7 amigas compran la casa de sus sueños para jubilarse y morir juntas
En 2008, a un grupo de amigas, bromeando entre ellas, se les ocurrió la idea de comprar la casa de sus sueños y retirarse a vivir en ella para jubilarse, envejecer y morir juntas.
Una de ellas sugirió que podrían esperar a cumplir los 60 años para iniciar la compra de la casa, pero las demás dijeron que sería mejor hacerlo lo más pronto posible.
Estas mujeres tienen más de 20 años siendo mejores amigas, por ello la disparatada idea no les pareció tan radical a fin de cuentas. Ninguna quería envejecer y jubilarse con hijos y la idea de vivir en un asilo rodeadas de gente desconocida tampoco les atraía demasiado.
La vida es muy corta como para no soñar con una vejez digna, después de años y años de trabajo llega la jubilación, ¿y luego qué?.
Estas siete amigas visualizaron sus últimas décadas en completa paz, independientes y con un exquisito trago de vino al atardecer. Eso sí, pláticas infinitas y recuerdos de lo que han vivido los últimos 20 años.
“Nos conocemos desde hace más de 20 años. Éramos colegas, y a veces estamos incluso más cerca que los hermanos”.
Pronto encontraron una casa de ladrillo en un pueblo cercano a la ciudad de Guangzhou, China, y la compraron por 4 millones de yuanes, aproximadamente 8 millones de pesos.
No era la mansión con la que soñaban, pero pensaron que podrían invertir un poco más de dinero para modificarla y que al final quedara justo como cada una de ellas se la imaginaba.
Afortunadamente, las siete amigas tienen gustos muy parecidos así que no tuvieron problemas con la decoración de la casa, que en su mayoría está pintada de blanco y tiene grandes vitrales con vista a los campos de arroz.
“Hemos empezado a bromear con que cada una de nosotras debe aprender una habilidad nueva ahora para no pelearnos demasiado en el futuro, por ejemplo, una puede aprender a cocinar platillos increíbles, otra estudiar medicina tradicional china, alguna podría tocar un instrumento y otra plantar un huerto”.
La primera planta de la casa está destinada a un área social, donde comparten el día a día; tienen un amplio comedor, ya que las comidas son verdaderos rituales.
Las habitaciones, que están en el segundo piso, son individuales, con el fin de que cada una tenga su propio espacio.
En medio del campo de arroz, se puede ver un hermoso quiosco de té y todo el bambú que se extiende sobre el campo produce un efecto de tranquilidad y armonía; sin embargo, la terapia que produce su ruido al pisarlo es lo más relajante.
También tienen una linda alberca.
Aquí puedes ver más detalles de este mágico lugar:
Con información de Excélsior, Televisa News y El País
Foto: YouTube