Silicon Valley Bank, el banco de las tecnológicas que preocupa a todo el sector
El banco estadounidense Silicon Valley Bank, que preocupa a todo el sector financiero luego de anunciar que busca urgentemente liquidez, está bajo presión el viernes y la cotización de sus acciones fue suspendida en la bolsa de Nueva York.
¿Qué es SVB?
El Silicon Valley Bank (SVB) es un banco californiano especializado en el sector tecnológico, que tiene negocios principalmente con fondos que invierten en empresas que no cotizan en bolsa.
Poco conocido para el público, es el decimosexto banco estadounidense por el tamaño de sus activos.
El grupo, que actúa en Estados Unidos, Europa, Asia e Israel, ofrece servicios financieros entre otros a start-up, desde simples cuentas bancarias a asesoría para capitalizarse.
SVB señala en su web que trabaja con cerca de 50% de las empresas tecnológicas.
¿Qué problemas enfrenta?
La matriz de este banco, SVB Financial Group, anunció el miércoles que intentaría reunir 2.250 millones de dólares en fondos frescos.
El grupo vendió rápidamente un portafolio de 21.000 millones de dólares de títulos financieros, con una pérdida estimada de 1.800 millones.
SVB busca fortalecer sus finanzas, fragilizadas por retiros de clientes.
Según The Wall Street Journal, que cita a fuentes cercanas al sector bancario, fondos de inversiones aconsejaron a empresas que retiren su dinero de SVB y, en reacción, el director general del banco exhortó el jueves a sus clientes “a no retirar sus depósitos y no sembrar el miedo o el pánico”.
Pero el viernes por la mañana, la cotización de las acciones de SVB fue suspendida en la bolsa de Nueva York en espera de una comunicación de la empresa, luego de una caída de 60% de sus títulos el jueves y un descenso de más de 60% nuevamente en los intercambios electrónicos previos a la apertura.
Según CNBC, el banco no logró obtener el capital necesario y negocia su venta a otra entidad bancaria.
¿Por qué está en problemas SVB?
Muy ligado a las empresas tecnológicas, el SVB sufre por el deterioro del sector: la brusca subida de tasas de interés en Estados Unidos que afecta a un ramo muy dependiente del financiamiento para crecer, sumado a las dificultades de aprovisionamiento de semiconductores y al débil apetito de los inversores por los valores tecnológicos, marcan el final de la euforia tecnológica tras la pandemia.
La capitalización bursátil de empresas tecnológicas se derrumbó en 2022, y los anuncios de despidos masivos entre las firmas de Silicon Valley se multiplican desde hace meses.
El alza de los tipos de interés resuelta por la Reserva Federal (Fed, banco central), también afecta a las instituciones bancarias.
Los bancos toman dinero a corto plazo para otorgar créditos a mediano y largo plazo, un modelo que perjudica sus perspectivas en un contexto de tasas altas.
¿Por qué sufren las tecnológicas?
Los problemas de un solo banco pueden afectar la confianza de los inversores en el sector en todo el mundo.
Los bancos son interdependientes, como lo mostró la crisis financiera de 2008-2009 y la quiebra del banco Lehman Brothers.
El espectro de un “bank run” o corrida bancaria, una reacción en cadena que comienza con retiros masivos de clientes hasta que los bancos no pueden responder, siempre se cierne sobre el sector.
Para satisfacer la demanda de efectivo, el banco no tiene otra opción que levantar dinero o ceder activos rápidamente, lo cual suele conllevar gastos o pérdidas, y acentúa sus dificultades.
Para el analista Christian Parisot, “la cuestión ahora es saber qué otros bancos podrían sufrir presiones porque sus márgenes netos de interés se contrajeron”, señaló en una nota para el corredor Aurel BGC.
Parisot estima que “el riego se limita a pequeños bancos” y a un número limitado de bancos regionales estadounidenses.
La secretaria del Tesoro norteamericana, Janet Yellen, señaló este viernes que sigue de cerca la situación del banco californiano.
“Hay acontecimientos recientes que conciernen a unos pocos bancos que estoy monitoreando con mucho cuidado”, dijo Yellen ante una comisión del Congreso. “Cuando los bancos tienen pérdidas financieras es y debería ser un asunto de preocupación”, remató.