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Un trato igual con cifras diferentes

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un trato igual con cifras diferentes

Durante cinco meses, Raúl Zurutuza, director del Abierto Mexicano de Tenis llamó frecuentemente al agente Albert Molina, para negociar el regreso de Carlos Alcaraz a México. Las condiciones económicas cambiaron por completo en poco tiempo. En mayo de este año el joven tenista pasó del noveno sitio del ranking ATP al sexto y el 12 de septiembre, se convirtió en el mejor tenista del mundo.

La negociación para confirmar hoy, a tres tenistas Top 10 como Carlos Alcaraz (1), Casper Ruud (2) y Stefanos Tsitsipas (6) pareciera difícil, pero una de las grandes cualidades del torneo de Acapulco es que lleva buena relación con los agentes, y en el caso de Albert Molina, la comunicación se remonta desde que representaba a David Ferrer, cuatro veces campeón del Abierto.

“En febrero del 2021, me tomé un café con Albert y habló de un prospecto que se llama Carlos Alcaraz, para considerar un willd card y en julio del 2022, me dijo: ‘Raúl hemos cambiado un poco, mis cifras son diferentes’, pero el trato, las conversaciones son iguales, lo que cambian son las cantidades, las condiciones monetarias. Supe de Carlos a través de Albert y el ruido sobre el tenista desde hace como tres años. Aquí el tema es tener buena relación con los agentes que es la puerta de mi trabajo, en la medida que te lleves bien con ellos, hay acuerdos”, explica el director del Abierto Mexicano de Tenis a El Economista.

Alcaraz recibió el wild card este año, abandonó la competencia y ahora ingresa pago de garantía, primas. El español de 19 años ha ganado (hasta este momento) cinco títulos, entre ellos, dos Masters 1000 y el Grand Slam de Nueva York. Sin revelar la cifra de la garantía por el número uno del ranking, Zurutuza estima que por un jugador que no ‘vende boletos’ pero que es Top 10, se puede pagar hasta 50, 000 dólares.

“Se paga un fee para que el jugador venga. Eso hace muchos años en la ATP era como un tabú, pero hoy, hay garantías para muchos jugadores. Es una negociación entre el agente y el torneo, y siempre se encuentra un término medio en el que el ambos están contentos. Siempre hay un punto de partida y el agente siempre pide más”.

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