Huipiles de Hueyapan: ¿por qué regalar una artesanía mexicana en Navidad?
Arte, cultura, tradición, identidad y mano de obra 100 por ciento mexicana son tan solo algunas de las características que hacen de los huipiles de Hueyapan la opción ideal y duradera para obsequiar a tus seres queridos esta Navidad.
Porque los fríos no perdonan y la temporada obliga a andar bien abrigados, El Diario de Finanzas viajó hasta la comunidad de Hueyapan para conocer el proceso de elaboración de estas piezas artesanales, las cuales no solo prometen ser aliadas para combatir las bajas temperaturas (incluso mejores que las cobijas de tigre), sino que también son garantía de que alta duración.
En entrevista, Teresa Lino Bello, integrante de la organización artesanal Tamachij Chihuatl en Hueyapan, Puebla, explicó que anteriormente los huipiles se realizaban en telar de cintura y actualmente se utilizan los telares de pedal, de los cuales únicamente salen los lienzos de la pieza artesanal, mientras que los dobladillos, uniones y teñidos son elaborados a mano.
A decir de los tintes, estos son 100 por ciento naturales, elaborados con grana cochinilla que saca tonos en rojo y rosa, además de colores provenientes de frutas y plantas de la región para obtener amarillo y verde, incluso añil para tener azul y negro.
Un trabajo ancestral
De acuerdo con Teresa Lino, hace 40 años se recuperó el proceso, pues se había perdido la identidad del bordado ya que estaba basado en figuras de revistas; sin embargo, las mujeres indígenas artesanas de esta región recibieron apoyo y capacitación para rescatar los tintes naturales y las iconografías propias de Hueyapan.
En este contexto, refirió Teresa Lino, ‘no es complicado hacer las figuras de las diferentes piezas porque ya estamos acostumbrados y al hacer una prenda no la hacemos como en las maquilas, es decir, en cantidad; sino que estampamos parte de nuestro sentir, cuando damos una prenda no solo es la pieza o huipil, ponemos nuestro sentimiento, nuestro pensar, nuestro corazón, y cuando se vende se entrega parte de nuestra identidad cultural porque estampamos nuestras iconografías y en piezas teñidas damos los conocimientos de nuestros antepasados’.
Además, cada uno de los huipiles, así como chalinas, suéteres, rebosos o carpetas cuentan con varias técnicas de bordado como la puntada de cruz, puntada antigua, puntada frontal o trenzado; incluso, algunas artesanas se están capacitando para poder realizar abrigos y ofrecer otro tipo de productos a los consumidores.
Una prenda para todas las edades
Ya sea para el más pequeño del hogar o para una persona de talla grande, cualquiera de las piezas puede ser elaborada; en caso de suéter y huipil las tallas más solicitadas son mediana, grande y extragrande; no obstante si se requiere un tamaño en específico, este se solicita bajo pedido con las mujeres artesanas.
¿Valen lo que cuestan?
La respuesta es sí, ten en cuenta que además de obsequiar una prenda original, también estás regalando un producto de calidad, ya que su tiempo de elaboración, dependiendo del tipo de artículo, varía desde quince días hasta cinco meses.
Por lo anterior, los precios van desde los 75 pesos en el caso de pequeños llaveros, 160 para diferentes estilos de bolsas, y de 500 hasta 6 mil pesos si se trata de un huipil, todo depende de si el trabajo es estándar o superfino y si su color es natural o teñido.
¿Cuáles son los cuidados?
Si ya te animaste regalar una de estas piezas artesanales, toma en cuenta el cuidado que debes darle para que dure mucho tiempo; para ello, se recomienda lavar a mano con jabón Roma; si vives en la ciudad, lo ideal es lavar en seco debido a los diferentes tipos de agua; incluso hay personas que sugieren lavar las prendas con agua de garrafón para evitar cualquier daño por agua clorada.
¡Di no al regateo!
Al ser cuestionada sobre las personas que piden bajar el costo de las piezas antes de comprarlas, Teresa Lino señaló que esta situación puede resultar molesta; sin embargo, considera que parte de este tipo de peticiones es porque el cliente desconoce el proceso de elaboración de las prendas.
Por lo anterior, dijo, ‘piensan que es rápido, que es como en las fábricas, lo ideal es informarles de buena manera que es un proceso manual, que no es tanto la materia prima sino la mano de obra lo que encarece y que es un trabajo muy bien hecho, que no dura un año sino más tiempo, además de que compran parte de nuestra identidad y nuestra cultura a través de las piezas artesanales’.
Y a todo esto, ¿qué hay de la competencia?
Al ser cuestionada sobre cómo estos productos han sobrevivido a pesar de que en el mercado hay infinidad de opciones en cuanto a prendas de vestir, así como marcas, estilos y precios, Teresa Lino señaló que para el caso de estas piezas artesanales ‘es cuestión de sobrevivencia, pues a las mujeres artesanas les toca ofertar y buscar canales para generar mayores ventas, las cuales oscilan entre 3 mil a 5 mil pesos al mes, para el caso de la tienda artesanal Tamachij Chihuatl’.
Continuando con su mensaje, sentenció que la competencia existe, aunque la diferencia con los productos artesanales es que hay garantía de un trabajo bien hecho, ‘del cual el tinte no se va a correr, además de que hay control de calidad y se está en proceso de aplicación de comercio justo, es decir, ofrecer un producto ni muy caro, ni muy barato, del cual se paga por la mano de obra’.
¿Ya te animaste?
Si quieres obtener alguno de estos productos, no olvides visitar la casa artesanal Tamachij Chihuatl, ubicada en avenida Miguel Hidalgo, número 53, a unos pasos de la presidencia de Hueyapan.
Con información de Caro Solís
Portada e interiores: Caro Solís