Nathalie Eklemes: la joven mexicana que le da color a las uñas con Pitahia
Nathalie Eklemes es una joven emprendedora originaria del estado de Jalisco. Durante los últimos años ha ganado mucha fama debido a que fundó una empresa mexicana llamada Pitahia, la cual elabora esmaltes para uñas hechos con productos cien por ciento naturales.
La idea por crear esta marca nació tras la inequidad de la joven por que existieran en el mercado pintauñas de diversos colores, con los cuales se pudiera reflejar la alegría y las tradiciones de México.
Todo surgió en el año 2009; en ese entonces Nathalie Eklemes quería cumplir un sueño que para muchos sonó descabellado, pero con el paso del tiempo, la emprendedora logró crear la fórmula correcta para sus esmaltes.
Un año y medio después, Nathalie quedó satisfecha con los resultados de su creación por lo que puso a la venta sus primeros productos de nombre Pitahia, el cual hacía alusión a una fruta llamada pitaya que sobrevive a diversas adversidades climáticas que se presentan en los estados de México.
Los primeros esmaltes fueron adquiridos por sus amigas; posteriormente, comenzó a venderlos en cafés y reuniones. Más tarde, se fueron adentrando en pequeños comercios de belleza ubicados en Guadalajara.
El producto fue aceptado por las mujeres de manera paulatina, por lo que diversas boutiques de ropa, spas y salones de belleza se pusieron en contacto con Nathalie para que los dejara vender sus pintauñas.
Sin embargo, aunque todo parecía ir muy bien, algunas clientas comenzaron a expresar sus inconformidades con la fórmula, situación que le permitió a Nathalie modificar sus productos con la intención de ofrecer una mejor calidad.
En el sitio web de la empresa, se detalla que los esmaltes son elaborados con materiales cien por ciento naturales y libres de crueldad animal.
Nathalie estuvo por un tiempo en Barcelona, ahí tomó un curso de maquillaje. Posteriormente, regresó a México y comenzó a estudiar la carrera de mercadotecnia, impartida en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (Iteso), la cual le permitió conocer las bases fundamentales para establecer su propia empresa.
Por si esto fuera poco, Nathalie proviene de una familia de emprendedores, por ello, siempre tuvo la inquietud de hacer algo por ella misma, así que mientras estudiaba la carrera, su gusto por la moda la llevó a poner un negocio.
“Desde pequeña sentía la cosquilla por tener mi empresa. Me sentía motivada cuando veía a mi abuelo y a mis padres”.
La joven tapatía cuenta que le llamaba mucho la atención la gran variedad de colores que eran utilizados para los esmaltes de uñas, pero comenzó a darse cuenta de que muchos de esos productos que estaba en el mercado no eran de buena calidad ni ofrecían una larga duración. Lo que más le disgustaba era que las tonalidades no eran las mismas que indicaba el frasco y, por lo tanto, la consistencia no era la adecuada.
Debido a su curiosidad y sus ganas por satisfacer sus necesidades, le preguntó a su mamá si era muy difícil crear una empresa de barnices de uñas:
“Un día le pregunté, ‘oye, má, ¿será difícil hacer una marca de esmaltes?’ Yo quería competir con las grandes compañías de cosméticos. Y ella me dijo: ‘ve a la fábrica, ahí seguro te ayudan’”.
Fue así como a los 21 años, su abuelo la ayudó a encaminar su idea por crear su propio negocio y la instruyó sobre cuáles eran los materiales necesarios para crear una fórmula que diera color a las uñas.
En un principio, Nathalie puso a la venta dos colecciones, la primera con once colores y la segunda con ocho tonos. En ese entonces, comenzó a difundir su producto en redes sociales, principalmente en Facebook y Twitter. Posteriormente, personas de Aguascalientes, Morelia y Torreón, la comenzaron a buscar para adquirir sus esmaltes.
En 2014, su abuelo le dijo que se olvidara todo y comenzara desde cero:
“Ya llevábamos tres años en el mercado, no podemos hacer esto, decía. Él quería borrón y cuenta nueva. Yo le gritaba ¡no!, ¡no quiero!, y lloraba muchísimo”.
Sin embargo, a partir de ese momento comenzó una transición en la empresa con la finalidad de encontrar una mejor fórmula, pero diversas pruebas fallaron, por lo que ella cada vez se fue aferrando más y más a hacer una creación de calidad.
“Hoy te puedo decir que en noviembre de 2016 encontramos la fórmula perfecta. Seis años después dimos con ella”
En una entrevista, la emprendedora Nathalie Eklemes indicó cuál era su secreto para la colección de sus pintauñas:
“Nos guiamos de las tendencias en cuanto a moda y color, se hace todo un research de colores, tendencias, temáticas, para poco a poco ir armado las colecciones con sus nombres en cuanto a colores dentro de nuestro laboratorio propio tenemos especialistas en igualación y desarrollo de colores y de la mano de ellos vamos creando los colores ya sean más intensos, pasteles o experimentando nuevas gamas y efectos agregando perlas”.
Asimismo, reveló los pasos a seguir para conseguir la materia prima para elaborar sus productos.
“Contamos con nuestra lista de proveedores nacionales, encontrar al proveedor ideal no fue tarea fácil pero ya una vez teniéndolo y conociendo sus tiempos de entrega y políticas nos hemos adecuado y hecho una buena sinergia cliente- proveedor. Nuestros productos se fabrican en Guadalajara en nuestro laboratorio propio, no nos maquila una empresa externa, sino que nosotras contamos con todo el equipo de desarrollo”.
Asimismo, Nathalie Eklemes resaltó en un principio que su marca fue muy bien aceptada por las mujeres, situación que no creyó poder lograr debido a la gran competencia que tenía, puesto que diversos negocios ya vendían productos similares.
Sin embargo, expresó:
“El mexicano cada vez está más consciente de apoyar lo nuestro, lo hecho en México, y creo que los mexicanos hemos comprobado cada día más que lo hecho aquí está bien hecho, poco a poco nos hemos ido quitando esa ideología de querer productos de otros países por su calidad etcétera, pero creo que existen productos mexicanos que superan la calidad de algunas marcas más reconocidas y con más años en el mercado”.
Finalmente, la emprendedora indicó:
“Los esmaltes no se pueden batir a mano, los pigmentos son libres de plomo, hechos con aceites naturales, como coco y almendra, vitamina E, solventes de las frutas, resina y algodón que ayudan al crecimiento y fortificación de la uña”.
Con información de Pitahia, Coolhuntermx, Entrepreneur y Reporteros Hoy
Portada: Especial
Interiores: Instagram @nathalieeklemes y @pitahia