Protestas exhiben discriminación sistémica en una economía dominada por blancos
Las protestas en Estados Unidos exhibieron la discriminación sistémica en una economía dominada, primordialmente, por hombres blancos.
En 2009, la llegada de Barack Obama a la Presidencia de Estados Unidos hizo que muchos pensaran que el país había avanzado significativamente hacia la igualdad racial.
Sin embargo, la elección de Donald Trump en 2016 demostró que las cosas no habían cambiado tanto como se pensaba y ahora, justo en el año en que busca su reelección, ha estallado una ola de protestas contra el racismo persistente.
Las manifestaciones no solo han dividido a la población, sino también tienen grandes implicaciones en el ámbito económico.
Los analistas refieren que existe un racismo y discriminación sistémica contra la población afroamericana, de los cuales no se han salvado celebridades, y que además de provocar una fuerza policial excesiva contra ella, tiene otras consecuencias.
Según los expertos, la comunidad de color se enfrenta a la insuficiencia en atención médica y el freno a su progreso económico con la negativa de subsidios gubernamentales.
El Centro de Investigaciones Pew afirmó que, con el paso de los años, la brecha entre blancos y negros no solo no se ha acortado, sino que continúa creciendo.
En 2018, los hogares afroamericanos incluso tuvieron un ingreso medio 61 por ciento menor que el de los caucásicos.
Pese a este panorama, Larry Kudlow, asesor económico de la Casa Blanca, se ha negado a aceptar que exista un racismo sistémico en la Unión Americana:
“La mayor parte de mi vida adulta profesional he luchado por la igualdad de derechos, incluyendo los derechos civiles, pero no creo que actualmente Estados Unidos tenga racismo sistémico. Tenemos algunas manzanas malas en los Departamentos de Policía, y eso cambiará”
Por su parte, los economistas negros afirman que se han producido algunos progresos en la lucha contra la discriminación, pero la profesión está lejos de tener un cambio significativo en cuestiones raciales.
De acuerdo con cifras oficiales, los afroamericanos están muy poco representados entre los estudiantes y profesores de finanzas, no tienen editores en las revistas más prestigiosas del ramo y tampoco cuentan con catedráticos en el Departamento de Economía de Chicago, el de más historia en el país.
En 2019, una encuesta de economistas publicada por la American Economic Association reveló que solo el catorce por ciento de los profesionales del ramo negros estuvo de acuerdo con la afirmación de que ‘las personas de mi raza/etnia son respetadas dentro del campo’.
La falta de diversidad ha dejado a la profesión mal equipada en un momento en el que los responsables políticos buscan ideas sobre cómo combatir la desigualdad racial en la Policía, empleo y otras áreas.
William Spriggs, economista de la Universidad de Howard, escribió a sus colegas una carta abierta en la que expresó:
“Afortunadamente, este momento hará que los economistas reflexionen y reconsideren cómo estudiamos las disparidades raciales”
Mientras tanto, la comunidad afroamericana debe continuar enfrentando el hecho de que las revistas de finanzas están llenas de artículos que enfatizan diferencias en educación e incluso coeficiente intelectual entre blancos y negros, en lugar de volver la mirada hacia la discriminación sistémica o las barreras estructurales.
Con información de The New York Times, Dinero y Europa Press
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