Desde el esquema Ponzi hasta la flor abundante: ¿cómo operan estos fraudes?
¡Huele a fraude! El mercado de valores así como el bolsillo de las personas tienden a sufrir cuando de inversión y ahorro se trata, principalmente ante la existencia del esquema de Ponzi y la flor abundante, que no son más que un tipo de robo.
Para el primero de los casos, el esquema de Ponzi es un fraude en el que los delincuentes ofrecen gran rentabilidad a inversores, quienes al caer en la trampa propician que este robo se enmascare garantizando el retorno de los fondos aportados cada vez que se integren más personas, hecho que puede resultar atractivo para quienes desconocen la verdadera manera en que operan estas estafas.
En tanto, el dinero depositado o prestado es pagado con el dinero que invierten los nuevos clientes; está dinámica continúa con ese ritmo hasta que deja de ingresar capital o hasta que deja de entrar dinero por parte de más personas, es ahí cuando se desmonta la actividad y deja a los participantes sin el ahorro que se había invertido en un principio.
El esquema de Ponzi se conoce por Carlo Ponzi, un delincuente italiano que estafó a muchas personas en los años 20 en Estados Unidos; sin embargo, esta manera de estafar se empleo mucho antes en España, cuando Baldomera Larra, conocida por ser autora del primer fraude piramidal de la historia, llegó a recaudar 22 millones de reales hasta que su negocio llegó a pique en diciembre de 1876 cuando decidió desaparecer con todo el dinero que pudo hasta que fue detenida y llevada a juicio dos años más tarde.
Otro de los casos conocidos sobre el esquema de Ponzi es el de Bernard Madoff, quien ejecutó la estafa más grande de la historia al obtener 65 mil millones de dólares de miles de inversores; su actividad fue descubierta en 2008 y por ello se le condenó a 150 años de prisión.
¿Y qué hay de la flor de la abundancia?
Este fraude que fue uno de los más sonados en los tiempos actuales consiste en que una persona arma un grupo de varios integrantes en el que cada uno debe conseguir dos participantes más y así sucesivamente hasta alcanzar cierto número de inversores.
Al aceptar la invitación, los nuevos integrantes tienen que entregar cierta cantidad de dinero que va desde los 3 mil pesos para que la suma de los mismos sean entregados a la persona que armó la flor, quien al recibir el dinero sale de la dinámica con el fin de que quienes se queden sigan buscando integrantes para aportar y recibir dinero en cuanto sea su turno.
Este sistema causó alarma entre muchas personas que participaron al asegurar que nunca recibieron remuneración de su dinero invertido o de las ganancias prometidas, pues al no haber más integrantes, el ingreso de recursos se frenaba a tal grado de dejar a varios sin dinero.
Con información de CNBC, BBVA y Pequeño Cerdo Capitalista
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