Bicis y tapices: pandemia de COVID-19 incrementa demanda de estos negocios
La pandemia de COVID-19 ha causado miles de estragos económicos en la mayoría de las naciones, pero también ha provocado el resurgimiento de muchos negocios que fueron impulsados y no se dan abasto actualmente con la alta demanda.
Supermercados en línea
En un artículo anterior, ya te habíamos contado cómo el servicio a domicilio se volvió un imperdible en estas épocas de COVID-19 y también se convirtieron en pieza fundamental del ramo las entregas de despensa que varias tienditas comenzaron a armar y vender por Facebook.
De acuerdo con El Financiero, Justo, un supermercado en línea, creció 500 por ciento desde marzo y a pesar de que el dueño, Ricardo Weder, contrató a 220 empleados más de los 80 que tenía en sus cinco centros de distribución, no se dio abasto y tiene capacidad para satisfacer solo el 85 por ciento de la demanda:
“Es un momento turbulento, pero de todas las crisis surge una oportunidad”.
Plataformas de trabajo virtual
La plataforma TransparentBusiness ‘supervisa empleados conectados en tiempo real para coordinarlos y repasa el estatus de los proyectos’.
Esta empresa creció un 500 por ciento y ahora necesita una inversión que le permita seguir atendiendo las necesidades de sus futuros clientes, ya que hay mucha demanda de licencias para trabajar vía remota.
La empresaria argentina Silvina Moschini junto con otros colegas creó esta empresa en 2007, ya que siempre confió en que la digitalización haría del home office un imprescindible de cualquier compañía:
“De todo lo malo pueden salir cosas buenas […] Cuando no hay crisis, el trabajo remoto es como una vitamina. En crisis es una aspirina, una gestión de emergencia”.
Tapicería en Nueva York
Un mexicano de 48 años que vive en Nueva York tuvo que cerrar su negocio de tapicería por la pandemia, pero surgió otra oportunidad cuando decidió utilizar el material con el que se recubren las camas de hospitales o los sillones de consultorio de los dentistas para separar al cliente del conductor de un taxi.
Miles de choferes se forman a fuera de casa de Esteban Estévez, pero este no puede satisfacer a todos porque se tarda una hora aproximadamente en coser y colocar un separador en el carro. Este empresario llega a hacer ocho por día y gana 400 dólares (8 mil pesos más o menos), según El Financiero:
“Estoy muy ocupado. Ya lo hago todo por cita. Y estoy llamando a amigos para contratarlos y que me ayuden, pero hay temor a trabajar”.
Otros negocios exitosos por la pandemia son el de Albert Ghitis que tenía su estudio de spinning, pero como cerró, se le ocurrió enviar las bicis a casa de sus clientes y tomar las clases a través de la página RedBikeStudios.com.tu casa o el de Rodríguez Uniformes S. A. C. que incrementó su demanda de cubrebocas de 300 semanales a 3 mil 500 diarios.
Con información de El Diario de Finanzas, El Financiero y Twitter
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