2023, un año difícil para las pymes
Las empresas pequeñas y medianas sin duda tendrán un año complicado para 2023, porque además de las complicaciones económicas que se viven a nivel global, también habrá que cumplir con diversos lineamientos locales que regirán a partir de enero del próximo año.
A escala nacional, las empresas seguirán asumiendo las implicaciones por la elevada inflación y que en México, puede permanecer por buena parte del siguiente año. Asimismo, ligado a este fenómeno, se continuará con la recesión económica que puede permear en la demanda interna y que hará el entorno empresarial más complicado, principalmente en algunos ramos y geografías de la economía nacional.
Pero adicionalmente, se deberán cumplir las nuevas reformas a leyes mexicanas que también impactarán a muchas empresas, principalmente medianas y pequeñas y que se refieren a temas tales como el incremento al salario mínimo general, el aumento en las cuotas de la seguridad social y el aumento en el número de días de vacaciones.
Y no es cuestión de que estos incrementos no sean necesarios, convenientes y merecidos para los colaboradores de las empresas.
El beneficio es claro y absolutamente respaldado por los empleadores, inclusive autorizado de manera contundente por los legisladores, en su momento. La problemática en cuestión no es el beneficio que se otorga, sino en quien recae el financiamiento del costo asociado a esos mayores beneficios.
El ejemplo más claro de esta mención es el referido al aumento de las cuotas de seguridad social, que en un muy alto porcentaje corresponderá a la parte patronal.
Siendo que las cuotas del IMSS han sido pagadas históricamente con participación tripartita, es decir donde el costo se distribuye entre los trabajadores, el gobierno federal y los empleadores, este incremento del beneficio para el trabajador que aplicará a partir del 2023, se financiará casi únicamente por la parte patronal, lo cual repercutirá en todas las empresas, impactando mucho más, a las pequeñas y medianas.
Los diversos análisis que el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) lleva a cabo a través de su Comité Técnico Nacional de Seguridad Social, también destacan el impacto que pudieran tener las empresas en el incremento en el número de días de vacaciones que podrán devengar los trabajadores a partir del próximo año, ya que tendrán costos que incidirán no solamente en su presupuesto, sino en algunos casos, en la contratación de más trabajadores para ocupar los espacios de producción del personal que estará en vacaciones.
Se destaca que doce días de vacaciones -que es el número mínimo de vacaciones que a partir de 2023 devengarán los trabajadores-, implica para efectos prácticos, una quincena completa y ese trabajo debe ser cubierto por el resto de los trabajadores de las empresas. La sustitución de esos espacios laborales generará mayor costo para las empresas y ese costo, en muchas ocasiones, tendrá que ser repercutido en los servicios o productos ofrecidos, corriendo el riesgo de que esos aumentos de precios recaigan finalmente en los consumidores.
En una empresa grande, será más fácil ocupar esos espacios, sin embargo, las empresas pequeñas, donde persisten las áreas de trabajo con pocos trabajadores, deberán decidir si les conviene contratar provisionalmente a alguien más o bien, sustituir con el personal existente, teniendo en ambos casos, un costo que asumir. Mitigar estos riesgos será más sencillo para las empresas grandes, pero no lo será así para las empresas de menor tamaño.
De manera análoga, podrá suceder con las empresas que tienen personal de salario mínimo o salarios muy cercanos al mínimo, ya que los incrementos acumulados en el salario mínimo general compactarán a los salarios de los trabajadores de menor ingreso en las empresas.
Todos estos factores no son de menor importancia, al contrario, se volverán muy importantes en un año coyuntural para sus economías.
Inclusive, muchas de estas empresas podrán estar ligadas en 2023, a la búsqueda de financiamientos y créditos bancarios, los cuales tendrán un costo elevado en virtud de las altas tasas de interés que el sistema financiero estará ofreciendo.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) y su Comité Nacional de Seguridad Social aplauden todos los beneficios que ayuden a los trabajadores, convencidos en seguir impulsando la visión social que el IMEF desarrolla y promueve. Sin embargo, lanza una alerta porque el costo de financiar este incremento de beneficios recaerá principalmente en las empresas, donde las pequeñas y medianas no podrán mitigar tan fácilmente esos incrementos a sus presupuestos.
Lo anterior aumenta la falta de incentivos para que los trabajadores informales se trasladen al esquema de la economía formal, ocasionando que no se alcancen los beneficios de la seguridad social, que precisamente es lo que se busca al crecer los beneficios al trabajador.
El apoyo para las empresas a través de los tres niveles de gobierno será fundamental para que los aumentos en los beneficios de los trabajadores no lastimen la viabilidad, especialmente de las llamadas pymes y no se corran riesgos de que, al aumentar estos beneficios, por cierto, bien merecidos por los trabajadores, no se descuide la permanencia de aquellas empresas que no podrán cubrir estos fuertes costos adicionales.
Se deberá tener vigilancia a esta alerta y otorgar mecanismos fiscales y financieros a los pequeños empresarios, para cuidar millones de estos empleos y que éstos, se ofrezcan con mejores sueldos y beneficios para los trabajadores.
* Jorge Barba Pingarrón es presidente del Comité Técnico Nacional de Seguridad Social del IMEF.