Brecha salarial: mujeres tienen acceso limitado a los salarios más altos

En pleno 2020 la brecha salarial en México continúa siendo una asignatura pendiente en el ámbito de la equidad de género, pues no solo a las mujeres les pagan menos por cumplir las mismas funciones que los hombres, sino que también tienen acceso limitado a los puestos en los que se ofrecen los mayores salarios y las mejores oportunidades de crecimiento personal.

De acuerdo con los datos que proporciona la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), misma que recoge datos sobre el último trimestre de 2019, es decir, de octubre a diciembre, de las personas que ganaban más de cinco salarios mínimos únicamente el 27 por ciento pertenecía al género femenino, o dicho en otras palabras poco más de una cuarta parte.

Todo lo contrario para las personas que ganan un salario mínimo, ya que en ese rubro las mujeres concentran el 53 por ciento, es decir, que pocas son las empresas que permiten el crecimiento salarial de las mujeres en México, ya que la mayoría de los altos cargos estarían ‘diseñados’ para que los ocupen los varones.

Diferentes actividades, diferentes resultados para las mujeres que trabajan en México

Lo anterior se demuestra con los otros datos que presenta la misma ENOE, pues según la información las mujeres tienen poca participación en las actividades primarias; no obstante, los puestos para el sexo femenino van aumentando conforme se avanza tanto a las actividades secundarias como a las terciarias.

En las actividades terciarias, las cuales involucran el comercio, servicios y turismo, la participación de las mujeres llega a 64 por ciento, es decir, incluso es mayor a la de los hombres; no obstante los sueldos suelen ser sumamente pequeños. En tanto, en las actividades secundarias, en donde se incluyan plazas en el sector restaurantero, los puestos para las mujeres llegan a ser del 59 por ciento.

Sin embargo, todo cambia cuando hablamos de las actividades primarias, pues es aquí en donde se ve un contraste rotundo, ya que la participación de las mujeres se ve minimizada al doce por ciento. De igual forma, en la industria extractiva y eléctrica, las mujeres apenas alcanzan el dieciséis por ciento de participación.