Efectivo o tarjeta, ¿cómo conviene pagar y por qué?
Al realizar una compra las tiendas ofrecen tres opciones de pago: con tarjeta de débito, crédito y efectivo. Aunque actualmente ya existe la modalidad de cryptomonedas o transferencias, el usuario promedio cuenta únicamente las primeras tres.
Quien haya pasado por una mala experiencia con una deuda bancaria probablemente opine que lo más seguro es tener el dinero físicamente para no gastar más de lo necesario.
En contraste, alguien podría sugerir que el efectivo implica un riesgo, pues en caso de pérdida o robo no hay una medida segura para recuperarlo, además de que es más difícil controlar las finanzas.
De acuerdo con los expertos, salvo específicas circunstancias, casi en cualquier situación es mejor utilizar la tarjeta de crédito para pagar; por ejemplo:
- En las compras por internet protege la transacción y los datos personales.
- Si la suma a saldar es considerablemente alta, para tener un seguro o garantía.
- Si la tarjeta de crédito ofrece beneficios para cierta tienda o remuneraciones por gastar cierta cantidad de dinero al mes.
- Para aumentar la línea de crédito.
- Si no se tiene efectivo o dinero en la cuenta de débito al momento de la compra.
En contraste, se debe evitar usar la tarjeta de crédito cuando haya riesgo de sobrecargarla; además, se debe tomar en cuenta que las tiendas o negocios pequeños cuentan con tarifas bancarias, que deben ser cubiertas por el dueño, por lo que pueden aumentar los precios de los productos.
La tarjeta de débito es la segunda mejor opción para pagar, principalmente para mantener un registro bancario de los gastos y detectar movimientos no autorizados.
También puede ayudar en casos en que el precio es muy alto para pagar en efectivo y se puede usar si hay riesgo de sobregirar la de crédito, lo que se debe evitar para no afectar el historial crediticio.
Además, son la mejor opción para pagar en tiendas pequeñas o negocios familiares, ya que se evitan los cargos bancarios de las tarjetas de crédito o el descontrol de manejar efectivo, por lo que este último debe ser la última opción.
Aunque muchos consideran que el efectivo es mejor para llevar un control de los gastos, esto no es del todo cierto.
Al hacerlo con tarjetas es más sencillo, pues actualmente hay un gran número de apps que sirven para ello; incluso, algunas se enlazan a las cuentas bancarias, hacen un reporte de los gastos y permiten detectar las fugas de dinero.
El débito o crédito también ayuda a tener un mejor registro de las compras y un seguro en caso de una aclaración o robo de identidad.
Con información de Noticias Ya y El Financiero
Foto: Pixabay, Tu Economía y Plumas Atómicas