Del circo a las redes: esta es la historia de la Piñatería Ramírez
Para Dalton, uno de los cinco hermanos que dirigen Piñatería Ramírez, ‘las piñatas son el segundo invitado más importante de una fiesta’.
Viajar hacia nuestra infancia evoca innumerables memorias, entre las que destacan las fiestas infantiles. Muchos de nosotros disfrutamos de pequeños las comidas, juegos, corretizas, aguinaldos y sobretodo, las piñatas.
Los dulces que caen de esa enorme figura colgada de un tendedero en medio de aplausos y gritos es un agradable recuerdo. Por eso, hoy te vamos a contar más sobre esto.
El Diario de Finanzas habló con Dalton Javier Ávalos Ramírez, la mente maestra detrás de una popular piñatería que hasta Thalía conoce. Si te interesa emprender en este ramo, sigue leyendo este artículo.
El origen de Piñatería Ramírez
Todos conocemos a estas alturas la Piñatería Ramírez, que se popularizó gracias a sus divertidos diseños. Cómo olvidar las figuras de Karla Panini y Américo Garza en las que la mayoría de mexicanos quería descargar su ira a palazos.
Este negocio es una empresa familiar que manejan cinco hermanos, pero quien está al frente es Dalton junto con su hermana Denisse Adriana. Ambos continuaron con la piñatería fundada por sus padres y consiguieron ser reconocidos a nivel nacional.
Nicandro, papá de Dalton, mejor conocido como El Mago Dalton, trabajó durante mucho tiempo en los circos y luego se retiró a vivir a Reynosa junto con su esposa. En este lugar se les ocurrió poner un negocio de piñatas. De hecho, Dalton recordó que la primer figura que hizo su papá fue de un personaje muy popular de ese entonces:
“La primera piñata que hizo mi papá Nicandro fue un Rambo y no salió bien, pero así es esto, la primera vez nunca te salen perfectas, conforme pasa el tiempo mejoras la técnica y los detalles”.
Dalton nos explicó que se hizo cargo del negocio de sus papás cuando ellos estuvieron a punto de tirar la toalla:
“Un día mis papás ya estaban cansados y querían dejar el negocio. Nos cambiamos de dirección; más o menos en 1997. El nuevo taller lo pusimos en la casa y yo decidí que me haría cargo”.
Entrevista por Fernanda Meneses Herrera para El Diario de Finanzas.
Entre las características de un emprendedor exitoso destacan la innovación y originalidad, virtudes que, sin duda alguna, Dalton posee, pues decidió hacer piñatas diferentes para crecer y captar nuevos clientes.
El tiempo pasó y Dalton comenzó a crear figuras que guardaban mucha fidelidad con los personajes originales:
“Eran muy detalladas. Recuerdo que la primera que hice una fue de una Tortuga Ninja, un personaje de caricaturas que ni siquiera estaba en apogeo. Aunque no se vendió, años después llegaron clientes preguntando por ella, pues recordaban la piñata porque estaba bien hecha y buscaban algo parecido”.
El valor de una marca ‘se produce mediante las asociaciones que las personas hacen y las expectativas que tienen sobre la empresa y sus productos’, según Debitoor. Piñatería Ramírez comenzó a popularizarse gracias a este diseño en el que Dalton puso el corazón, buscando diferenciarse de las demás y así ganó más clientes.
¿En qué momento se dio el boom de Piñatería Ramírez?
Piñatería Ramírez hizo durante mucho tiempo piñatas tradicionales, siguiendo la tradición de don Nicandro. Sin embargo, un día a Dalton se le ocurrió pegarle a otro sector:
“Los niños representan el 70 por ciento de nuestras ventas, pero como uno busca la manera de trabajar, de seguir generando ingresos porque de vender 20 o 30 piñatas al mes, pasamos a vender solo dos o tres. Por eso, quise buscar diseños para los adultos, que ahora representa el 30 por ciento de mi clientela […] Antes los grandes no se animaban porque les daba pena pedir una, pero ahora hay gente que hasta me pide piñatas de tu ex” [sic].
La primera piñata que se popularizó, pero solo en Reynosa, ‘porque aún no había redes sociales’ fue la de una teibolera. Dalton hizo una de Roberta de RBD, pero tampoco se viralizó por lo mismo. Después, le empezaron a encargar algunas de políticos, como la de Carlos Salinas y otros.
Piñatería Ramírez se viralizó por todo México con el diseño de Arjen Robben, aunque este personaje no era la idea original de Dalton:
“Al principio yo quería hacerle una a Memo Ochoa de cómo paraba los goles, pero irónicamente terminó siendo el holandés la tendencia, así que tomé mi coraje y se la hice”.
Dalton recuerda que antes de esa piñata, su negocio solo tenía 100 amigos en Facebook, pero todo cambió cuando la subió a sus redes:
“La foto ni siquiera tenía locación o el nombre de la Piñatería Ramírez, pero se viralizó y entonces comenzamos a recibir llamadas hasta del sur y de Centroamérica para entrevistas”.
La segunda piñata que se le ocurrió hacer a Dalton fue de Kim Kardashian. Cuando la compartió en redes se volvió de nuevo un fenómeno virtual a pesar de que no creía que ocurriera lo mismo otra vez.
Las figuras de Piñatería Ramírez que más euforia y pedidos causaron fueron las de Robben, Kim, Donald Trump, la cual piden hasta la fecha, y la de El Chapo.
Entrevista por Fernanda Meneses Herrera para El Diario de Finanzas.
Piñatería Ramírez y las polémicas
Son muchos los diseños que ha hecho Dalton y no todos los personajes se popularizan por buenas acciones. De hecho, el empresario afirmó haber recibido una llamada de la gente de El Chapo Guzmán para que dejaran de exhibir su figura:
“Les expliqué que la gente lo veía como un héroe porque hasta se venían a tomar fotos junto a ella. Luego recibí una segunda llamada en la que me dieron permiso. Solo me pidieron que la piñata no fuera con la ropa con la que se escapó”.
Otro diseño que le causó problemas fue el de Karla Panini y Américo Luna porque recibió llamadas de amenazas del ‘número’ de Américo. Después los famosos personajes le llamaron para aclararle que no eran ellos. Aunque a Dalton aún le quedan dudas:
“Yo me asesoré porque sí se habló de demandar a la Piñatería Ramírez cuando me amenazaron por hacer la de Panini, por eso investigué y casi nadie tiene su figura registrada, además de que es un proceso largo, así que me despreocupé un poco”.
Otra de las polémicas en las que se metió la Piñatería Ramírez fue al apoyar a Luisito Comunica en sus redes sociales, pues algunas feministas se sintieron atacadas.
El tío Piñata y la tía Piñata son los que contestan la página porque ‘es una manera de llevar las redes sociales’, explicó Dalton. Él tiene una hermana con la que creció y no podría faltarle el respeto a las mujeres precisamente porque así fue educado:
“Yo adoro a las mujeres y estoy de acuerdo con su liberación, así que no podría ofenderlas. Son personajes que creamos para contestar porque eso nos funciona. De hecho, mi hermana es quien más las usa. Yo soy más de hacer las piñatas […] Denisse es mi segunda hermana y cuando nació mi tercer hermano pues ya me llevaba muy bien con ella. Alguna vez mi mamá me comentó que mi hermana ya no iba a estudiar por ser mujer, pero yo le dije que no porque ella debía seguir mi ejemplo y estudiar como yo”.
¿Cómo se hacen las piñatas de Piñatería Ramírez?
Dalton nos explicó que al principio sí empiezas como dibujante, pero ‘cuando adquieres experiencia ya no necesitas dibujar tu idea, solo la imaginas, aunque no sale exactamente las primeras veces, después adquieres práctica y ya les gusta a tus clientes’.
La perseverancia y la experiencia es lo que hace a un empresario triunfar en su rubro. Nadie mejor que Dalton, quien tuvo que mejorar su técnica y apurarse porque las tendencias duran poco, lo sabe:
“Antes me tardaba de tres a cuatro días en hacer una piñata viral, pero ahora tengo que apurarme porque las tendencias duran poco y luego la gente pierde el interés. Ahorita me tardo un día, aunque me desvelé. Me quedo despierto en la noche hasta terminarla”.
Dalton ve su trabajo como una forma de expresión y busca perfeccionarlo día con día:
“Yo no soy bueno comunicándome. De hecho, quien se carga de la atención al cliente es mi hermana Denisse o mi mamá. Por eso, busco expresarme a través de mis diseños. Dejar un poco de mi opinión en ellos. Además de que las piñatas me mantienen informado, pues el material principal para hacer una son los periódicos. Al hacerlas, me entero de las polémicas y de los personajes populares y las armo. Dependiendo de cómo se porte este, su popularidad toma un rumbo para bien o mal”.
¿Cómo funciona Piñatería Ramírez?
Dalton explicó que se mantiene pendiente de las redes sociales para saber qué personajes merecen una piñata. Hay figuras como la de Thalía, que fue de las más vendidas:
“Thalía me la pidieron como dos meses seguidos. Comúnmente, la euforia por cualquier artista o meme dura un mes. De hecho, un club de fans de ella vino a comprarla y se la enviamos en su cumpleaños. La cantante la paseó en su yate y lo publicó en sus videos; creo que le encantó”.
Dalton aseguró que no tiene una cantidad específica de piñatas virales, ‘hace las que alcance’ porque es un trabajo artesanal:
“A veces hago de diez a 20 por semana y tengo a doce personas que me ayudan a sacar los demás pedidos. Mis ayudantes son más mujeres porque ellas tienen más paciencia; son más detallistas y siempre lo hacen súperbien. De hecho, en la mayoría de cosas siempre nos ponen una arrastrada a los hombres; he conocido a algunas que se dedican a lo mismo y empiezan las piñatas desde cero”.
Otra característica de un emprendedor es saber lidiar con el estrés, algo que Dalton sabe de memoria, pues normalmente hace 30 pedidos por semana:
“No podemos hacer más porque el proceso es tardado; para mí la piñata es el segundo invitado más importante de la fiesta, así que este negocio está lleno de estrés, pues los clientes llegan y no saben cuántos pedidos tenemos y quieren que su piñata quede perfecta”.
¿Cómo le afectó la pandemia a Piñatería Ramírez?
Dalton nos contó que las fiestas eran su principal ingreso y cuando quedaron prohibidas, decidió tomar algunas medidas para no perder ingresos:
“Yo no puedo despedir a la gente que trabaja para mí porque se volvieron como mi familia; dependen de mí. Antes hacía una piñata por mes que la gente pedía, pero con la pandemia dejaron de haber fiestas, entonces empecé a hacer piñatas virales por semana”.
Sin embargo, esta crisis económica causada por la emergencia sanitaria le complicó todo, pues ‘ahora tiene que hacer más trabajo y ganar menos’. Para Dalton esto significó empezar desde cero porque ahora buscan opciones más económicas que le sigan agradando a la gente.
¿Cómo deciden el precio de las piñatas de Piñatería Ramírez?
En Piñatería Ramírez el precio se establece por el tiempo que conlleva la elaboración, según Dalton. Casi todo depende de eso:
“Una figura de las más difíciles como un dragón no costaría lo mismo que un osito. Por ejemplo; ahorita tenemos piñatas desde 150 pesos; baratas pero feas. Yo soy muy honesto con el cliente y le digo: ‘¿Quiere que se note que ahorro para la fiesta?’. Las más caras que tenemos van de 2 mil 500 hasta 3 mil 500”.
Dalton también puso un local en un mercado de piñatas en Reynosa, donde podrás encontrar modelos mucho más baratos y comunes, sin tanto detalle:
“Ahí hay piñatas hasta de 50 pesos”.
Consejos para gente que quiera emprender con una piñatería
Dalton recomendó a todos aquellos que quieren poner una piñatería que amen lo que hacen principalmente, aunque suene a una frase trillada:
“Yo estudié ingeniero químico y decidí hacer piñatas. A veces la gente ve menos ser piñatero, pero yo veo mi trabajo como diversión y hasta en mis vacaciones, cuando voy a pueblitos, donde no hay piñaterías, quiero seguir trabajando y hacerles unas. Siempre hay que elegir dedicarse a lo que a uno le apasiona” [sic].
Otro consejo que nos dio Dalton es que siempre busques mejorar y seas autocrítico:
“Si vas a aprender, debes observar, ser crítico contigo mismo porque al principio la piñata no te va a salir bien, pero no te debes ofender si la gente te dice no se parece al personaje. El tema es dar un plus en tu chamba, aunque he visto que la gente ahora ya no quiere mejorar y esto es necesario para que un producto valga más la pena”.
Por último, Dalton recomienda que los emprendedores busquen productos que resalten, aunque al principio el cliente esté dudoso:
“Siempre trata de ser el mejor o que tu producto resalte de los demás, así vendas elotes. Yo me peleaba con mi papá porque él les enseñó a todos sus trabajadores a hacer piñatas convencionales y ahora todos tienen un negocio de eso, pero con mi fórmula de piñatas virales aprendí que tú vas educando al cliente. Al principio, creían que daba precios caros y buscaban los modelos de siempre, pero después aprendieron que hacíamos cosas diferentes y de mayor calidad”.
De hecho, Dalton decidió emprender también en el negocio de los pasteles durante la pandemia. Ahora puedes disfrutar tanto de una piñata como de una de estas delicias en un paquete.
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