¿Cómo ahorrar y sobrevivir a una mudanza?
Si abriste este artículo, probablemente eres de los desafortunados que no tiene un patrimonio propio aún y de seguro conoces los problemas que representa hacerla de nómada de vez en cuando porque ya te subieron la renta, te abandonaron tus roomies o encontraste un lugar más adecuado y barato.
La verdad que un cambio de casa no es tan simple como recibir las llaves y dirigir a los cargadores que llevan tus muebles, y menos en medio de una pandemia, más bien es algo que no le desearía ni a mi peor enemigo porque no solo significa una pérdida de dinero, sino también es una inversión de tiempo, a pesar de que no tengas tantos muebles.
Haciendo cuentas, la mudanza te sale de 900 a mil 100 pesos si le guiñas el ojito al mudancero (bromis) porque hay algunos ‘que se mandan’ y pueden cobrarte más de 2 mil pesos porque su transporte es más grande o porque ya tienen tiempo en el negocio. Además, este no será el único gasto, pues también tienes que pagar el mes de renta, uno de depósito y conseguir a un aval o contratar una aseguradora que quede ante el arrendatario por ti a través de una póliza que cuesta 4 mil pesos.
Lo que sí te recomiendo es que busques a alguien de confianza, pues nadie quiere perder el poco patrimonio que tiene, que los muebles lleguen dañados por la poca experiencia de los cargadores o que ni siquiera lleven cubrebocas, y mira que te lo dice una experta en mudanzas, quien se ha tenido que mudar ocho veces en menos de diez años.
Otro de mis consejos es mudarte un fin de semana porque taquetear, clavar, instalar el internet, acomodar de nuevo todas tus cosas y muebles en el nuevo espacio es algo desgastante y que lleva tiempo, así que, ni modo, tendrás que usar tu day off para todo esto.
Asimismo, si no quieres gastar en alguien que te ayude a poner orden, entonces tendrás que hacerla de empleado multifuncional, bueno, la verdad que eso ya es un requisito en todos los trabajos, pero me refiero a que serás plomero, carpintero, pintor, electricista y albañil, así que cómprate una cajita de herramientas y checa un tutorial en YouTube sobre las cosas más básicas que necesitarás, como este:
Dos o tres días antes de comenzar la mudanza debes llamar al servicio de internet para que te lo instalen, pues ‘persona precavida vale por dos’, ya que a veces te agregan a una lista de espera y sé por testimonios de amigos que han esperado hasta una semana al técnico. En mi caso no ha sido así gracias al cielo porque hago home office y el wifi es como mi oxígeno; casi siempre han llegado al día siguiente que pido el cambio de domicilio, pero esto dependerá de la compañía.
Ten a la mano una maleta con una o dos mudas de ropa, toalla, cosas de higiene personal y otras que usas a diario, como maquillaje, tu laptop o aquellos documentos que consideres necesarios para que no pierdas tiempo y te hagas bolas en caso de que no termines el fin de semana y tengas que comenzar tu vida cotidiana.
Si estás en constante movimiento, considera no adquirir bienes innecesarios, solo cuenta con lo básico: tu cama, un sillón, una mesa, unas sillas, un refrigerador, quizá un librero, pero trata de no comprar tantos artículos decorativos que en vez de darle calidez y originalidad a tu hogar lo convierten en un bazar de antigüedades y que, además, harían que te salga más cara la mudanza. También tienes que saber cómo acomodar tus cosas y envolverlas para que no se rompan en el viaje.
Depende de la renta, el depósito, los requirimientos de tu arrendatario, el costo de la mudanza, si contratas a alguien que te ayude a acomodar y al mantenimiento, pero mudarte te estaría saliendo desde 20 mil pesos o más sin contar todos los arreglos que le tienes que hacer a la casa que entregas porque tu anterior arrendatario te pedirá que se la des intacta o al menos con las reparaciones correspondientes.
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