Urge el game over del machismo en los videojuegos; las mujeres juegan y también pueden ser las mejores
No es ninguna novedad que el machismo se aparece en todos los rincones de la vida privada y pública, y conforme más espacios tenemos disponibles, más formas toma la violencia. El mundo gamer no es la excepción.
De acuerdo con diversos estudios realizados por consultoras, en América Latina alrededor de la mitad de los gamers son mujeres y pese a la alta representación femenina este espacio es uno de los que alberga más acoso, discriminación y otras agresiones contra las adolescentes y mujeres.
Discriminación y acoso
“Yo juego Valorant, y en este videojuego se tiene un chat de texto con el equipo contrario y no siempre, pero pasa mucho que si se enteran que eres mujer, salen comentarios como “vete a la cocina” o “eres mujer, qué mala eres” y es un constante acoso durante las partidas que pueden durar entre 30 minutos hasta una hora y media”, dijo Connie Rauda, mejor conocida como Raudex, su usuario gamer.
A veces son los mismos integrantes de tu propio equipo los que te juzgan por ser mujer si te equivocas, agregó.
Muchas niñas, adolescentes y mujeres han tenido experiencias de segregación importante en este ámbito, como lo dice la misma Raudex, “yo empecé muy chiquita en el mundo de los videojuegos, yo veía a mis hermanos jugar, pero entonces no me dejaban jugar con ellos”.
En el estudio Gamers Research Field Agent 2021 de Nivea y LDM se encontró que las mujeres sí perciben significativas barreras para su desarrollo como gamers en relación con la situación de los hombres. Casi 70% de las encuestadas identificaron comentarios inapropiados, poco más del 60% señaló una sexualización de los personajes y cerca de la mitad consideró que los estereotipos de género son también un obstáculo.
“Yo creo que casi todas, si no es que todas, las mujeres que nos dedicamos a jugar y transmitir hemos recibido comentarios de hate sólo por ser mujeres”, dijo la streamer mexicana en entrevisa con El Economista.
No te des el lujo de no ser perfecta
Algo parecido a lo que sucede con el violento estereotipo de género sobre el buen conducir: “todas las mujeres manejan mal” o “si manejas mal es porque eres mujer”. En el mundo gamer no te puedes permitir tener un mal día, equivocarte o no jugar perfecto en una partida porque automáticamente se atribuye al hecho de ser mujer.
“Capaz en esa partida no estás jugando también como todos los días y simplemente por ser mujer ya te ganas las opiniones no pedidas de que no deberías jugar y que esas no son cosas para mujeres”, dijo Raudex.
Estamos avanzando para que los hombres se sientan cómodos en espacios que se consideran “femeninos” y que se erradiquen esos estereotipos de género, pero al machismo le molesta mucho. Le molesta que ocupemos esos espacios y que seamos buenas, agregó.
Y si eres muy buena, “es por algo”
Otra de las formas que adopta la violencia en el mundo gamer es la sexualización de las mujeres que participan, que va también de la mano con la desacreditación. Como de inicios, eran los hombres quienes tenían mayor representación tanto de streamers como de expectadores, se han ido arrastrando esos estigmas. El éxito de las mujeres siempre es subestimado y la mayoría de las veces bajo el argumento de que “si les va bien es porque enseñan algo”.
“A los hombres los ven porque juegan muy bien y la gente lo apoya por eso, pero como tú eres mujer no van a tu canal a ver cómo juegas sino a verte a ti, que si usas escote o si eres bonita. Se tiene el estereotipo de que si una mujer prospera en el mundo gamer es por su cuerpo, cuando en realidad todos podemos crecer sin importar el género”, afirma Raudex.
Y aunque en los últimos años las compañías que desarrollan los videojuegos, algunas marcas y hasta organizaciones se han esforzado por dar visibilidad a esta problemática y erradicarla, lo que persiste es el machismo entre los usuarios y la audiencia.
“Necesitamos hacer que esto sea una comunidad de todos desde todos los aspectos. Falta visibilidad para las muejres streamers, patrocinios e interés por los torneos femeninos e incluso en la publicidad. Por ejemplo, en los anuncios siempre se muestran hombres jugando, cuando somos muchas las mujeres que jugamos. Hay que romper el estigma, las mujeres pueden ser muy buenas y también muy malas, igual que los hombres, y no tiene nada que ver con el género”, concluyó Connie Rauda.