Comprometidos con las personas, comprometidos con el futuro
Durante los últimos años, el desarrollo de nuevas tecnologías ha sido una constante, con una plétora de aplicaciones, dispositivos y plataformas, hemos sido testigos de la manera en que la innovación es capaz de mejorar la calidad de vida de los usuarios; sin embargo, es imperante que todas las empresas innoven no sólo en el alcance de sus productos, sino en el impacto que tienen con el mundo.
Uno de los principios clave por el que nos manejamos como empresa es: “Vivir y trabajar en busca del bien común”, (parte de la filosofía Kyosei). Esto es estar conscientes de que todo acto que hagamos va a tener una consecuencia y por ende es preciso un esfuerzo en común por hacer que tal impacto sea positivo; cada persona tiene el poder de mejorar no sólo su entorno, sino también el mundo de otros, y esa visión hoy en día es parte de la identidad de Responsabilidad Social de cada empresa; ¿cómo podemos generar tal influencia no sólo en el entorno laboral, con la sociedad en general, y sobre todo con el medio ambiente?
Lograr tal meta no es algo complejo, pero sí requiere determinación. La palabra clave es empatía; entender las circunstancias de terceros y transformar nuestra conducta para su beneficio. Por ejemplo, hace un par de años, cuando el aislamiento social tuvo un fuerte impacto tanto en empresas como en la sociedad debido al Covid-19, se implementó el trabajo remoto como alternativa, facilitándolo y por ende mejorando la calidad de vida de las personas; quienes tuvieron más tiempo para estar con su familia, y para ellos mismos.
Además, el poder sentirse parte de la sociedad, es otro punto que toda empresa debe adoptar. En los últimos años cada vez más mujeres han formado parte del equipo directivo de diversas organizaciones, lo cual es un parteaguas hacia la inclusión y en preferencias de género, pero además en políticas similares sobre la edad y raza.
El panorama es amplio, y no sólo tiene que abarcar a nuestro equipo de trabajo, sino que también su alcance debe ser capaz de llegar a las comunidades cercanas que también merecen un trato justo y respetuoso, porque no sólo es importante desarrollar soluciones que transformen el mundo para unos cuantos, sino que lo que hagamos tenga la capacidad de cambiar el entorno, y la vida de las personas; un principio que creemos en Canon Mexicana.
Es la forma correcta de hacer las cosas.
Pero todas estas iniciativas y compromisos que tenemos no sirven de nada si como industria no protegemos e implementamos políticas de sustentabilidad ambiental que generen un impacto. De acuerdo con la International Telecommunication Union, la cantidad de basura electrónica a nivel mundial que fue reciclada durante 2022 fue de 17%, y durante este año la meta es incrementar esa cifra a un 30%.
Para llegar a esa meta, es necesario implementar protocolos de reciclaje de residuos electrónicos, para mantener contaminantes que podrían resultar peligrosos para la flora y fauna que nos rodea; en ese aspecto no solamente la transformación de recursos es importante, sino también desarrollar programas enfocados a la reforestación; tan sólo como contexto, una iniciativa que actualmente practicamos en México es el Green Day, un día donde nos dedicamos a reforestar la zona del Iztaccíhuatl – Popocatépetl. Al día de hoy, hemos plantado alrededor de 12 mil árboles en total.
En los últimos años hemos visto grandes cambios en la sociedad y en la tecnología, así como la convergencia de distintas generaciones en el mercado laboral; la aparición de nuevas herramientas que nos permiten hacer más con menos, dándonos mayor agilidad, eficacia y capacidad; plataformas de transporte y comunicación; las innovaciones nunca paran. Y eso es algo que tanto las empresas como el mundo necesitan, no detenernos.
Si las industrias son capaces de comprender las necesidades de la sociedad, podemos construir un mundo mejor para futuras generaciones, con mayores oportunidades, e industrias que son sustentables y responsables con el medio ambiente. El camino es largo pero el compromiso está claro: seguir avanzando enfocados en el bien común. Una responsabilidad conjunta entre todos como empresas, independientemente del ramo al que pertenezcan, por el futuro de México y de nuestro planeta.
Alea iacta est – La suerte está echada.
*Pedro Monterrubio es gerente de Comunicación Corporativa y Servicios Generales en Canon Mexicana.