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Descubren cómo el coronavirus se adhiere a las células humanas

Descubren cómo el coronavirus se adhiere a las células humanas

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Este jueves se reportaron 144 fallecimientos en China a causa de la nueva cepa de coronavirus, lo que incrementó el total de muertes a 2 mil 118. Las autoridades sanitarias en el país asiático están haciendo todo lo posible por contenerlo y evitar una pandemia, mientras la comunidad científica hace lo mismo desde sus laboratorios.

El día de ayer se dio a conocer que investigadores de la Universidad de Texas (UT, por sus siglas en inglés) en Austin y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (INH, por sus siglas en inglés) recrearon un mapa en tercera dimensión del apéndice del COVID-19 que le ayuda al virus a adherirse a las células humanas para después infectarlas.

Lo anterior supone un descubrimiento crítico, pues permitirá desarrollar una vacuna o un medicamento antiviral contra el letal coronavirus de Wuhan, el cual se originó presuntamente en un mercado húmedo de Hubei.

La investigación se publicó ayer en la revista especializada Science.

Jason McLellan, profesor asociado de la UT, dirigió la investigación y sabía que su equipo podría llevar a cabo el proyecto.

“Tan pronto como supimos que se trataba de un coronavirus, sentimos que teníamos que investigarlo. Sabíamos exactamente qué mutaciones poner en esto, porque ya hemos demostrado que estas mutaciones funcionan para muchos otros coronavirus”.

Lo anterior, debido a que los investigadores que realizaron este proyecto ya tenían una amplia experiencia en el mapeo de las denominadas ‘proteínas espiga’ de esta familia en particular de virus.

McLellan apuntó que la ‘espiga’ es básicamente el antígeno que necesitan introducir en el cuerpo humano en aras de activar una respuesta del sistema inmune, el cual generará inmediatamente anticuerpos en contra de este intruso.

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El equipo de investigadores enviará el mapa de la estructura molecular de la espiga a colaboradores de todo el mundo para que puedan mejorarlo haciendo que provoque una mayor respuesta inmune.

El modelo también ayudaría a los científicos a desarrollar nuevas proteínas para unirse a diferentes partes de la espiga y evitar que funcione, lo que servirá como tratamiento para las personas que ya están infectadas. Estas proteínas se conocen como antivirales.

Con información de La Tercera, Aljazeera, The Japan Times, The Hill y Kxan
Portada: Unsplash
Interiores: Archivo DF