UE aprueba su décimo paquete de sanciones contra Rusia al cumplirse el primer año de la invasión a Ucrania
Tras frenéticas negociaciones hasta el último momento, la Unión Europea aprobó un décimo paquete de sanciones contra Rusia en el día en que se cumplió el primer año desde su invasión a Ucrania, dijo la presidencia sueca del bloque el viernes por la noche.
“Juntos, los estados miembros de la Unión Europea han impuesto las sanciones más contundentes y de mayor alcance jamás vistas para ayudar a Ucrania a ganar la guerra”, anunció la presidencia en Twitter.
“La Unióneuropea está unida en torno a Ucrania y al pueblo ucraniano. Seguiremos apoyándolos mientras sea necesario”.
El paquete incluye restricciones de exportación más severas con respecto a los bienes de doble uso, así como medidas contra las entidades que apoyan la guerra, difunden propaganda o entregan drones utilizados por Rusia.
Cuando faltaban dos horas para la medianoche, los estados miembros de la UE cruzaron la línea de meta con poco tiempo de sobra, después de que Polonia lanzara una llave inglesa a la negociación.
Varsovia dijo que las restricciones propuestas a las importaciones de la UE sobre el caucho ruso incluían una cuota tan grande de importaciones exentas y periodos de transición tan largos que no tendrían efecto en la práctica.
Otros países de la UE estaban desconcertados de que Varsovia, uno de los principales detractores de Rusia en el bloque, se arriesgara a que no se anunciaran nuevas sanciones en el primer año desde el ataque de Moscú contra Ucrania por solo un aspecto del paquete.
“Esta es una óptica muy mala. Lo que se suponía que era clave aquí es un mensaje de solidaridad con Ucrania en este día especial”, dijo un diplomático involucrado en las negociaciones confidenciales entre los 27 países de la UE en Bruselas.
Todos los estados miembros deben aprobar sanciones para que se promulguen, lo que hace que las conversaciones entre los 27 sean a menudo tediosas y largas.
La UE ha dicho que la décima ronda de sanciones contra Rusia desde que comenzó la guerra fue diseñada para dificultar la financiación de la guerra y privar al país de equipos tecnológicos y repuestos para las armas utilizadas contra Ucrania.
Las medidas también estaban destinadas a incluir en la lista negra a más personas, entre ellas a figuras que Occidente considera como propagandistas rusos y a quienes Kiev señala como responsables de la deportación de niños ucranianos a Rusia y a los involucrados en la producción de drones iraníes desplegados en el frente.