Elizabeth Nava: la mexicana que ayuda al mundo con desechables biodegradables
Elizabeth Nava, mercadóloga graduada del Tecnológico de Monterrey campus Toluca, recibió el Premio Nacional del Emprendedor en 2018, por su empresa enfocada a la sustitución de materiales de unicel y plástico.
El Premio Nacional del Emprendedor es la máxima distinción que ofrece la Secretaría de Economía, a través del Instituto Nacional del Emprendedor. Nava ganó en la categoría de Mujer Emprendedora.
El proyecto que presentó fue Entelequia; marca que comenzó debido a que desde que fue alumna de licenciatura Elizabeth convenció al director del campus de Toluca de que se sustituyeran los materiales de unicel y plástico que otorgaban los de la cafetería.
La idea de sustituir el unicel llegó a ella debido a que notó la problemática dentro de la universidad, ya que todos los días tiraban a la basura una enorme cantidad de desechables.
Entelequia nació en 2011; sin embargo, Elizabeth antes tuvo una contribución como empresa sustentable con Eco Six Pack Ring, proyecto en el que participó con la intención de crear un six pack biodegradable y compostable.
La empresaria, sin duda, tenía claro desde el principio que las marcas que sacara a flote tendrían como base fundamental el generar el bien, por lo que Entelequia recibió el nombre gracias a una corriente filosófica aristotélica que la inspiró a crear una empresa con conciencia ambiental.
Elizabeth comenzó buscando a un proveedor que le vendiera productos biodegradables para la cafetería del campus Toluca; lamanetablemente, la persona que surtía a la joven decidió dejar de venderle productos a la escuela porque le compraban muy poquito material.
La joven empresaria decidió que ante esta situación ella sería quien vendiera los productos desechables a la cafetería, por lo que llenó su casa de cajas que poco a poco fue vendiendo.
Actualmente, Elizabeth Nava maquila su producto en Estados Unidos y China pero cuenta con normas de calidad que sirven para regular la producción y garantizar que los desechables sean biodegradables.
Desde el momento en que decidió hacer crecer su empresa, Nava inició un proceso de investigaciones, de la mano de profesionales, para garantizar que los productos sean resistentes al microondas y que tengan cualidades para soportar bebidas frías y calientes.
En una entrevista para Entrepreneur, Nava resaltó que manejan sus líneas de maquila de importación debido a que en México no existe aún la maquinaria necesaria para lograr el proceso de realización completo de los productos de Entelequia.
A pesar de que Entelequia no es la única distribuidora de biodegradables, la joven empresaria se aventuró a generar competencia y comenzó dando sus productos a precios realmente por debajo de las demás empresas.
Nava explicó que a pesar de la necesidad de vender cada vez más lo que a ella la mueve es la idea de asesorar a empresas para que comiencen a realizar un cambio y se preocupen un poco más por el planeta.
Los productos de Entelequia están hechos principalmente de fibras naturales, son flexibles, resistentes y seguros; además, la mayoría de los modelos pueden usarse dentro del microondas. A diferencia del unicel, los productos de Nava no generan sustancias dañinas ni cambian el sabor de los alimentos.
Algunos de los materiales que usa para crear popotes y demás recipientes para comida son caña de azúcar, paja de trigo, fécula de maíz y papel kraft reciclado.
En su catálogo, Entelequia cuenta con más de 200 productos, y cuando Nava comenzó el negocio solo vendía 200 cajas al mes. Actualmente, la marca distibuye más de 2 mil productos desde bolsas, platos y cubiertos hasta contendedores y papel.
Elizabeth Nava unificó en 2014 su pequeño negocio con Biodepack, empresa que pertenencia a Sergio Galindo, y junto con Juan Francisco García decidieron crear una solución para aportar un poco al consumo responsable en todo el país.
Juan Francisco es ingeniero y encargado del desarrollo del producto, mientras que Sergio, licenciado en finanzas, está al frente del área.
La marca cuenta con una tienda online que realiza envíos a todo México; además, genera aproximadamente 42 empleos directos. Actualmente, Entelequia cuenta con su propio taller de impresión que aporta mucho al negocio y a la empresa que decida usar los productos personalizados.
Estos productos, a diferencia del unicel, se reintegraran a la tierra en un periodo de entre tres meses o un año.
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Con información de Entrepreneur, Tecnológico de Monterrey Noticias y Mujer Ejecutiva