Ahora leyendo
Lo que dicen en mi pueblo sobre el coronavirus

Lo que dicen en mi pueblo sobre el coronavirus

Avatar

En medio de la pandemia de COVID-19, aún existen miles de personas que no creen en esta contingencia sanitaria y siguen haciendo caso omiso de las medidas dictadas por las autoridades, arriesgando a muchas otras que tienen que salir por necesidad, por eso hoy El Diario de Finanzas quiere contarte algunos testimonios que avalan la incredulidad de los ciudadanos ante este virus.

De acuerdo con los datos recabados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), los casos de contagios en todo el mundo por coronavirus superan los 3.7 millones y las muertes ascienden a casi 270 mil hasta el día de hoy.

Por su parte, la Secretaría de Salud informó que en México hay 7 mil 800 infectados y 2 mil 961 fallecidos por el virus.

A pesar de que estas cifras son alarmantes, muchas personas se niegan a creer en la existencia de la pandemia por supuesta falta de pruebas, por lo que se rehúsan a truncar su rutina laboral y continúan saliendo a la calle a conseguir el pan de cada día.

Microfinanzas

Debido a esta razón, es muy importante que las autoridades de cada país muestren un poco más de sensibilidad en cuanto a los datos públicos y den las cifras exactas sobre cada ámbito de la pandemia.

Cuenta la leyenda

A pesar de todas las cifras alarmantes que manejan las autoridades sanitarias y organizaciones mundiales, existen varios que siguen sin creer en este virus y son más de los que imaginamos y para muestra basta un botón, pues uno de los taxistas que me trasladó en estos días a Walmart me dijo que él no cree en la pandemia porque se cuestiona ‘¿dónde entierran a tantos muertos?’. Además, no conoce a nadie cercano que se haya enfermado de COVID-19, pero sí reconoció que esta situación provocó una crisis económica, lo que se reflejó en su cobro por el servicio, que fue de 100 pesos por llevarme seis calles.

Un reconocido armero de Puebla, quien prefirió mantener el anonimato, no ha cesado sus actividades por la pandemia y ha tenido que salir para entregar o recoger encargos de sus clientes a varios pueblitos circundantes de la capital.

Estados Unidos tendrá oficina en México para el combate al tráfico ...

El tema siempre es el mismo cuando visita a los interesados en sus servicios: el coronavirus, pero la mayoría de sus clientes piensa lo mismo sobre la pandemia, que ‘no existe’, como una vez que viajó con el señor Elías, de 70 años, quien trabaja en la central Taxi Plus de Puebla. Él le explicó que el virus era ‘una estrategia de control del Gobierno y que morirse o no dependía de Dios’; además, cuestionó el hecho de que las autoridades solo se enfocaran en esta enfermedad y no en las muertes causadas por otras más importantes, como la diabetes, que ‘deja muchos más muertos que el coronavirus’.

En otra ocasión, cuando mi fuente anónima fue a visitar a don Fernando Ramírez, de 51 años, quien trabaja como minero en una cantera de mármol, y a su esposa Roberta de Ramírez (ama de casa de 50 años) en Santo Tomás Chautla, le contaron que ellos tampoco creían en la enfermedad porque un sobrino que radica en Chicago, Estados Unidos, les dijo que se enfermó de gripa por el cambio estacional y al ir al hospital fue sobornado por médicos para que declarara que tenía coronavirus a cambio de 3 mil 500 dólares.

En este pueblito, ubicado en la zona centro-oeste de Puebla y en los límites con Cuautinchán, vive también el señor Leobardo García, de 61 años, quien se dedica al comercio de ropa de camuflaje, y doña Tere, de 39 años, esposa de Leobardo.

Fotos: Los 20 pueblos más bonitos de México | El Viajero | EL PAÍS

Esta pareja también se niega a creer en la pandemia de COVID-19 y dice que ‘es un invento como el chupacabras’, según las palabras de don Leobardo:

“Hasta que el Gobierno no llegue con dinero a mi casa, no voy a dejar de salir a trabajar porque si no, no como”.

Por su parte, doña Roberta dijo que su sobrina le había mostrado un video en el que un funcionario, no recordaba si era Marcelo Ebrard, menospreció el brote del virus:

“Me enseñaron un video en el que este político decía que hay más muertos por influencia (influenza) que por COVID-19”.

Las cifras de contagios en Puebla por COVID-19 se elevaron a 962, según El Universal, mientras que hay 124 decesos por el virus. No se encontraron datos específicos de la pandemia sobre el municipio de Santo Tomás Chiautla.

El armero frecuenta a Luis Herrerías, quien vive en Zacatelco, Tlaxcala, se dedica a la venta de ganado y tiene una carnicería, donde le ayuda su hijo de 21 años que se llama como su padre.

Este joven le comentó a la fuente anónima que un conocido de Tlaxco, Tlaxcala, le reveló que autoridades del sector sanitario del municipio le ofrecieron dinero (80 mil pesos) por mentir sobre la COVID-19: decir que estaba contagiado y quedarse con su familia en su casa durante la cuarentena, pero al final de cuentas no aceptó y regresó el dinero.

Sin embargo, no es la única historia que se sabe el joven Luis, pues también contó que un conocido originario de Nativitas dijo que un familiar con cáncer en el hígado ingresó al hospital hace unas semanas porque comenzó a sentirse mal durante la madrugada y al día siguiente los doctores les avisaron que se había muerto por COVID-19, por lo que no pudieron ver el cuerpo y solo les entregaron las cenizas y el acta de defunción que, efectivamente, confirmaba el diagnóstico médico.

Asimismo, el joven Luis le explicó a nuestra fuente anónima que uno de sus tíos lejanos que vive en Exquitla, Tlaxcala, estaba enfermo del pulmón y al internarse en una clínica, murió porque se contagió de coronavirus y ‘pusieron a toda la familia en cuarentena y todavía siguen sin poder salir’.

Todas estas historias han influido en la mentalidad del joven Luis, quien se encuentra muy confundido sobre este virus y no sabe si creer o no en lo peligroso que es.

En el barrio de Exquitla, Zacatelco, Tlaxaca, el armero visitó al profesor Evaristo Díaz, hombre jubilado de 75 años, quien sí ‘cree’ en la COVID-19 porque antes de que iniciara la pandemia tuvo síntomas de gripa que ‘pudo ser coronavirus’, pero se recuperó:

“Hay que tomar las medidas; cero abrazos, sana distancia, cubrebocas y cuidarnos unos a otros”.

No hay un conteo exacto sobre las personas contagiadas de COVID-19 sin síntomas, pero el British Medical Journal informó recientemente en un estudio que al menos en China cuatro de cada cinco casos son pacientes asintomáticos, pues hasta ahora se sabe que esta nación cuenta con 81 mil pacientes positivos pero sin signos de la enfermedad.

De hecho, investigadores del Harvard Global Health Institute concluyeron que para frenar la expansión de la pandemia en Estados Unidos, un país que cuenta con un tercio del total de infectados, deberían hacer 900 mil pruebas diarias de COVID-19 y no 250 mil como han venido haciendo hasta ahora.

El portal Verificovid reveló que Tlaxcala cuenta con 304 personas contagiadas y 30 muertos por la COVID-19, de una población total de 1 millón 272 mil habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El portal de Gobierno informó mediante un tablero de contagios que el municipio de Zacatelco tiene 20 casos; Tlaxco, 9; Nativitas, 6; Tenancingo, 3, y Tzicatlacoyan no tiene infectados.

El armero poblano que platicó con El Diario de Finanzas tuvo contacto recientemente con el señor Arnulfo, de 60 años, quien se dedica al cultivo del maguey en San Miguel Acuexcomac, Tzicatlacoyan, Puebla, y señaló que no cree en el coronavirus. Para él, debido a la ‘supuesta’ pandemia, nadie sale de su casa y eso provoca desempleo:

See Also

LEAD GRAB | LEADGRAB | Lead Generation

“Son chingaderas del Gobierno”.

La fuente anónima también habló de otros de sus clientes en Puebla: Ignacio y Margarito Avendaño, de 65 y 70 años ,respectivamente. Estos hermanos tienen un establecimiento de compraventa de autos seminuevos en la zona de Guadalupe, Victoria, y defendieron su postura de seguir saliendo a la calle porque no existe el coronavirus.

De hecho, el mayor de ellos, don Margarito, comentó que se había enfermado gravemente hace cuatro semanas:

“El coronavirus vale madres; tuve fiebre de 40 grados, tos, flujo nasal y cuatro inyecciones no me hicieron nada hasta que se me fue pasando poco a poco y ya ves, estoy enterito. Yo digo que esto del virus sirve para distraer la atención porque algo está pasando en el mundo”.

En el centro de Puebla, el tornero Rafael Cortés, de 50 años, originario de Pueblo Nuevo, quien trabaja en la colonia San Miguelito, le dijo que la pandemia lo ayudó a tener más trabajo porque la gente posiblemente busca ser más productiva y hasta hizo un presupuesto para crear una máquina de cubrebocas:

“Tengo más chamba, antes hacía dos o tres trabajos por semana y ahora hago dos o tres por día, pero la verdad que me he sentido muy cansado, apenas el fin de semana que pasó tuve síntomas como de gripa y no trabajé” [sic].

El anticuario Agustín Méndez, de 55 años, quien tiene su tienda en el Barrio de Los Sapos, apoya la teoría de que el coronavirus es un invento del Gobierno:

“Yo sigo saliendo sin cubrebocas a la calle y hasta saco a pasear a mi perro”.

Por otra parte, el herrero Noé Reyes, de 53 años, quien tiene su taller en la colonia Santa María, le marcó a mi fuente anónima hace dos semanas para advertirle que había un fuerte brote de COVID-19 en Tenancingo, Tlaxcala.

El Diario de Finanzas también tuvo la oportunidad de hablar con un vendedor de raspados y una empacadora voluntaria de la tercera edad, quienes tampoco creen en el virus porque no conocen a nadie cercano que se haya contagiado.

Las autoridades sanitarias tienen que informar más sobre cuántos pacientes asintomáticos tiene México o cuántos de los contagiados de COVID-19 con diabetes, hipertensión u obesidad sobrevivieron al virus y cuántos no. Todo esto con el fin de que los mexicanos tomen más conciencia sobre el peligro del coronavirus y comprendan los riesgos o consecuencias de todas las decisiones gubernamentales.

Después de todos estos testimonios, podemos percatarnos de lo trascendental que es la apertura y exactitud de datos que deben proporcionar las autoridades sanitarias sobre este tipo de emergencias sanitarias, pues podrían incrementar la conciencia del peligro de un virus como el que provoca la COVID-19. Estar informados es un derecho humano.

Si queremos hacer que las personas entiendan el riesgo de la pandemia, tenemos que mejorar nuestra cultura informativa para que promueva el acceso y la transparencia en los datos.

Portada e interiores: Archivo Cuartoscuro