Y a todo esto, ¿qué tan recomendable es la austeridad para México?
Una de las promesas de campaña que más llamó la atención del ahora presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), fue que en su gobierno se practicaría la austeridad republicana con el fin de hacer ahorros y evitar despilfarros, así como lujos de las altas esferas del poder.
Aunque a oídos y ojos de muchas personas esta idea resultó convincente para terminar con los derroches de funcionarios, otras se cuestionan si verdaderamente la austeridad es un ejercicio recomendable para el país.
Lo bueno y lo malo de la austeridad
Por ello, el columnista de El Financiero, Eduardo Guerrero, destacó que lo bueno de la austeridad es que pone restricciones a otro tipo de temas como lo fue en el recorte al gasto en propaganda de funcionarios, dado que muchos abusaban del presupuesto para autopromocionarse.
Asimismo, está la parte de la abolición de algunos de los privilegios y excesos de los pasados gobiernos donde los funcionarios contaban con autos y choferes, así como recursos del Estado para llevar a cabo sus actividades personales y que en ocasiones nada tenían que ver con tareas del Gobierno.
Otras de las acciones buenas de la austeridad en México es que aplica el piso parejo para todo aquel que cometa algún acto de corrupción, pues de acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) este gobierno ha gastado 95.5 por ciento menos en aras de abatir la desigualdad.
Por otra parte, se ha dejado de ver que el presidente viaje en el avión presidencial, aeronave que está en exhibición para su venta en California dado que para AMLO era vista como un exceso y una ‘ofensa para el pueblo’, por ello el mandatario se traslada en vuelos comerciales, además de que cuenta con un número reducido de elementos de seguridad que lo acompañan, a diferencia de sus antecesores.
Para el caso de los expresidentes del país, con la puesta en marcha de la austeridad republicana se canceló el pago de las pensiones que cobraban, pues para muchos mexicanos era excesiva la cantidad que recibían los exmandatarios para poder ‘sobrevivir’.
Sin embargo, la austeridad aplicada a los expresidentes no solo tuvo efecto en lo económico, sino también en la parte de seguridad, pues AMLO decidió designar únicamente cinco elementos para resguardar a Vicente Fox y doce para la protección de Felipe Calderón.
Lo malo
A decir de las cosas no tan buenas de la austeridad, el columnista refiere que se percibe un ánimo revanchista contra funcionarios públicos de excelencia a quienes se les redujo el sueldo, además de que se les quitaron sus principales prestaciones.
En cuestión de salud, el gobierno de AMLO atraviesa por un momento en el que hay desabasto de medicamentos, hecho que, acusó el político tabasqueño, se debe en gran medida a la corrupción ya que las medicinas se solían comprar a sobreprecio.
Respecto al tema de empleos, el pasado 19 de junio el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), reportó que durante mayo de este año el total de fuentes de trabajo creadas tuvo una caída del 88.27 por ciento, pues únicamente hubo 3 mil 983 plazas laborales.
Otra de las políticas de la austeridad republicana que está muy marcada por el nuevo gobierno es la reducción de costos de operatividad de las distintas dependencias, hecho que ha generado descontento entre los burócratas, principalmente en cuestión de los recortes laborales, pues por lo menos en el sector salud, durante el mes de mayo se registraron 10 mil despidos, de acuerdo con el secretario general de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (Fstse), Joel Ayala.
En otras áreas, como en el caso de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), se dio a conocer el despido de 688 servidores públicos, quienes solían desempeñarse como mandos o enlaces; sin embargo, la dependencia aclaró que a todas estas personas se les indemnizaría conforme a la ley.
Asimismo, la austeridad republicana pegó al tema de las estancias infantiles luego de que la titular de la Secretaría de Bienestar, María Luisa Albores, descubriera que en estos espacios había el registro de 97 mil niños fantasma, hecho que motivó al nuevo gobierno a recortar los recursos y modificar la manera en cómo se operarían los gastos, pues ahora la entrega de apoyos sería directa.
Ya vimos lo bueno y lo malo pero… ¿en realidad funciona la austeridad?
Un ejemplo de que la austeridad sí funciona se encuentra en los países bálticos, es decir, Estonia, Letonia y Lituania, los cuales luego de pasar por una crisis a consecuencia de la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de 2008 que motivó a frenar todo el avance económico y a una interrupción de los flujos de capital, así como al desplome de sus exportaciones, optaron por aplicar esta política basada en dos pilares principales.
El primero de ellos fue conservar sus políticas de tipos de cambios fijos sin la devaluación de la moneda y optando por la devaluación interna, mientras que su segunda acción fue aplicar una intensa consolidación fiscal para el año 2009 en la cual se incluyeron impuestos y recortes al gasto público, además de recortes a los salarios del sector público.
Para el caso específico de Letonia, aplicar políticas de austeridad le ayudó a tener crecimientos económicos que pasaron del 1.60 por ciento hasta el 6.20 por ciento, esto luego de que introdujera recortes en su presupuesto.
A decir de Lituania, el Gobierno tomó medidas económicas para salir de su crisis, entre ellas, el aumento del IVA, así como de la edad de jubilación, el recorte del gasto social, la reducción burocrática de los trámites para la creación de empresas y la flexibilización del mercado laboral.
Por su parte, Estonia optó por subir el IVA y concentrar el resto del ajuste en el sector público, por lo que los funcionarios tuvieron que aceptar una reducción salarial del diez al 20 por ciento, esto aunado a elevar la edad de jubilación y reducir la protección al empleo.
Dichas medidas de austeridad, permitieron que en los años 2008 y 2009, Estonia se recuperara de una intensa caída de su producto interno bruto (PIB) que fue del dieciocho por ciento.
No obstante, a decir de especialistas, la austeridad funciona dependiendo el caso de cada país, aunque en términos generales esta es necesaria en un Gobierno cuando este gasta demasiado y por ende tiene que recortar gastos para recuperar su balance patrimonial, además de la confianza en la economía.
Con información de El Financiero, Excélsior, Milenio, El otro enfoque, El Blog Salmón y knowledgeatwharton.com.es/
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