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La loca de los perros: esto me costó rescatar a un lomito callejero

La loca de los perros: esto me costó rescatar a un lomito callejero

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Un perro de la calle atropellado no podrá pagarte lo que inviertas en él, pero no todas las decisiones de tu vida deben basarse en beneficios económicos.

Uno podría creer que los apuros económicos, el miedo al contagio y el no poder salir como antes son los verdaderos problemas de la cuarentena. Pero súmenle el deseo de ayudar y no saber las fatídicas consecuencias que esto conlleva. Así que, amigos, acompáñenme a ver esta triste historia.

Esto cuesta rescatar perros de la calle

Era casi de noche y llovía a cántaros. Escuché un chillido descomunal en la calle. Por desgracia para mi cuenta bancaria y por fortuna para el animalito, me asomé a la ventana, como buena señora chismosa. Un auto blanco marca Beetle estaba estacionado enfrente de mi casa.

Los aullidos continuaban y vi que el conductor se asomaba por debajo de su carro y buscaba algo. Una familia de perros de la calle siempre anda husmeando cerca de mi colonia, así que pensé que habían atropellado a alguno. Cuando me asomé por la ventana de nuevo, el auto avanzaba lento y no había ni rastro del cuadrúpedo.

Por un breve instante me sentí aliviada y volví a creer en la humanidad porque era de sentido común, según el mío, que, si atropellabas a un perro, te tenías que hacer responsable. Pero ya lo dijo José José: ‘Uno no es lo que debe, sino lo que puede ser’ y después de unos minutos volví a escuchar el lamento perruno.

Esto cuesta rescatar perros de la calle

Me asomé y lo vi, el conductor lo había echado en un lote baldío, pero el perro empapado seguía chillando bajo los relámpagos. No sé si ese día había tomado pastillas de generosidad en el desayuno o qué me pasó, pero decidí meterlo a mi cochera.

Yo ya tengo cuatro lomitos en casa —todos de ‘raza única’ o eso dice mi veterinario, por no decirles ‘sangresucia’—. Macarena, la Anarquista, Morena, la Consen, Tomasa, la Doña y Caramelo, el Pancho Villa con sus perras en cada orilla. Este cuarteto se me figura una banda de maleantes peludos incansables de ir y venir. Deberían tener su propio reality porque son una familia disfuncional; no se llevan y se terminan mordiendo casi siempre.

Todos fueron adoptados y al menos tres de ellos estaban en la calle, pero en mejores circunstancias que Caritino. Morena y Tomasa, solo con lombrices y mucha hambre. Caramelo, con una patita atropellada, pero no rota. La inversión en su recuperación fue menor a mil pesos. Por eso ayudé a Caritino —así apodé momentáneamente al protagonista de la historia, ya verán por qué más adelante—. Creí que perdería esa misma cantidad.

El costo de rescatar a un perro callejero atropellado

Tenía algunos ahorros y lo llevé al veterinario: un fémur roto y una operación urgente de más de 5 mil pesos fue el diagnóstico. Muy a mi pesar, decidí hacerlo porque no lo iba a dormir; era un cachorro de siete meses con toda una vida por delante. Sin embargo, ignoré el calvario que me esperaba.

Esto cuesta rescatar perros de la calle

Mi veterinario de cabecera me hizo descuento porque era un perro de la calle y después de cinco días hospitalizado, volvió a la casa. Tuve que comprarle un buen alimento para su recuperación y pagar su estancia; otros 2 mil 800 pesos.

Esto cuesta rescatar perros de la calle

Sin embargo, un buen día bajé a darle de comer y Caritino se había arrancado dos puntos de la operación. Él se quedaba en el baño de visitas porque necesitaba un espacio cuadrado de metro a metro y medio para moverse lo menos posible. Aunque le apliqué un vendolete y lo vigilé con más frecuencia, la herida no cerró y tuve que llevarlo al veterinario. Su estancia costó mil 800 pesos.

Esto cuesta rescatar perros de la calle

Cuando regresó, todo parecía ir mejorando, pero al vecino se le ocurrió remodelar su casa y los martillazos hicieron que brincara del susto. El perro hizo presión en la placa y la rompió, aunque no supimos eso hasta llevarlo al veterinario.

Más tragedias en el rescate del perro de la calle

Como el perro de la calle estuvo acostumbrado al sufrimiento y al miedo de las calles, no manifestó dolor alguno. Pero la hinchazón de la pierna operada nos alarmó y de nuevo lo llevamos a checar. Le drenaron el líquido acumulado y tuvieron que sacarle otra placa de control que evidenció de dónde procedía el mal. Caritino tenía destrozada la placa y también diez centímetros de hueso; necesitaba otra cirugía de 2 mil 800 ya con descuento.

En este punto no sabía si reír o llorar porque mis ahorros —que no eran tantos, como se habrán dado cuenta— se estaban esfumando. La verdad sí cuestioné las circunstancias y pensé en que era un perrito desconocido y la afectada ahora era yo también. Era lo último que tenía y el veterinario me dijo que podría esperarme para pagarle la operación y hospitalización, que eran otros 3 mil 500 pesos.

Esto cuesta rescatar perros de la calle

Aunque el doctor de animalitos también me advirtió que Caritino podría perder la pierna porque era difícil que el hueso soldara. Sobre todo, después de haber perdido un tramo tan largo. También me sentía mal por no haberlo cuidado correctamente.

Mi experiencia con el rescate de perros de la calle

Y pues nada, aquí estoy, escribiéndoles mi historia desde los centros de mi propia existencia, donde literalmente nacen las ansias y no sé si la infinita esencia. Es la experiencia más complicada, económicamente hablando, que viví con un perro de la calle. Lo que no quiere decir que sea mala, solo eso, difícil. Sin embargo, mi pago es que Caritino ya me ve y me mueve la colita cada que lo voy a visitar.

Esto cuesta rescatar perros de la calle

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Hoy voy a recoger a Caritino que permanecerá enjaulado en mi casa hasta que sane, pero con los cuidados adecuados para su recuperación. También voy a pagar los 3 mil 500 pesos que debo gracias a mi tarjeta de crédito.

A pesar de que todos mis conocidos me tacharon de loca por gastar tanto en un perro, pensaba en que ‘si yo no lo hacía, nadie más lo haría’. Y sé que ‘el perro no me podrá regresar todo lo que hice por él’, como muchos dicen. Quizá sí tenía un plan para esos 14 mil pesos, como un enganche para un coche, pero la vida no es eso que quieres que te pasa, sino lo que meramente te sucede y lo que decides para enfrentarla.

Sin más por el momento, quedó a sus órdenes por si gustan depositarme o darles consejos de qué no hacer en la vida, pero cómo sí ser felices.

P.D. Evidentemente voy a adoptar al perro porque ha sido mi mayor inversión. Por eso se llamaba Caritino porque es el lomito más caro que tengo. Luego decidí que tenía cara de Ramoncito y así le digo ya. Es más, hasta estoy pensando en enseñarle acrobacias y montar un espectáculo canino para recuperar mi dinero (Nocierto #GreenPeace).

P.D. 2. Sí, pude pedir ayuda a una organización, pero no se me ocurrió hasta ahora y la única conocida que tiene una, no tiene los medios para recibirlos heridos.

Conoce más consejos para adoptar perros de la calle en el siguiente video:

Hasta la prócsima, amigues…

Portada e interiores: Pixabay y Fernanda Meneses Herrera