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Chingue a su madre el Día de las Madres

Chingue a su madre el Día de las Madres

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Adina Chelminsky*

En México ir en contra del día de las madres es, al mismo tiempo, un delito perseguido de oficio Y un pecado capital. El único sacrilegio que te gana enemigos de la derecha, de la izquierda, de los creyentes en dios y de los ateos, de chairos y de fifís.

Yo no lo celebro. No sólo no lo celebro, me molesta. No sólo me molesta, me llena de impotencia el rollo que se genera en torno a este día en México.

¿Suena muy agresivo y grosero decir “Chingue a su madre el Día de las Madres”?

Quizá, pero son sólo palabras. Agresiva y grosera la realidad cotidiana que se encarga a diario de chingarle la vida a la mayor parte de las mamás de este país. A algunas chingaquedito, a otras se las lleva la chingada.

¿Feliz Día de las Madres? ¿Para quién? Explíqueme usted que entiende.

¿Para aquellas mamás que buscan sin tregua (y, probablemente sin éxito) a sus hijas e hijos desaparecidos y que no van a encontrar ni sus cuerpos, ni las causas, ni justicia?

¿A las mamás que ven a sus hijos e hijas vejados en uno de los países líderes en prostitución y pornografía infantil?

¿Para las 10 mujeres asesinadas cada día por ser mujeres, muchas de ellas dejando huérfanos? ¿A ellas qué les regalamos?

¿Para el 60% de las mujeres que son agredidas física, emocional y sexualmente por sus parejas, cifra que se ha disparado, en número y severidad, durante la cuarentena? ¿Feliz día de las madres para ellas? ¿Cuál es el regalo apropiado? ¿Joyas? ¿Chocolates? ¿Qué lava mejor la culpa?

¿Feliz Día de las Madres a aquellas que aunque trabajan al parejo que sus parejas (valga la ironía) fuera del hogar, al llegar a casa dedican 4 veces más horas que ellos al trabajo doméstico? ¿Una licuadora, aprovechando?

¿A las madres divorciadas que en un 68% no reciben una pensión alimenticia de los exmaridos y para quienes hacerlos cumplir es un viacrucis emocional y legal? Para ellas, una botella de tequila ¿no? ¿Por algo las ha de haber dejado el marido?

¿Feliz Día de las Madres a las mujeres que ganan una cuarta parte menos que sus colegas varones, diferencia que se agranda aun más el momento en que se convierten en madres porque ya te estamos dando la oportunidad de trabajar siendo mamá y no eres tan efectiva y eso complica mucho las cosas para la empresa?

¿A las mamás que trabajan en empresas en donde no existen las prestaciones más básicas para apoyar la doble labor que realizan 364 días al año, pero para quienes un día al año hay rifas y regalos y pendones de felicitación colgados o, este año, a distancia, coloridos correos de felicitación y vales para ser gastados en línea?

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¿A las mamás mexicanas para quienes los apoyos del gobierno (de cualquier partido) son más una acción política clientelar, con el fin de ganar futuros votos, que programas realmente efectivos?

¿Feliz Día de las Madres a las mujeres a las que no se les dio la posibilidad de elegir si querían ser o no madres porque vivimos en un país en donde la educación sexual es sexista, anacrónica y deficiente, los anticonceptivos caros y poco accesibles y la posibilidad de elegir acabar con un embarazo es ilegal en muchos lugares del país?

En este momento de nuestra vida que, en lo colectivo y en lo individual, estamos re-evaluando nuestros valores y quereres y deberes, quizá sea momento de cuestionar no si celebramos a bien el Día de las Madres, si compramos el regalo adecuado, la tarjeta perfecta, el post más tierno en redes sociales, sino si somos parte de un país que le da a TODAS sus madres los otros 364 días que se merecen.

Este artículo fue originalmente compartido por la autora en su perfil de Medium. Te invitamos a seguirla.

Portada: GABRIELA PÉREZ/CUARTOSCURO


* Adina Chelminsky es economista, asesora financiera, ‘fintechera’, como se lee en su perfil de Twitter, y escritora.
De acuerdo con su bio en Planeta de Libros, ella no  nació siendo cabrona ni, mucho menos, millonaria. Es más: su vida financiera ‘era un desastre’, hasta que hace más de diez años tuvo una revelación y decidió que, en vez de analizar y preocuparse por los grandes mercados financieros, era más útil aprender a organizar su propia cartera y enseñar a la gente a manejar su poco o mucho dinero.
Es autora de ¿Cómo manejar tu dinero sin enloquecer en el intento? (Planeta) y Cabrona y millonaria (Diana).