Estos son los productos que más ‘programan’ para descomponerse
La vida útil de los productos actualmente parece que cada vez es más corta, debido a que las empresas programan la eficiencia de su mercancía.
La denominada obsolescencia programada se basa en una serie de factores para reducir la utilidad de un producto. Este concepto explica por qué varias compañías determinan cuánto durará en el mercado y, en varias ocasiones, disminuyen considerablemente la vida útil de su mercancía con el fin de incrementar sus ventas.
En el ámbito tecnológico se demuestra con mayor claridad que varios productos están articulados para descomponerse en cierto tiempo; sin embargo, la obsolescencia programada no es un término recientemente implementado en el comercio.
Aquí te dejamos una lista de los productos que están fabricados para tener una duración corta:
Baterías de dispositivos móviles
Aunque entre tus planes no esté el cambiar de celular a cada rato, la vida útil de la batería puede traerte problemas y orillarte a comprar un nuevo smartphone.
Con cada ciclo de carga, la batería se degrada hasta que no pueda almacenar el 100 por ciento de la energía como lo hacía al principio.
Según datos de fabricantes de baterías, un ciclo de carga equivale a una descarga completa del objeto y una recarga al 100 por ciento.
Después de 400 ciclos, la batería puede degradarse hasta un 20 por ciento, aunque en teléfonos celulares este proceso puede ser más rápido.
Videojuegos
A partir de 1990, las consolas de videojuegos han experimentado una vida útil más corta.
Con los lanzamientos del PlayStation 4 y el Xbox One, los dueños de sus empresas lograron vender más de 1 millón de unidades en las primeras 24 horas, por lo que no resulta difícil conocer por qué el promedio de utilidad de las consolas oscila en los cinco años.
Bombillas
Uno de los productos que existieron desde antes que surgieran los dispositivos móviles son las bombillas o focos, los cuales tienen una vida útil calculada en horas de duración.
Cuando se crearon las primeras bombillas se buscaba que lograran funcionar por décadas; sin embargo, actualmente son productos que requieren cambiarse con mayor frecuencia debido a su obsolescencia programada.
Los expertos señalan que los focos led son los más duraderos, con una vida útil de hasta 50 mil horas, mientras que las lámparas fluocompactas de bajo consumo llegan a 6 mil y 10 mil horas. En último lugar están las bombillas alógenas con 2 mil horas.
Software
El soporte de un sistema informático para dispositivos tecnológicos tiene cada vez más modificaciones que obligan a sus dueños a cambiarlo constantemente.
Los softwares no solo presentan actualizaciones, sino que las empresas venden la necesidad de tener más RAM o mejorar la tarjeta de memoria para cambiar este soporte.
Medicamentos
Aunque parezca sorprendente, la fecha de caducidad de los medicamentos no está estrictamente relacionada con la vida útil real, sino con las estrategias de las mismas empresas fabricantes.
Los medicamentos tienen vida ilimitada, aunque la fecha de caducidad que colocan los laboratorios se basa en estudios sobre degradación, la cual colocan en el envase basados en el tiempo que pueden garantizar que este será ‘estable’.
Aunque algunos fármacos anteriormente presentaban fecha de caducidad de hasta cinco años, actualmente no existen medicamentos con más de dos o tres años de vida a partir de su fabricación.
Cafeteras
Cuando se descomponen estos productos es posible repararlos; sin embargo, debido a que las piezas y el trabajo para ello resultan costosos, los usuarios prefieren desecharlos.
No obstante, los consumidores pueden alargar la vida útil de las cafeteras teniendo en cuenta procesos de limpieza y mantenimiento continuo.
Semillas
Suena extraño saber que las semillas pueden ser ‘creadas’ para que tengan una vida útil corta, pero el suceso es posible actualmente gracias a empresas como Monsanto.
En marzo de 1998, dicho corporativo patentó una tecnología llamada Restricción del Uso de Genes (GURT, por sus siglas en inglés) que permite que las plantas que suministra la compañía produzcan semillas estériles.
Cuando los agricultores cosechan, no pueden emplear el producto que obtuvieron de su siembra, puesto que no servirá para renacer. Esto garantiza a la empresa sus ventas en cada ciclo agrícola.
Cartuchos de tinta
Con los chips inteligentes que traen estos productos, los fabricantes pueden desactivar las impresiones en cierto nivel de tinta.
Además, al momento de pasar la fecha de caducidad, las impresoras pueden detener su trabajo hasta que no se cambien por otros cartuchos con vigencia.
Vehículos
Para las empresas automotrices no resulta un negocio que un automóvil tenga larga duración, por lo que, con el paso del tiempo, han generado nuevos modelos con diferencias de tiempo relativamente cortas entre uno y otro.
Pero el que una persona cambie de vehículo de manera frecuente no se basa solo en la decisión personal, sino que varias veces los fabricantes dejan de producir ciertas piezas indispensables para las reparaciones de algunos modelos que obligan a los usuarios a comprar otro.
Celulares
Mientras que hace algún tiempo estos dispositivos móviles duraban varios años con un mismo dueño, actualmente los usuarios cambian en menos de quince meses sus teléfonos.
Según los expertos, los celulares deberían durar entre diez y doce años si no existiera en ellos la obsolescencia programada.
Los dispositivos podrían vivir este tiempo en lo que respecta a la parte mecánica y electrónica; sin embargo, facores como el software, la batería, actualizaciones o, simplemente, la moda, llevan a los consumidores a desechar celulares.
Productos eléctricos y electrónicos
No importa si es un refrigerador, un horno de microondas, una estufa, una televisión, una computadora o cualquier producto de este tipo, las personas tienden a cambiarlos por uno nuevo antes que invertirle en las reparaciones cuando fallan.
El servicio técnico no es tan rentable como comprar un producto nuevo garantizado, sin contar que las empresas están anunciando siempre nuevas mercancías más innovadoras y que presuntamente añaden nuevas ventajas al consumidor.
Prendas de vestir
Al menos cada tres meses las compañías dedicadas a la ropa lanzan nuevos productos que están en tendencia y van de acuerdo con la temporada, lo que lleva a la gente a consumir mayores cantidades de prendas sin que realmente tenga necesidad.
Aunque antes la ropa y el calzado duraban varios años, actualmente la calidad no importa tanto para las empresas y los consumidores, puesto que lo imprescindible es que estén ‘a la moda’.
Con información de Dinero en Imagen, Alto Nivel, Computer Hoy Info Farmacia y BBC Mundo
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