División del trabajo: el modelo económico inspirado en abejas
Las abejas hacen más que producir miel, pues estos insectos contribuyen al desarrollo sostenible e incluso, su forma de vida inspiró a crear metáforas para explicar teorías sobre la división del trabajo y la externalidad positiva.
Este 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Abejas, uno de los polinizadores que cada vez son más amenazados por la actividad humana.
La polinización es un proceso para la supervivencia de los ecosistemas, que son esenciales para la producción y reproducción de muchos cultivos y plantas silvestres.
Esta función y forma de trabajo de las abejas hizo que el filósofo, economista y sátiro neerlandés Bernard de Mandeville utilizara a dicho insecto como una metáfora de la economía en el poema Las Murmuraciones de la Colmena: o, Los Bribones se vuelven Honestos, que se encuentra en el libro La Fábula de Las Abejas.
En el escrito publicado en 1732, Mandeville anticipa conceptos económicos modernos como la división del trabajo y la ‘mano invisible’.
Mandeville señala que cada abeja se especializa en un trabajo específico que beneficia a toda la colmena, lo que es importante en cualquier proceso productivo.
James Meade, un economista inglés, retomó la metáfora de las abejas para explicar una idea sobre la externalidad positiva, que se refiere a todo tipo de repercusiones beneficiosas para la sociedad, generadas por actividades de producción o consumo, las cuales no están incluidas en sus costes.
De acuerdo con BBC, el inglés tomó como ejemplo la relación entre las manzanas y las abejas para señalar cómo la ‘externalidad positiva es algo bueno, pero que al mercado libre no le interesa producir lo suficiente para satisfacer los deseos de la sociedad, lo que significa que el gobierno podría querer subsidiarlo’.
En 1952, Meade planteó una región que contiene algunos huertos y un poco de apicultura, en la que si los agricultores de manzanas plantaran más manzanos, los apicultores se beneficiarían, porque eso significaría más miel.
Pero los agricultores de manzanas no disfrutarían de ese beneficio (la externalidad positiva) y por lo tanto no plantarían tantos manzanos como para mejorar la situación de todos.
Meade explicó que lo anterior se debe a que ‘el productor de manzanas no puede cobrarle al apicultor por la comida de las abejas’.
Meade y Bernard no son los únicos que han recurrido a las abejas. En la economía contemporánea, Yan Moulier Boutang, académico y activista político, adopta el mismo estilo literario para ilustrar el concepto de polinización, concepto que constituye desde su punto de vista un aspecto central de la economía postindustrial.
Fuentes: BBC, Forbes, Economipedia y Mis Finanzas para Invertir
Portada e interiores: Pixabay