Carlos Kasuga: el fundador de Yakult que reveló la fórmula secreta del éxito
Carlos Kasuga Osaka, el hombre detrás del éxito empresarial de Yakult, también compartió la trascendencia del llamado sueldo moral de las personas.
Yakult es un producto elaborado a base de leche fermentada que contiene más de 8 mil millones de Lactobacillus casei. Estos son capaces de llegar vivos a los intestinos, mejorando las propiedades de la flora intestinal.
El envase contiene 12.7 gramos de azúcar, por lo que es recomendable consumir este producto después de los ocho meses de edad.
De acuerdo con los expertos, beber un Yakult diario beneficiará la salud estomacal de los consumidores.
En 1930, miles de personas perdieron la vida en Japón, debido a una escasez de alimento y a las infecciones intestinales.
Para resolver este problema, el microbiólogo de la Universidad de Kioto, Minoru Shirota inició la investigación sobre las bacterias lácticas.
Logró aislar y cultivar el Lactobacillus casei, y a partir del año 1935, inició la producción de Yakult.
En 1981, Yakult ingresó a la Bolsa de Valores de Tokio y en 1987 formó parte de la Bolsa de Valores de Osaka.
Hoy en día, es vendido en 34 países y se comercializa en distintos tamaños. En Australia y Europa, se oferta en botellas de 55 mililitros.
En Estados Unidos, México y Uruguay, de 80 mililitros. Mientras que, en Taiwán y China, de 100 mililitros.
La trayectoria de Carlos Kasuga
Los padres de Carlos Kasuga fueron inmigrantes de Japón que se establecieron en México en los años 30.
La familia Kasuga vivía en Cárdenas, en el estado de San Luis Potosí. Ahí tenían una tienda de abarrotes muy reconocida, ubicada frente a la plaza principal de dicha población.
Carlos Kasuga se tituló como licenciado en Contaduría Pública en la Escuela Bancaria y Comercial.
La educación y la formación que fue adquiriendo a lo largo de esos años no solo se basaron en la absorción de conocimientos. También estaban sustentadas en valores que los emigrantes traían de Japón como la honestidad, el respeto, la generosidad y la cultura del trabajo.
Posteriormente, Carlos Kasuga retornó a Japón para estudiar en la Universidad Sofía de Tokio.
Durante su estancia en aquella ciudad, se percató de la serie de plásticos que Japón estaba desarrollando en su industria juguetera.
Con esta información inició con su padre y toda la familia, un pequeño establecimiento que posteriormente se convertiría en una empresa líder en la fabricación de juguetes inflables: Industrias Kay.
Su negocio creció de manera exponencial, debido al gran diseño de sus productos y a la buena calidad en la elaboración. A partir de ahí fue ganando fuerza frente a sus competidores.
La demanda de los juguetes fue tan grande que se tuvieron que abrir otras dos sucursales más para cubrir los pedidos de países de Centro y Sudamérica.
En 1968, cuando se realizaron los Juegos Olímpicos en México, Kay se encargó de elaborar los enormes aros olímpicos que se alzaron por los cielos en la ceremonia de inauguración.
Carlos Kasuga y la importancia de la educación formativa
Carlos Kasuga es fundador del Liceo Mexicano Japonés. Además, es presidente de la Asociación Panamericana Nikkei en Latinoamérica.
Constantemente ayuda a la Fundación Veytia y Anguiano, con el propósito de fortalecer la cultura de inteligencia en México.
Actualmente, se dedica a brindar muchas conferencias alrededor del mundo. Con ello, ha ganado una fama excepcional y adquirido millones de seguidores a través de redes sociales.
En reiteradas ocasiones, Carlos Kasuga se ha dedicado a promover una educación sustentada en valores como el de la limpieza y hacer que esta enseñanza trascienda en las escuelas.
Por lo anterior, ha encabezado diversas campañas de recolección de basura, en las que participan cientos de personas.
Por otro lado, Carlos Kasuga indicó:
“Mientras en Japón se educa bajo el principio de ‘si no es tuyo es de alguien más’, en México no se invierte en educación formativa. Una instrucción que no solo es responsabilidad de las escuelas, sino que compete a todos y cada uno de los mexicanos. Es necesario empezar por nosotros mismos en nuestro diario actuar”.
Asimismo, agregó:
“México tiene todo para ser una gran potencia, honesta y trabajadora, siempre y cuando se brinde una educación formativa”.
Carlos Kasuga comparte la fórmula del éxito de Yakult
Al respecto, el empresario asegura que el triunfo de Yakult se debe precisamente a la buena educación de sus colaboradores, con el objetivo de que sean ‘hombres de calidad’.
De acuerdo con Carlos Kasuga, los principales puntos para alcanzar el éxito como empresario, persona y empresa son:
- El bien ser: ser honesto, puntual, limpio, responsable y trabajador
- El bien hacer: hacer todo bien desde un principio
- El bien estar: dar más de lo que se recibe a la familia, al trabajo, a la sociedad. Al final hace que uno sienta el bien estar, que es sinónimo de felicidad plena
- El bien tener: si se cumple con los tres pasos anteriores y en ese orden, lograrán el bien tener del dinero y las cosas materiales
Por otro lado, destacó que una de las necesidades de todos los trabajadores de México es contar con un ‘sueldo moral’.
Lo anterior, debido a que nadie desempeña sus labores únicamente por su remuneración económica. Es decir, el sueldo no motiva a la gente, sino el sentirse querido, útil y necesario.
Asimismo, en sus conferencias Carlos Kasuga hace una atenta invitación a amar y cuidar de la naturaleza plantando un árbol:
“Cuando te cases, planta un árbol; cuando nazca un hijo tuyo, planta un árbol; cuando entres a la primaria, planta un árbol. Antes de cualquier evento realmente importante, planta un árbol.”
Si practicas esto, algo pasará en tu vida.
“Si tu padre y tu mamá plantaron un árbol cuando naciste, a ese árbol que tiene ahora más de 20 años lo quieres porque significa mucho para ti”.
Finalmente, reveló la fórmula para ser un excelente empresario:
“Siendo congruente entre lo que se dice y se ordena. El buen empresario, gerente y director debe ser el primero en llegar y el último en irse.
Nosotros en Yakult no tenemos baños privados para la gerencia, por ejemplo. Estas son pequeñeces, pero que hacen que la gente se sienta bien y tomada en cuenta. Y es que más que en el sueldo económico, se debe pensar en el sueldo moral que se le da a la persona.
Hay que hacer que el ser humano se sienta útil, necesario, respetado y querido en una empresa”.
Conoce más sobre Carlos Kasuga:
Con información de El Financiero, El Economista, Forbes y Yakult
Portada: Especial
Interiores: Martha Debayle, Udlap y Discover Nikkei.