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Más sobre el nearshoring

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México y la política industrial para la re-localización

egionalización, o acercamiento, o nearshoring, es el principal fenómeno económico que anima a la economía mexicana. Es una oportunidad de verdad peculiar, en una época en la que la economía global tiende a los servicios, México puede escapar a esta tendencia y fortalecer su actividad industrial, la que genera empleos de mayor calidad y valor agregado. Eso es de particular relevancia en una economía que, dado su tamaño, está relativamente mal provista de recursos naturales que extraer.

Debido a nuestra ubicación, al tratado comercial, a la infraestructura de logística y al desarrollo de medios ambientes económicos capaces de ligarse a las cadenas de valor del norte del continente, las inversiones ligadas al acercamiento a los Estados Unidos ya suceden.

Las exportaciones manufactureras de México han crecido en 6.6% durante los últimos 12 meses. Por eso, como lo señala el estudio de BBVA sobre el tema, las zonas industriales de Tijuana, las de Coahuila, Juárez y Monterrey ya alcanzaron o están cerca de ser utilizadas a su máxima capacidad. Ese fenómeno también explica el notable crecimiento del rubro de maquinaria y equipo en el producto nacional. Eso significa que varias de las fábricas que ya se dedicaban a la exportación a Norteamérica, han ampliado recientemente sus instalaciones y equipamiento para incorporar más procesos, insumos y partes para sustituir a otros que antes se realizaban en China. Eso incluye actividades complejas, ligadas a sectores como el automotriz o el electrónico, pero también otros más relacionados con la maquila tradicional, como el textil o de plásticos, con crecimientos de exportaciones de más de dos décadas.

El nearshoring, de hecho, va a incrementar el contenido nacional de nuestras exportaciones, algo que debimos haber buscado desde hace tiempo por medio de políticas industriales.

En pocas cosas existe consenso entre la clase política de los Estados Unidos, una de ellas es reducir su dependencia al comercio con China. Eso significa que los procesos de acercamiento van a continuar por varios años, buena parte de los mismos se van a concretar en los propios Estados Unidos o Canadá, pero, por razones de costos y de eficiencia mexicana en varios procesos y sectores, México es una opción por la que necesariamente se tendrá que optar. El principal problema es que la saturación de plantas industriales, así como problemas de provisión eléctrica e hidráulica puede poner un límite a las inversiones que ya se realizan.

Las conexiones portuarias, férreas y carreteras ligadas a Norteamérica son importantes, pero tendrían que fortalecerse, especialmente si quiere que regiones que no se encuentran en la frontera, como la del Centro-Bajío, Toluca, el Valle de México, Guadalajara o Puebla se integren a los procesos de acercamiento. Hasta ahora buena parte de las nuevas inversiones se han concentrado en Nuevo León, Chihuahua, Baja California y Coahuila. Eso requiere de inversiones públicas y privadas importantes para los próximos años, de hecho, sería importante que se tuviera un plan de infraestructura con la finalidad de mejorar la logística de la manufactura en Norteamérica y el desarrollo de mecanismos de financiamiento como las fibras.

Si lo que se quiere es también desarrollar nuevas actividades, como la producción de maquinaria para la industria tecnológica, será necesario construir, con las empresas y los gobiernos, nuevos medios ambientes productivos para hacerlos posibles.

Se calcula que el acercamiento podría incrementar en 10% las exportaciones manufactureras y en 0.4 puntos del PIB en los próximos años, pero podría ser más o menos, dependiendo de la política industrial que tengamos. Por cierto, un fenómeno películas de nearshoring sucede en la Ciudad de México, una buena cantidad de profesionales, muchos de ellos de Norteamérica han escogido a la capital como lugar de trabajo, algunos de ellos tuvieron que dejar el hoy complicado Taiwán. Esto genera beneficios económicos y oportunidades que no hemos aprovechado.

Twitter: @vidallerenas

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