Innovación en la enseñanza hacia el futuro
Para comprender la educación en un contexto actual, debemos entender la gran pérdida que hemos sufrido, debido a que estamos frente a la consecuencia de una de las peores tragedias de la humanidad en la época actual: la pandemia. Como resultado de ésta, la educación tiene que replantearse forzosamente o seguirá perdiendo fuerza ante los retos que enfrenta, subsistir en un contexto moderno, digital y globalizado.
La educación básica de calidad debe de entender que más que educar, puede desarrollar el potencial humano de los educandos con la idea de integrar tecnología, aunado a que hay que cambiar la pedagogía; esto es, integrar tecnología de otra manera. Debemos partir de la premisa de no regresar al sistema tradicional de ver la espalda de la maestra y recibir dictado. Tenemos la responsabilidad de iniciar con un aprendizaje activo, vivencial y experiencial que conecte y desarrolle nuevas habilidades.
Antes de la pandemia no nos atrevíamos a cuestionar el sistema educativo, hasta que la educación se metió a nuestra casa y nos dimos cuenta de la dificultad y los retos que enfrenta el sistema tanto para alumnos, profesores y directivos; por eso es vital no regresar a marzo de 2020 y seguir evolucionando.
Según el diario The Economist, vivimos en una época donde los niños y jóvenes realizan muchas de sus actividades a través de una app: meditan, juegan, hacen ejercicio, ven películas o series, leen y aprenden cosas nuevas. Por otro lado, en las escuelas se prohíbe el uso de la tecnología en la educación.
Debemos plantear educar acorde a la época en que vivimos utilizando las nuevas tecnologías que tenemos a la mano. Muchas de estas aplicaciones con las que conviven los niños y jóvenes les enseñan de la inclusión, la discapacidad, la igualdad de género; conviven a diario con la frustración y fracaso, con la colaboración y practican el trabajo en equipo (virtual), principios que se requiere en la educación ya que son formativos para la vida laboral. Sin tecnología no vamos a poder avanzar al ritmo que necesitamos para cerrar brechas.
Por esta razón, algunas instituciones, entre ellas Universidad ICEL, ya han trabajado en estrategias educativas para mantener su liderazgo y hacer frente a los continuos y rápidos cambios que se están generando en la educación. Estas son algunas de las estrategias más relevantes que se han adaptado en el mundo:
- Educación orientada a las necesidades laborales. La tecnología puede permitir que las instituciones de educación superior atiendan de manera más flexible. Por esa razón muchas instituciones han decidido hacer cambios en los planes de estudio, de tal forma que se pueda hacer más práctica y con base a lo que el mercado laboral actual requiere en actitud y aptitud de los egresados, aunado a que sepan utilizar tecnologías de forma nativa.
- Un aprendizaje híbrido y en línea. Universidad ICEL ha apostado por la educación LiveStreaming, un modelo basado en enseñanza-aprendizaje en línea y presencial, o sea, híbrido para apoyar las necesidades no solo de aprendizaje sino de la economía y el desarrollo social de los estudiantes. ICEL plantea incluir una variedad de escenarios, como horarios flexibles hasta entornos de trabajo 100 % distribuidos a través del LiveStreaming así como el campus Online.
- Crecimiento de la resiliencia institucional. Para la Organización Internacional para la Estandarización (ISO) la resiliencia institucional es «la capacidad de una institución para absorber y adaptarse en un entorno cambiante para permitirle cumplir sus objetivos, sobrevivir y prosperar». Las instituciones deberán desarrollar aún más estas habilidades para prosperar y ofrecer a los educandos una educación acorde a las realidades que se viven.
- El mundo cambió y la educación también. Se hizo más consciente este cambio desde la pandemia, sin embargo, solo fue un pretexto, ya que la educación lo requería desde mucho tiempo atrás. Es por esta razón que Universidad ICEL junto con una serie de instituciones de alto prestigio se comprometieron a generar una solución que permitiera a cualquier alumno integrarse a las clases sin riesgos o barreras.
- “Así crearon una experiencia inmersiva de aprendizaje, en donde a través del uso de tecnología ubicada dentro del salón de clases, el alumno tiene la libertad de ser incluido donde quiera que esté; desarrollando así una opción educativa en un formato seguro”.
* Carlos Camacho Rangel es especialista en comunicación de Universidad ICEL.