sus primeros clientes tenía que estar calculando el azúcar que tienen las cremas de cacahuate compradas en el supermercado y ahí es donde se le prendió el foco: En vez de calcular ese azúcar ¿Por qué no hacer ella misma una crema de almendra saludable y sin azúcar añadida?. De ahí la historia es parecida a otros emprendedores que hacen bien sus negocios: emprendedor + producto diferenciado + ventas + plataforma de expansión = posible ‘éxito’.

Y es que realmente Diana Bárcena es emprendedora por determinación. Ya sentada en un restaurante de la ciudad, fumando una shisha y relajada, como diría ella, nos cuenta que siempre se ha visto como un trabajo en proceso, siempre aprendiendo y tomando experiencia de lo que le acontece en la vida.

Fijándose en los detalles y valorando todas las experiencias de su vida, ha podido progresar:

“Yo creo que no hay nada negativo, todo es aprendizaje y depende de cómo lo quieras ver”.

Este mantra que le vino muy bien cuando poco después del éxito de su crema de almendra, otro gran reto se presentó en su vida: Al mes de mudarse a un nuevo consultorio, la nutrióloga con la que compartiría renta se echa para atrás y la deja con el compromiso. Ahí es donde realmente se puso a prueba y tuvo que hacer ‘malabares’ para salir adelante.

Gracias a la organización, al eliminar gastos innecesarios (me contó que no se compró nada de ropa ni accesorios en un año) y utilizar todos sus ingresos para pagar deudas, logró superar este reto y pudo continuar su camino para después invertir todas su ganancias y seguir haciendo crecer su negocio.

Los sacrificios son necesarios, son parte de la vida del emprendedor:

“Estoy segura que si hubiera elegido un viaje en vez de continuar mi educación con cursos, no estaría tan organizada” [sic].

Diana Bárcena utiliza la palabra ‘organizada’ para definir su éxito como empresaria, ademas de tener una aplicación dedicada al balance nutricional y una línea de suplementos: ‘Una de las cosas que más valoro en mi vida es el tiempo. ¿Qué me esta nutriendo?, ¿qué me está dejando esto en mi vida? y en base a las respuestas, lo pongo en mis prioridades’ [sic].

Diana Bárcena es un claro ejemplo de una feminista consciente:

“Me rodeo de mujeres que son exitosas y aprendo de ellas; creo que hay que trabajar en equipo entre mujeres, hacer algo en conjunto y al final quedan mejor los proyectos. He contratado amigas que son muy fregonas en sus áreas para el desarrollo de mis empresas”.

Utilizando a Martha Debayle como una inspiración, Diana Bárcena se mantiene fiel a ella y a lo que piensa; desde chiquita se visualizó como una mujer empoderada y trabajadora, siendo lo más auténtica posible.

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Aun cuando su piel no es perfecta, se toma una selfie o hace un live y se muestra tal como es. Entiende perfectamente que su publicidad es a través de redes sociales y el mantenerse honesta y transparente ha sido parte fundamental de su éxito.

Según Diana Bárcena, ‘lección que no aprendes, se te duplica’, así que cuando Diana Bárcena empezó a tener libertad financiera ganando dinero, recordó los tiempos difíciles y dejó de utilizar las tarjetas de crédito:

“Me espero a ahorrar lo suficiente para pagar lo que quiero de contado, además de que realmente pienso que no necesitamos nada, así que ya no derrocho.” Haciendo cara de asombro, le digo que me da muchísimo gusto encontrar a personas con una disciplina financiera tan madura y empezamos a platicar acerca de sus proyectos nuevos.

Aunque 2017 y 2018 fueron años de cosecha de éxitos entre su aplicación y el desarrollo de suplementos (biotinas y cúrcuma), Diana ha entrado a otra etapa de emprendimiento: Está desarrollando un nuevo concepto de restauración alimenticia en Puebla con el cual, siguiendo su disciplina financiera, está ahorrando para cubrir el cien por ciento de su proyecto sin socios inversionistas ni capital ángel. Una tarea titánica en la era de las proliferares aceleradoras de negocios.

Diana Bárcena, una mujer emprendedora, un modelo a seguir. Nuestro primer ‘Grown Up’.

$$ HUSTLE $$

Dieta ‘milagro’ más loca: Malla adelgazante lingual.

Guilty pleasure: Papas fritas con mucha salsa Valentina.

Consejo de ‘Grown Up’: anota tus prioridades.

Hack: calendariza todo, absolutamente todo.

Visión a corto plazo: siempre concretando proyectos en intervalos de un año.

Despertador: 5 a. m.