El futuro está en manos de mujeres líderes
Piensa en un líder que admires… ¿lo tienes en la mente?, ¿es hombre o mujer? Tristemente, aunque tu respuesta haya sido una mujer, seguimos encontrándonos con una mayor preferencia por los hombres, sin percatarnos de que también hay excelentes mujeres líderes.
Estos últimos meses hemos visto cómo líderes de todo el mundo observaban los mismos hechos: un enemigo invisible y peligroso, altamente contagioso, impredecible y mortal: COVID-19, que aprobaron con gran éxito las mujeres, a pesar de que representan solo el siete por ciento de los jefes de Estado, y de una u otra forma, este momento histórico nos ofrece una gran oportunidad para poder comprender las consecuencias de las decisiones de liderazgo en una situación de alto riesgo como esta.
Anderson menciona en su artículo para la revista Forbes, cómo la fecha de cierre de lugares está directamente relacionada con las acciones tomadas por los líderes en 2020. De hecho, en palabras de Barrett, una ejecutiva del sector salud, prevé que la cantidad de muertes relacionadas con COVID-19 sea sustancialmente menor en áreas donde los líderes actuaron antes, incluso por una semana, ya que son los que logran aplanar la curva, además de controlar y evitar nuevos casos.
Son países como Alemania, Nueva Zelanda, Islandia y Finlandia, guiados por mujeres líderes, los que entran en esta categoría. En estados como California, que también actuó con relativa rapidez, en este caso la alcaldesa de San Francisco, London Breed, la primera mujer negra en ocupar ese cargo, tomó medidas ante el gobernador de California y el alcalde de Los Ángeles (ambos hombres).
¿Crees que esto podría atribuirse completamente a las habilidades de la gente, es decir, a la capacidad de generar confianza y comunicarse con empatía, por ejemplo? Esta fue la pregunta que se hizo Anderson, por lo que decidió indagar un poco más en temas de liderazgo, comportamiento humano y diferencias de género. Sus hallazgos son muy interesantes:
Las líderes femeninas tienen que ser competentes
¿Recuerdas la pregunta al inicio de este texto? En el caso de los estadounidenses, si piensan en liderazgo, piensan en los hombres, punto. Un estudio reciente pidió tanto a hombres como mujeres que identificaran a un líder que admiraran y el 80 por ciento eligió a un hombre.
Abbie Griffith Oliver, profesora asistente de la Facultad de Negocios J. Mack Robinson de la Universidad Estatal de Georgia, se encargó de investigar cómo las personas responden a las mujeres líderes. Año con año, Griffith repite este experimento en su clase y solo alrededor del cinco por ciento de sus estudiantes, tanto hombres como mujeres, identifica a una mujer líder, quien suele ser la Madre Teresa.
Asimismo, Griffith vio que debido a los prejuicios implícitos que todos hemos desarrollado hoy en día por la profunda falta de mujeres a cargo, las CEO experimentan lo que se llama ‘sexismo benevolente’ todos los días, pues es más probable que en las juntas directivas den consejos a las CEO, ya que los medios de comunicación usan mayormente un lenguaje despectivo para describir sus movimientos de liderazgo, incluso cuando son idénticos a sus homólogos masculinos, por lo que que las mujeres líderes suelen comportarse tanto agresivas como competentes y cálidas.
Las mujeres líderes no sufren de exceso de confianza: buscan aportes y escuchan
Hace varios años, el neoyorquino publicó una caricatura que representa a un hombre y una mujer cenando, y en donde el hombre dice: “Déjame interrumpir tu experiencia con mi confianza”, aunque de hecho los hombres son demasiado confiados, esto crea puntos ciegos en la forma en que lideran:
Por ejemplo, Therese Houston, autora de Cómo deciden las mujeres, explica en un estudio que el 71 por ciento de los hombres piensa que son más inteligentes que el estadounidense promedio, mientras que solamente un 57 por ciento de las mujeres dijo lo mismo. Y no solo eso, sino también existe otro estudio que muestra cómo los hombres expresan fácilmente confianza en su capacidad para sobresalir como líderes, incluso cuando cambian de sector y su currículum no llega a estar alineado con la nueva industria.
En el caso de las mujeres, es más probable que cultiven un conjunto diverso de asesores y una ‘amplia red para ayudarlas a tener éxito’, menciona Bobbi Thomason, profesor asistente de ciencias del comportamiento aplicadas en la Pepperdine Graziadio Business School. Es más probable que las mujeres ‘paguen el mejor precio por un consejo y lo sigan’, dice Griffith.
Sin embargo, hay expertos que sugieren tomar en cuenta que las mujeres no están necesariamente orientadas a otros o que carecen de confianza más que los hombres. Aun así, existen algunas razones que hacen que las líderes femeninas sepan que necesitan más ‘cobertura’ que los hombres.
Las líderes femeninas ocupan un lugar más alto no solo en la orientación a las personas, sino también en la visión
Anderson encontró un estudio de McKinsey en donde se identificaron las características esenciales del liderazgo, y al querer determinar las tendencias de hombres y mujeres en circunstancias normales y en tiempos de crisis, el hallazgo fue que las mujeres están más orientadas a las personas y pasan más tiempo desarrollando y entrenando a otros líderes en su organización.
Por otra parte, Sara Laschever, autora de Ask For It: How Women Can Use the Power of Negotiation, encontró que las mujeres sobresalen cuando negocian en nombre del ‘bienestar general’ o el ‘bien común’. Houston explica en este caso que las mujeres son tan decisivas como los hombres, a pesar de los estereotipos de lo contrario. Las mujeres también obtienen puntajes más altos que los hombres en orientación de tareas y en la resolución de problemas de manera creativa y flexible.
En resumen, las mujeres poseen las cualidades de líderes transformacionales: visión, inspiración, orientación y pensamiento innovador, aunque gran parte de la prensa reciente se ha centrado en las habilidades más suaves de cómo lideran.
Las mujeres líderes ven y manejan el riesgo de manera diferente a sus contrapartes masculinas
Existe un estudio de 1994 que identificó lo que actualmente se conoce como el ‘efecto masculino blanco. Este estudio explica que los hombres blancos perciben los riesgos de salud y tecnología más bajos en comparación con las mujeres y las personas de color.
Ahora bien, hemos visto cómo expertos y periodistas han escrito sobre acciones extremadamente incompetentes en Inglaterra y los Estados Unidos (por no mencionar también a México): países dirigidos por hombres que minimizaron los riesgos del virus hasta que fue demasiado tarde. Esta incapacidad para ver el riesgo también ha tenido consecuencias nefastas en la industria de la tecnología, dirigida en gran medida por hombres blancos, que no pudieron predecir o planificar las infracciones en la ciberseguridad con efectos desastrosos.
Otro estudio que menciona Anderson, se basa en la observación de los niveles de cortisol de hombres y mujeres en respuesta al estrés físico y al responder en distintos escenarios. Los resultados mostraron que los hombres tienen muchas más probabilidades de contraatacar y elegir vías más arriesgadas ante el estrés, mientras que las mujeres tenían menos probabilidades de experimentar grandes cambios. Esto nos muestra cómo ante el riesgo, es más probable que las mujeres tomen decisiones seguras basadas en datos en lugar de tomar riesgos con desventajas grandes e incognoscibles.
Las mujeres se enfrentan al ‘acantilado de cristal y piensan que también podrían ‘saltar’
La ironía final en toda la investigación que Anderson realizó muestra que:
- Es más probable que las mujeres tengan la oportunidad de ser el gran jefe cuando haya una crisis
- Es más probable que se les culpe por la crisis (incluso si comenzó antes que ellas) y que se les critique si hay consecuencias negativas durante una crisis (incluso si esas consecuencias son inevitables)
Esto no le sucede a los hombres y los investigadores llaman a esto el ‘acantilado de cristal’.
Finalmente, otra forma de pensar al respecto de acuerdo con Thomason, es que a las mujeres les está yendo bien durante esta crisis porque negociar con el bien común está alineado con lo que las mujeres hacen socialmente y lo que la gente espera de ellas, según Anderson:
“Pero el hecho es que en casi todos los sectores, incluido el liderazgo de países, ciudades y estados, las mujeres están muy poco representadas y enfrentan enormes obstáculos para liderar. Si COVID-19 nos está enseñando algo, es que debería preocuparnos que no tengamos a mejores líderes dirigiendo situaciones así, ya que las mujeres pueden mostrar una serie de habilidades de liderazgo que no se limitan en absoluto a las cosas de las que hablamos y escuchamos todo el tiempo. Todos los líderes, incluidos los hombres, pueden aprender de lo que hemos visto hacer a las mujeres en esta crisis. Y, cualquiera que esté en condiciones de repensar en esto debería reflexionar un poco […] Pensamos en la diversidad de género como una representación, pero COVID-19 nos muestra que se trata de un liderazgo de alta calidad que salva vidas”.
Referencia:
Anderson, C. (2020, April 19). Why Do Women Make Such Good Leaders During COVID-19.
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