Las graves irregularidades con Calderón durante el brote de influenza AH1N1
Debido al aumento de casos de coronavirus que existen en el mundo, así como las medidas que están tomando los gobiernos para contrarrestar el impacto, la situación en México recuerda cuando el expresidente Felipe Calderón se enfrentó a un momento similar con el brote de influenza AH1N1 en abril de 2009.
En aquel entonces, Felipe Calderón calificó al brote de la enfermedad como uno de los cinco jinetes del Apocalipsis, aunque a pesar de que las acciones que estableció su gobierno ayudaron a que esta enfermedad no se convirtiera en una pandemia para el mundo, también se detectaron algunas irregularidades.
Así pues, ante la expansión de la influenza AH1N1, el gobierno de Felipe Calderón optó por lanzar un decreto en el que se ordenaban diversas acciones en materia de salubridad general, cuyo fin era el de prevenir, controlar y combatir la transmisión de dicha enfermedad.
Entre otras acciones, la administración de Felipe Calderón dio luz verde para que se regulara el transporte, al tiempo de que se suspendieran congregaciones de personas y se evitaran las compras de manera discrecional.
Por otra parte, el exmandatario se mantuvo a la espera de la aprobación de un paquete fiscal en septiembre de 2009 en el que se proponían incrementos fiscales para combatir la influenza AH1N1.
Al respecto, Calderón Hinojosa enfatizó que los recursos eran necesarios para contribuir en un blindaje sanitario, para comprar equipos de respiración, así como la adquisición de vacunas para aplicarlas a los mexicanos.
Con esta premisa, se entiende que la SSA habría comprado en 2009 un total de 30 millones 215 mil dosis, de las cuales 20 millones 215 mil fueron adquiridas a los laboratorios Sanofi Pasteur por más de mil 300 millones de pesos, mientras que las 10 millones restantes se compraron a los laboratorios Glaxo Smithkline por 750 millones de dólares.
En cuanto al tema de contratos, la falta de transparencia fue un factor detonante en estas irregularidades puesto que no existía un documento que comprobara el total de dinero destinado a la compra de vacunas.
Asimismo, investigaciones realizadas por Proceso, revelan que en el caso del IMSS e Issste, usaron sus propios recursos para comprar las vacunas que se usaron, además de que gobiernos estatales como el de Guanajuato y Nuevo León, hicieron compras extraordinarias de vacunas, cuyos costos no fueron pagados por la SSA.
Con información de Polemón, Proceso y Milenio
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