La capacitación laboral hotelera como estrategia de combate en México
Al tercer día fue encontrada. Llegó al hotel Estaciones en la Ciudad de México desde el sábado por la tarde con un hombre, quien dejó la habitación la madrugada del domingo. El calor de mayo que estropea cualquier materia orgánica hizo lo que pudo para llamar la atención del feminicidio cometido contra aquella joven, pero el personal del hotel se percató hasta el martes. Esto ocurrió entre el 7 y 10 de mayo de este año.
En Estados Unidos, un grupo de grandes cadenas hoteleras como Hilton, Intercontinental y Best Western comenzó el convulso 2020 con una demanda histórica en ese país y muchos otros. Fueron acusados de beneficiarse del tráfico sexual de al menos 13 mujeres, quienes fueron vendidas en sus lujosas habitaciones en diferentes estados de aquel país.
Feminicidios, tráfico y trata de personas, turismo sexual y otros delitos son cometidos en pequeños moteles de paso, pero también en opulentos hoteles de cinco estrellas. Algunos trabajadores o trabajadoras están coludidos, pero hay quienes simplemente desconocen las señales de alerta que podrían salvarle la vida a millones de personas adultas o infantes que se hospedan en su centro de trabajo.
En México, la Secretaría de Turismo (Sectur) creó el Código de Conducta Nacional para la Protección de Niñas, Niños y Adolescentes para el sector hotelero y de viajes. Es un mecanismo “para orientar y comprometer” al sector turístico “en la prevención, detección y denuncia de la explotación sexual”, según la dependencia federal.
El código es de adhesión voluntaria y contiene los criterios para que las empresas y prestadores de servicios identifiquen y apliquen en sus establecimientos elementos clave para detectar y prevenir delitos relacionados a la trata de personas. Y si bien está dirigido a salvar a menores de edad, se puede aplicar de manera general.
Con este mecanismo, al menos el 80% del personal de recibir capacitación especializada. De esa manera, el hotel obtiene una certificación que le distingue como un lugar seguro, la cual tiene una vigencia de dos años. “Hemos concientizado al personal para detectar ese tipo de gente, cuando está comprando servicios, cuando intenta meter a personas a los hoteles o cuando buscan esos servicios”, explica Gustavo Bolio, coordinador del Comité de Recursos Humanos de la Asociación Nacional de Cadenas de Hoteles (ANCH).
Hasta ahora, el 70% de las trabajadoras y los trabajadores de los hoteles que pertenecen a una cadena hotelera en el país han sido certificados en la prevención de abuso a menores, estima.
México: Origen, destino y tránsito de trata
El gobierno de México no investigó ni procesó a ningún presunto turista sexual infantil, no cumple plenamente con las normas mínimas para la eliminación de la trata de personas y la falta de seguimiento al código de conducta limitó su eficacia, indica el Reporte sobre Trata de Personas 2022 para nuestro país, elaborado por el gobierno de Estados Unidos.
“El turismo sexual infantil sigue siendo un problema y continúa expandiéndose, especialmente en las zonas turísticas y en las ciudades fronterizas del norte (…) Muchos turistas sexuales infantiles proceden de Estados Unidos, Canadá y Europa Occidental”, pero también hay hombres mexicanos, agrega el informe.
México es el país de donde procede la mayor parte de las víctimas de trata localizadas en Latinoamérica y Estados Unidos, según el Consejo Ciudadano de la Ciudad de México.
La legislación mexicana define el delito de trata como toda acción u omisión dolosa para captar, enganchar, transportar, transferir, retener, entregar, recibir o alojar a una persona con fines de explotación. La sanción que prevé es de cinco a 15 años de prisión, más una multa de 1,000 a 20,000 días.
Según la ONU, México es un país de origen, tránsito y destino de trata de personas. El 85% de las víctimas son niñas y mujeres y el 15%, hombres y niños, de acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
En el turismo mexicano, la trata con fines de la explotación sexual infantil y con fines de explotación laboral son los más comunes, señala la Sectur. La primera ocurre cuando “un delincuente se hace pasar por turista, nacional o extranjero, se traslada a cierto destino y establece contacto sexual con personas menores de edad, generalmente a través de tratantes y en ocasiones con la complicidad de algunas personas prestadoras de servicios que lo facilitan o promueven”.
La explotación laboral de niñas, niños y adolescentes sucede cuando son sometidos a realizar trabajos “en condiciones peligrosas, inseguras o insalubres, que atentan contra sus derechos y dignidad, obstaculizan su educación y ponen en peligro su salud física y mental e inclusive su propia vida”.
Los cinco puntos del código de conducta
El código de conducta para prevenir la trata sexual de menores, explica Gustavo Bolio, tiene cinco ejes:
- Asumir un compromiso por escrito
- Sensibilizar y capacitar al personal
- Establecer un protocolo de acción
- Formar redes de colaboración para prevenir la explotación sexual
- Presentar informes sobre su funcionamiento.
El crecimiento de la industria hotelera no puede basarse en la trata de personas, subraya. Por ejemplo, agrega, uno de los mecanismos que han implementado los hoteles adheridos son candados informáticos para que los huéspedes no naveguen en sitios que ofertan ese tipo de servicios.
La capacitación al personal desarrolla habilidades para sospechar cuando una persona pudiera estar siendo obligada a ingresar a sus instalaciones. “Puede ser que entre escondida, tapada o con una actitud de que está siendo amenazada y no pueda decir nada. Lo notas porque te desvía la vista, baja la cabeza”, detalla Bolio. Esa formación la debe recibir toda la plantilla con un reforzamiento cada seis meses, recomienda la ANCH.
Los cursos también les ayudan a identificar las redes de taxis u operadores de tours que promueven el turismo sexual para evitarles el acceso al hotel. “El mismo taxi te ofrece ir a un tugurio o te da un catálogo de niños prostituidos o tratados”.
Los hoteles cuentan con una línea directa para denunciar un caso ante las autoridades. La llamada se realiza a nombre del grupo hotelero para proteger la integridad del personal.
En 2021, la Sectur colaboró con una organización para impartir 19 formaciones virtuales y presenciales sobre este código de conducta, “llegando a más de 10,000 empleados de 148 hoteles de todo el país”, indica el informe sobre la trata en México del gobierno estadounidense.
Sin embargo, el reto radica en implementar el código en las pequeñas y medianas empresas, en los hoteles familiares para hacer conciencia sobre este tema, dice Bolio. “Si sacáramos un porcentaje del total, pues las cadenas hoteleras representaremos un 30% del disponible total a nivel nacional”, puntualiza.
En la Ciudad de México, el gobierno capitalino y el sector de hoteles y moteles también crearon un programa de capacitación y certificación, por medio del cual las empresas reciben el sello Hotel Seguro. La instrucción es para que el personal detecte posibles casos de trata, feminicidio y violencia sexual y sobre su obligación de avisar a las autoridades.