¿Cómo cambiarán las universidades tras la pandemia de COVID-19?
Las universidades ven cómo la pandemia de COVID-19 ha mermado el negocio de la educación, por lo que las modificaciones en el sistema serán inminentes.
Las universidades son uno de los negocios más afectados por la pandemia de COVID-19, ya que no solo tuvieron que hacer modificaciones para concluir sus periodos escolares de forma extraordinaria y a distancia al inicio de la contingencia, sino que también tendrán que cambiar sus sistemas para poder sobrevivir.
La crisis sanitaria impactó fuertemente la vida de los estudiantes, pues con un ciclo académico a punto de iniciar, algunos deberán elegir cursos o seminarios a distancia, mientras otros consideran aplazar su regreso a clases hasta que las cosas vuelvan relativamente a la normalidad.
Para las universidades, la situación es desastrosa, pues perderán ingresos de los estudiantes extranjeros y las interacciones en los campus deberán someterse a cambios rigurosos para poder operar.
Esto ha puesto en aprietos a los colegios que dependen de las colegiaturas que pagan los estudiantes foráneos para subsistir financieramente, en países como Australia, Reino Unido y Estados Unidos.
Aunque las metodologías a distancia han tomado el protagonismo y varias instituciones se han declarado competentes en este ámbito, la experiencia universitaria va mucho más allá de las aulas.
Las conferencias académicas, círculos de lectura y la interacción en general sirve para tener contactos y eventualmente ser contratado para el desarrollo profesional. Estos son aspectos que no puede brindar la educación virtual.
¿Qué cambios harán las universidades tras la pandemia?
Hasta que la pandemia permita que las aulas puedan abrirse nuevamente, algunos expertos sugieren a las universidades adoptar algunos cambios.
Para evitar la carga excesiva de trabajo a los docentes y favorecer el diálogo entre los estudiantes, han pedido considerar la inversión el orden de las cátedras, permitiéndole al alumnado formar parte de la sesión discutiendo ideas y analizando lecturas.
El objetivo es no agobiar a los educandos con jornadas extendidas y monótonas, que fácilmente puedan disuadirlos de continuar con el semestre.
Se sugiere generar interacción entre estudiantes con reuniones grupales virtuales por lo menos dos veces a la semana, con el objetivo de hablar sobre lo visto en clase y aclarar las dudas que pudieron surgir en las sesiones o tareas.
Asimismo, los expertos proponen utilizar recursos digitales y plataformas que ya tienen algún tiempo operando con éxito, como es el caso de Coursera.
Además, sugieren promover el desarrollo cognitivo de los estudiantes, al mismo tiempo que les enseñe sobre la importancia de su bienestar, incluida su salud física y mental, principalmente ante las medidas de confinamiento a nivel global.
Finalmente, destacan la importancia de la retroalimentación. Escuchar a los alumnos debe ser un punto vital para las universidades, ya que en medio de la incertidumbre provocada por la pandemia, de la satisfacción en los programas educativos consistirá el éxito de los cursos a distancia.
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Con información de Observatorio de Innovación Educativa, Nexos, La Vanguardia y The Economist
Portada: Archivo Cuartoscuro
Interiores: Pixabay