Consejos para reducir el uso de bolsas y utensilios de plástico
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En los próximos años ya no se entregarán bolsas de plástico al consumidor en puntos de venta de bienes o productos, por lo que es necesario que las personas aprendan a reducir su uso y a utilizar materiales biodegradables.
Así como Puebla, Hidalgo, Jalisco, Querétaro, Veracruz, Baja California, Sonora, Durango, entre otros, el Congreso de la CDMX aprobó la ley para que, a partir de 2021, ya no se comercialicen y distribuyan utensilios desechables.
Ante estos cambios, es indispensable que consumidores y distribuidores conozcan las alternativas para reducir el uso de bolsas y otros materiales de plástico altamente contaminantes.
Para esto, la revista Muy interesante asegura que es necesario que las personas aprendan a prescindir de los objetos superfluos, y tengan en cuenta que la opción de reciclar debe quedar en último lugar.
Para hacer las compras en el supermercado o tiendas de conveniencia se pueden utilizar bolsas de papel, de tela, poliéster, de rafia, de malla o crochet, cestas de mimbre, e incluso los clásicos carros de compra.
En las tiendas que venden productos a granel: frutos secos, legumbres, incluso detergente y productos de limpieza, el comprador puede llevar sus envases desde casa, evitando adquirir botellas y bolsas de plástico innecesarias.
Para la higiene personal, los hisopos hechos con bastones de plástico, son sustituibles por los de bambú, que ya son comercializados en varios establecimientos.
Además, en el mercado existe una amplia gama de cepillos de dientes ecológicos y que no generan residuos, como los hechos de madera.
En el caso de los popotes, ya hay varias opciones disponibles, entre las que se encuentran los hechos a base de papel, acero inoxidable, algas marinas y aguacate, que soportan a la perfección el contacto con las bebidas calientes, frías y con hielo.
Además, se han creado las pajillas y cubiertos comestibles, que están hechos con material orgánico, como arroz o harina de sorgo, tienen sabor a diferentes frutas y una vida útil de 24 meses.
En el ‘mundo de los bebés’, se ha fomentado el uso de biberones de vidrio y ahora se han sumado los de acero inoxidable; este último tiene la ventaja de que, comprando un tapón adaptable, se puede convertir en botella, alargando la vida útil del producto.
Finalmente, no hay que olvidar el uso los termos y envases reutilizables, que puede rellenarse en cualquier fuente y mantendrá más fresca el agua. Incluso, varias ciudades han implementado los dispensadores públicos en parques principales.
Sin embargo, algunas compañías están creando innovadoras formas para mantenerse hidratado, como las burbujas de agua biodegradables y comestibles, que son cápsulas de agua que se obtienen mediante la esferificación, una técnica que se usa mucho en la cocina molecular.
Para beberlas, se puede hacer un agujerito en la superficie y sorber el contenido. El envase se puede comer o tirar, ya que es comestible y biodegradable.
Con información de Muy Interesante, Excélsior y Xataka
Foto: Pixabay