¿Por qué evaluar el liderazgo? Beneficios y pasos a seguir
El año está por terminar y es buen momento para analizar cómo nos fue, si se cumplieron los propósitos, si el negocio cumplió sus metas y por qué no hacer una evaluación del liderazgo en la compañía.
Si normalmente en el negocio se hace un análisis del cumplimiento de las metas y objetivos, resulta conveniente hacer lo mismo con los líderes; detectar las deficiencias y áreas de oportunidad.
Bruce Corte, especialista de DDI, dice que no hacer una evaluación objetiva de las capacidades del líder puede tener consecuencias como crear sesgos inconscientes que influyan en el proceso de la compañía y generar equipos desconectados, baja productividad y mayor rotación.
“Estos solo son los costos de no evaluar a los gerentes de primera línea, por cada puesto de nivel superior crece el costo de un liderazgo deficiente porque tienen más influencia sobre las personas, la estrategia y el presupuesto. A nivel ejecutivo, los errores de un individuo pueden costar millones”.
¿Cómo hacer la evaluación?
Es necesario precisar que la evaluación del liderazgo no debe ser una más, sino un proceso para asegurarse de que el candidato al puesto esté listo o que el líder está realizando adecuadamente su trabajo.
“Una evaluación le brinda al participante una retroalimentación objetiva e imparcial sobre si está listo para desempeñarse en el trabajo. Revisar los resultados con el participante les dice dónde enfocar sus esfuerzos de desarrollo para mejorar”, destaca el especialista.
Si bien es cierto que las evaluaciones ofrecen información sobre los candidatos, lo cierto es que la misma evaluación no funciona igual para todos. Elegir el mejor análisis ayuda a los tomadores de decisiones a comprender si los candidatos realmente pueden hacer el trabajo.
- La autoevaluación: brinda un análisis de las propias metas, intereses, habilidades y experiencia. Podría usarse para personalizar un programa de capacitación y comprender mejor las necesidades de los participantes.
- Prueba de liderazgo: es una serie de preguntas diseñadas para recopilar datos sobre el conocimiento, el juicio y/o las preferencias de un líder. Estas pruebas a menudo se usan para evaluar o preseleccionar a un grupo de personas.
- Retroalimentación de 360 grados: brinda retroalimentación de subordinados, colegas y supervisores. También incluye una autoevaluación.
- Entrevista conductual: se centra en las experiencias pasadas al hacer preguntas específicas a los candidatos sobre el desempeño anterior. Los entrevistadores recopilan datos sobre comportamientos, conocimientos, habilidades y capacidades.
- Entrevistas con caso de negocio: ocurre durante una entrevista estructurada con un candidato utilizando un caso de negocios, esto permite determina las fortalezas y las brechas del candidato-.
- Un día en la vida: esta evaluación lleva a la persona a un puesto en una empresa ficticia durante un día. La experiencia incluye ejercicios como análisis y toma de decisiones, coaching de liderazgo y asociación.
- Pruebas de personalidad: estas llevan al líder a que responda una serie de declaraciones relacionadas con su estilo y preferencias, el objetivo es analizar sus reacciones inmediatas a las preguntas para obtener una imagen precisa de sus características, motivaciones y tendencias naturales.
- Retroalimentación continua: gerentes, colegas y miembros del equipo brindan información frecuente sobre su desempeño.
Evaluar a los líderes puede ayudar a la compañía a tener mejores resultados y generar un mejor ambiente laboral. También permite desarrollar a los colaboradores y brindarles las habilidades necesarias para continuar con su crecimiento.