6 gráficos sobre la economía de México en 2022
En términos económicos, el 2022 fue un poco más complejo de lo que se proyectaba. Pese a la reactivación de todos los sectores, surgieron nuevas presiones para la economía mexicana: los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania, la ola inflacionaria, la escasez de insumos básicos para la producción y la persistencia de violencia e inseguridad.
Aunque el tipo de cambio, la llegada de remesas y la actividad económica se mantuvieron relativamente estables durante el 2022, otros indicadores como la inflación, tuvieron un impacto negativo en los hogares, en donde aumentó la pobreza, así como en los niveles de violencia que no lograron ceder.
Aquí algunos gráficos sobre la situación económica y social en México:
Tipo de cambio, ganador
El tipo de cambio durante 2022 alcanzó niveles positivos y estaría cerrando el año en la barrera de 19 pesos por dólar. Durante noviembre, incluso tocó niveles cercanos a los 18 pesos por dólar.
De hecho, el peso mexicano ha sido una de las monedas más sólidas de los mercados emergentes. La apreciación de la moneda puede explicarse por dos factores fundamentales: las fluctuaciones y pérdidas del dólar y la estabilidad de la política monetaria del Banco de México.
Inflación
El indicador macroeconómico que más preocupó a las autoridades monetarias durante 2022 fue la inflación, que rompió con fuerza la meta establecida por el Banco de México e incluso tocó niveles no vistos en 20 años. Pese al incremento generalizado de los precios, los incentivos fiscales a los energéticos ––principalmente las gasolinas–– evitaron que la inflación se disparara más.
En contraparte, el rubro de los alimentos fue el que encareció con mayor fuerza generando un impacto mayor en los hogares más pobres del país. Al corte de la primera quincena de diciembre la tasa de inflación interanual fue de 7.7%, un nivel menor que meses previos pero todavía muy por encima del objetivo (3% +/- un punto porcentual).
La inflación ha provocado el incremento de todos los niveles de inseguridad alimentaria, una pérdida generalizada del poder adquisitivo y la caída en los niveles de consumo privado.
Mercado laboral
El desempleo cayó durante 2022 reflejando que el mercado laboral ha reintegrado prácticamente todas las plazas que fueron suprimidas por la pandemia, e incluso se han creado nuevas. Pese a ello, las condiciones laborales todavía son el problema.
En México, poco más de la mitad de los trabajadores se encuentran laborando en la informalidad. Esto implica que, de algún modo, enfrentan diversas situaciones de vulnerabilidad laboral, desde no tener contrato, no tener acceso a seguridad social, no tener acceso a las instituciones de salud e incluso no tener vacaciones o aguinaldo.
Pobreza
El encarecimiento de la vida y los bajos salarios se han combinado durante 2022 para impedir a las familias costear la canasta básica de alimentos. En el país, 4 de cada 10 personas no puede costear su alimentación con su ingreso laboral, acuerdo con estimaciones del Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social).
Al corte de noviembre, la canasta básica de alimentos en México registró un encarecimiento de 12% respecto del mismo mes del año pasado. Este aumento es superior a la tasa de inflación general, evidenciando cómo la comida es lo que está incrementando su precio de manera más pronunciada.
El efecto es incluso mayor para la población más pobre del país, debido a que destinan más de la mitad de sus ingresos sólo a la comida, mientras que los más ricos no destinan más del 10% de sus ingresos en este rubro.
Remesas
Uno de los grandes alivios para las familias mexicanas fueron los envíos de sus paisanos que están en el extranjero. Las remesas, desde la pandemia, han moderado la crisis económica y sus efectos en los bolsillos de las personas.
Durante 2022 la tendencia no paró, las remesas totales siguieron anotando nuevos récords y se mantienen por encima de los 5,000 millones de dólares cada mes. Entre enero y octubre –el dato más reciente disponible– ingresaron al país 48,377.5 millones de dólares bajo este concepto.
El monto promedio es de 385 dólares por transacción, equivalentes a poco más de 7,500 pesos mexicanos, dependiendo el tipo de cambio. Jalisco, Michoacán y Guanajuato son los estados que reciben la mayor cantidad de remesas.
Muertes violentas
Aunque no es un indicador propiamente económico, el nivel de homicidios y feminicidios tienen una incidencia importante en la situación económica y social del país. Durante 2022 se observó una tendencia más parecida al estancamiento que de reducción de muertes violentas.
En comparación con 2021, hubo meses en los que se registraron caídas en el total de homicidios dolosos y feminicidios del fuero común, pero todavía están en niveles preocupantes.
Aunque otros indicadores de violencia e inseguridad, como los robos o asaltos han logrado ceder, las políticas públicas no han logrado reducir las cifras de delitos de alto impacto.