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Ana Sánchez nos cuenta cómo inició La Canastería con 200 pesos

Ana Sánchez nos cuenta cómo inició La Canastería con 200 pesos

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Ana Sánchez me recibe en su cochera con una sonrisa y asegura que ‘le parezco conocida’. El jardín donde Ana me va a platicar cómo empezó La Canasteria parece un edén y entre caladas, nostalgia y un escenario verde lleno de vida, la dueña de este exitoso negocio de regalos comienza la historia.

Ana se remonta a su infancia, cuando por azares del destino terminó acompañando a una clase de mercadotecnia a su mamá, decano del departamento de Negocios Internacionales de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP). Ella recuerda perfectamente ese día en el que, con menos de doce años, se interesó en el proyecto que presentaron los universitarios, el cual consistía en crear un perfume.

El espíritu emprendedor nunca abandonó a esta joven, quien en prepa decidió meterse a un programa suizo de marketing internacional en el que se pueden meter materias de nivel universitario y eso te ayuda a graduarte más rápido de la carrera que elijas.

Después de graduarse en Negocios Internacionales con especialidad en Marketing en la UDLAP, Ana Sánchez trabajó en la Cámara de Comercio Española y posteriormente en un proyecto llamado ‘México está de moda’ que buscaba crear un puente entre diseñadores mexicanos y españoles.

Sin embargo, Ana no se sentía satisfecha y pensaba que ‘ese no era su mundo’, pues a ella le gustaba el arte y el lado creativo del marketing, no tanto el administrativo ni diplomático, así que en febrero de 2011 luego de tomar un curso de fotografía y visitar el mercado de artesanías de Cholula que la inspiró muchísimo, puso en marcha un proyecto que le rondaba por la mente: La Canastería.

A pesar de que Ana contaba con el apoyo de sus padres, ella decidió a sus 22 años iniciar su negocio con los únicos 200 pesos que tenía y, como esto no le permitía contratar a un profesional para hacer su página web, tomó cursos gratis de programas especializados en diseño gráfico y descubrió Word Press.

Con el dinero que tenía pudo comprar un huacal, un marco de fotos, velas aromáticas y algún otro detalle para armar su primera canasta y le trató de vender la idea a sus conocidos, quienes eran dueños de distintos negocios y le dieron una oportunidad al darle productos que se fueron acumulando en su stock que de pronto ya tenía un valor de 100 mil pesos. Después de esto, decidió usar el portal Kichink para ofrecer sus canastas.

La imagen puede contener: postre y comida

Ana reveló que un emprendedor debe seguir sus corazonadas:

“Yo siempre he sido mucho de hacerle caso a lo que siento… Cuando ves en restrospectiva dices ‘Caray, cómo decisiones que en ese momento parecen tan bobas, se van conectando una con otra”.

La Canastería tiene regalos para eventos y celebraciones especiales . Ana ha trabajado para empresas importantes, como Coca-Cola, Ferrero Rocher, Prisa, Chedraui, entre otras.

Sus principales clientes se encuentran en la Ciudad de México, seguidos de Guadalajara, Monterrey, Texas, Miami, Cancún y al último Puebla porque el mercado que más la demanda es el empresarial.

Ana Sánchez se levanta, toma cafecito y se echa su primer cigarrito del día, luego procede a checar la infinidad de mails que llegaron a su bandeja de entrada y trata de atender todas las solicitudes de pedidos. Cuando no recibe correos, puedes encontrarla llenando el stock de su bodega.

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Ana nos contó que trata de darle trabajo a poblanos como ella y contrata durante tres meses a diez empleados, quienes junto con su jefa de taller, arman las canastas durante la temporada previa a Navidad, que es la más fuerte para La Canastería.

Ana casi nunca se enfoca en la parte productiva de su negocio, ella puede pasar hasta tres días enteros frente a la computadora, tratando de innovar los productos que ofrece o generando contenido que atraiga más clientes.

La imagen puede contener: 1 persona, comida

Ana reveló que Kichink le quedó corto, pues al año su negocio empezó a crecer tanto que no tuvo otra opción más que emigrar y abrir una cuenta en Fedex y una página de internet, lo que aproximadamente le costó 50 mil pesos.

Después de que el sol se esconda tras las ramas de un árbol porque está a punto de meterse, la exalumna de la UDLAP exclamó con mucha seguridad:

“La Canastería es la pionera en este concepto”.

Michi, el gato de Ana, camina libremente entre las macetas del jardín, mientras la empresaria nos cuenta que nunca le convenció depender de un jefe; ella prefiere la libertad:

“La sensación de libertad me inspiró a no trabajar para nadie”.

A Ana puedes encontrarla llenándose de inspiración no solo frente a una computadora, sino también en museos y lugares artísticos o al menos llenos de colores, como mercados. También trata de actualizarse sobre las tendencias y escuchar a sus clientes para así mejorar su producto .

Ana nos explicó que La Canastería se rige bajo cuatro principios: estética, calidad, folclore y la originalidad, así que cada temporada renueva su inventario.

Sus productos estrella son los regalos corporativos que las empresas dan a sus empleados en fechas importantes. 

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¿Qué regalo merece Carlos Slim? Bueno pues, sin duda alguna, Ana Sánchez sabe que sus allegados consideraron digno y sorprendente darle una canasta de su negocio, lo que hizo que después la contactara la asistente de Grupo Carso para hacerle un pedido más grande.

Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas y ha tenido que enfrentar en dos ocasiones problemas, pues hace un tiempo una empresa farmacéutica a nivel internacional le hizo un gran pedido a La Canastería para el Día del Doctor, pero desgraciadamente asaltaron el camión de Fedex y, aunque encontraron los productos, se quedaron un rato en la Fiscalía mientras se arreglaba el asunto, por lo que no llegaron a tiempo y Ana asumió la responsabilidad y le devolvió el dinero a este cliente. La buena noticia es que los productos se pudieron vender posteriormente

En otra ocasión, le pagaron con un cheque robado y como la compra fue antes del fin de semana, no se dio cuenta hasta el lunes que fue a cobrarlo y en aquella ocasión no pudo recuperar nada.

Asimismo, Ana explicó que constantemente se enfrenta a limitaciones de tiempo o costo porque si fuera por ella, personalizaría los pedidos de cada uno de sus clientes, pero no se puede.

“La canastería busca transmitir esencias y elegancia, así como posicionarse en el mundo empresarial, conocer buenos proveedores y catapultar a otros negocios”.

Así que si no sabes qué regalarle a tu mamá este 10 de mayo, no dudes en visitar la página de La Canastería para darle un detalle muy coqueto y apoyar la economía local.

Platicar con Ana nos dejó la siguiente lección: no importa quién seas ni de dónde vengas, siempre se puede innovar. Solo necesitas ganas y muchos huevos para pararte en el mercado y decir ‘abran paso que ahí les voy’.

¿Y tú ya empezaste a pensar en grande?

Fotos: cortesía Ana Sánchez.