Coronavirus tumba planes de la 4T con el petróleo: ¿se necesita otra estrategia?
Los factores de la crisis petrolera en México
El Consejo Administrativo de Petróleos Mexicanos (Pemex) que encabeza Rocío Nahle señaló que la pandemia de COVID-19 y el exceso de oferta en el mercado petrolero obligarían a la 4T a replantear su estrategia inicial.
De acuerdo con el Informe Anual de Pemex 2019 presentado por este organismo, la reducción de casi 10 millones de barriles diarios acordada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) arrojará ajustes parciales sobre el precio hasta que se retome el ritmo de producción internacional.
Esta situación se refleja con el precio de la mezcla mexicana, que tras el acuerdo se cotizó en 14.23 dólares por barril, muy lejos de los 56.60 que costaba en 2019.
La COVID-19 es el principal factor de esta crisis, pues la actividad económica mundial se paralizó debido al confinamiento masivo, provocando una caída en la demanda de petróleo y sus derivados.
Otro elemento que contribuye a este panorama es la guerra de precios que establecieron los gobiernos de Rusia y Arabia Saudita, generando una expansión de la oferta global y golpeando el costo de la mezcla mexicana de exportación.
Según el Consejo Administrativo de Pemex, esta situación ha ocasionado que, en algunos casos, los ingresos por barril de petróleo sean inferiores a los costos promedio de extracción de aceite en diversos campos de operación.
“Para Pemex, esta escasez internacional de la demanda y los bajos precios del mercado podrían conducir a la necesidad de aceptar mayores topes a la producción y a sus planes de expansión por los próximos dos años, así como a obtener menos ingresos de los requeridos para generar los excedentes monetarios que permitan incrementar los recursos presupuestales destinados a la inversión”.
¿Se necesita un replanteamiento de estrategia?
El panorama del mercado petrolero no es alentador para México y las circunstancias lo obligarían a reajustar las metas originales de su Plan de Negocios para 2024.
Además, se tendría que hacer una evaluación para determinar qué pozos deben cerrarse y cómo se sustituirían por opciones más económicas de operación para reducir la cantidad producida.
En 2019, Pemex resistió una reducción en sus inversiones de 13.9 por ciento y 76.3 por ciento entre lo presupuestado y lo ejercido. Para 2020, la empresa anunció un recorte a la inversión de 40 mil 500 millones de pesos.
El Consejo Administrativo de Pemex explica que la disminución en los ingresos provocada por la pandemia y la baja de precios causará una caída en sus contribuciones fiscales.
Ante la contracción negativa del producto interno bruto en 2020 y la necesidad de destinar más fondos públicos al gasto en salud y programas sociales, la posibilidad de una reforma fiscal petrolera podría estar más cerca.
Con información de El Universal, El Financiero y El Economista
Portada: Archivo Cuartoscuro
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