Fed vs Mercados
En el pasado reciente cuando la Fed prácticamente regaló billones de dólares a la economía norteamericana y el resto del mundo, las consecuencias fueron, y siguen siendo, devastadoras comenzando por la quiebra del sistema bancario de EU lo que ha costado mucho al resto del mundo. La desmedida liquidez trajo abundantes ganancias en los mercados de capitales. Por un buen lapso los ciudadanos americanos compraban incansablemente todo tipo de bienes y servicios lo que incluía bienes inmuebles haciendo uso desmedido del crédito, lo mismo el gobierno que, como es costumbre, abusó del gasto, los mercados multiplicaron sus múltiplos por decenas.
El exceso de liquidez no se controló, por el contrario, la fábrica de dólares siguió produciendo moneda en cantidades ingentes a lo que se sumó el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra, no digamos los bancos centrales de China, Rusia e India quienes al ser inundados por dólares se sintieron con la suficiente fuerza como la producir las mismas cantidades de sus monedas. Por la naturaleza distinta de los bancos centrales y los mercados estos últimos no hacían más que regodearse de alegría ganando cantidades billonarias ante lo proco atractivo del ahorro bancario y bonos del tesoro. El resultado fue el surgimiento exponencial de empresas en uno o dos años llegaban a valer billones de dólares precios que nunca alcanzaron empresas con 100 años de antigüedad en los mercados. Así empresas como Coca Cola, Ford, McDonald´s, Walmart con décadas de existencia y trabajo se vieron fácilmente superadas en su valor. La nueva forma de hacer comercio con base en el uso de la tecnología a gran escala fue fuertemente impulsada por exorbitantes y rápidas guanacias en los mercados debido a la gran cantidad de liquidez. Estos excesos son la principal razón por la que ahora cientos de millones de personas están sufriendo el alza en los precios no de las acciones de empresas, sino de las cosas más mundanas como la comida, la renta de sus casas o las colegiaturas de sus hijos. Los actuales niveles de precios no se habían visto en décadas, como respuesta a estas tasas de inflación la reacción natural es mover el péndulo hacia el otro lado frenando la fábrica de dinero, retirar y encarecer fuertemente el costo del dinero. Esto no lo entienden los mercados últimamente acostumbrados a ganar mucho en poco tiempo, ello porque nos acostumbramos a poner demasiada atención en su comportamiento y nula atención a lo que le cuesta a la gente la vida diaria. En adelante veremos dinero caro y con mercados a disgusto peleando con los bancos centrales por volver al dinero abundante y barato para seguir su imparable racha de ganancias aún a costa de millones de personas que ven cómo su nivel de vida disminuye.