Lo que se estrelló fue más que un globo
Quienes no conocen el pasado están condenados a repetirlo
George Santayana.
En términos de la relación entre China y Estados Unidos, lo que se estrelló en el mar fue más que un globo.
La presencia del supuesto globo espía voló los intentos de arreglar las relaciones entre los rivales hegemónicos y aterrizó la desconfianza en un contexto complicado que promete abrir un nuevo capítulo en la historia.
¿Qué información era tan importante como para echar a perder la visita de Antony Blinken?
Ninguna respuesta parece saltar a la vista y el hecho es que el principal diplomático estadounidense canceló su visita a China la semana pasada, por lo que Beijing trató inicialmente de asegurar a Washington que todo había sido un accidente.
No obstante, el globo fue derribado finalmente frente a las costas de Carolina del Sur y los chinos se han quitado los guantes, alegando la violación de tratados internacionales por parte de los estadounidenses.
Una situación que pinta como bastante delicada si se toma en cuenta que la guerra en Europa ha ocasionado roses indirectos entre estos dos países, que el mayor reset que se ha dado en los últimos tiempos es que China quiere ser tratada en términos de igualdad, y que la última encuesta de Gallup revela que el 49% de los estadounidenses ven al gigante asiático como el principal enemigo de su país.
Las visiones no concuerdan y esto nos lleva de regreso a la trampa de Tucídides. En la que la tensión estructural letal que se produce cuando una potencia nueva reta a otra establecida, crea las condiciones para que estalle una guerra y si revisamos la historia mundial de los últimos 500 años, esto ha sucedido 16 veces, de las cuales 12 han acabado en guerra.
Cuando un globo claramente visible, que transportaba material, empezó a flotar cerca de los silos de misiles nucleares estadounidenses, la suposición de algunos fue no sólo que se trataba de espionaje, sino que debía de haber sido enviado como mensaje al gobierno de Biden. Demostrando así, que la temperatura de esta relación va en aumento y que la página será difícil de cambiar si se confirma la existencia de otros dos globos. En donde uno podría estar en Estados Unidos y otro en Colombia.
Ahora bien, tampoco debemos olvidar el nuevo frente que el globo ha abierto entre demócratas y republicanos. Porque mientras Trump dice que esto es parte del poco respeto que China le tiene a Biden, el Pentágono dice que otros tres incursionaron durante el mandato del republicano. El antiguo director de inteligencia nacional, John Ratcliffe, ha rechazado dicha afirmación y esto no ha hecho más que añadirle leña al fuego de la hoguera que comienza a gestarse rumbo a 2024.
Parece que una nueva piñata podría tomar el lugar de México rumbo a las elecciones y que una vez que ya nadie se acuerde del globo, el reto será ver si vuelven a programar una visita a Beijing de Biden o si la desconfianza sigue en aumento en un mundo cada vez más polarizado y en donde la crisis económica requiere de nuevos culpables.
Por eso que insisto, en que lo que se estrelló fue más que un globo.
El último en salir, apague la luz.
Stephanie Henaro Canales
Twitter: @HenaroStephanie