Adiós a UNOPS, regresan prácticas
Vaya estrategias en materia de salud. Regresará el esquema de distribución de medicamentos a manos de los especialistas, tal cual se hacía antes de 2018. Para la compra de medicamentos se retomarán las licitaciones, aunque no se tiene definido el cómo. Todo parece que, en el tema de salud en tiempos pasados, no era tan malo.
Vamos por partes. La alianza que se tenía el Gobierno Federal con UNOPS para la compra de medicamentos se dio por terminada, nos comentan que se debió a la falta de cumplimiento en procesos y pagos por parte del Gobierno Mexicano.
Situación que a la mesa directiva del organismo internacional de salud ya le generaba inconsistencias en sus procesos desde hace dos años.
Así que se decidió no seguir trabajando en dicho esquema con las autoridades mexicanas.
De ahí que para este año, a decir del gremio de salud. El Gobierno Federal al mando de Andrés Manuel López Obrador ya informó que habrá cambios en tema de suministro de medicamentos y distribución para el periodo 2023-2024.
¿Pero, qué febrero no era la fecha cuando se entregaban medicamentos a las instituciones de salud pública?
Si, pero, las cosas cambian, y en estos días apenas se definirá el proceso de licitación para la compra de medicamentos, lo cual aunado a la entrega del medicamento, se estima, un proceso de 6 meses, dado que hay formulas que requieren de por lo menos tres meses su formulación, y eso se conoce de siempre.
Uno de los aciertos, es regresar a los esquemas de distribución con empresas especializadas a fin de que los medicamentos lleguen en tiempo y forma.
Sin embargo, el desabasto seguirá prevaleciendo mientras la indefinición por parte de las autoridades de salud siga latente.
Se considera que el desabasto de medicamentos ya representa 30% de las fórmulas que se necesitan año con año.
El gran reto ahora, es que no se retrasen más los tiempos y que INSABI, institución bajo la dirección de Juan Antonio Ferrer responsable de la compra de medicamentos defina rápido, no solo procesos son también su propia funcionalidad.
O cómo explicar que el programa que se tenía para atender a los mexicanos de menores recursos, a través del programa Seguro Popular, el cual atendería INSABI y simplemente no se ha remplazado por nada, dejando a una gran parte de la población sin servicios de salud.
En fin, bien se dice que si algo funciona no se debe de mover, porque en lugar de avanzar en materia de salud, se dio un retroceso. Y las consecuencias recaerán en falta de medicamentos, accesorios y utensilios de salud, y sistemas viables.
¿Qué pasa con el sector privado? Ha salido bien librado, y aunque se han dado casos de escasez de algunas fórmulas, la realidad se ha podido resolver.
Pero, no hay que dejar de lado que el 60% de las compras de medicamentos que se necesitan en México, se hace a través del sector público, el cual, ha sufrido un deterioro reflejado principalmente en sus dos principales instituciones; IMSS, bajo la dirección de Zoé Robledo e ISSSTE, que encabeza Pedro Zenteno.
Habrá que ver si en este regreso a algunas prácticas que ya se habían alineado, resuelto e incluso venían operando muy bien para el Gobierno, ahora no se cae en prácticas antiguas, donde los pagos por parte del Gobierno podrían poner en jaque a algunos proveedores, en su mayoría pequeños, dado los plazos más que largos.