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Hoy es Blue Monday, hablemos de depresión

Hoy es Blue Monday, hablemos de depresión

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Hoy es Blue Monday, hablemos de depresión

La expresión del Blue Monday se puede interpretar como el día más gris o triste del año, se considera que es el tercer lunes del mes de enero y surge en 2005 de una expresión donde Cliff Arnall ,un profesor de la Universidad de Cardiff y experto en motivación, designó una supuesta fórmula matemática para determinar el día más triste. Él se basó en un patrón con varios parámetros o variables que condicionan la felicidad o la tristeza, como el clima, las deudas decembrinas, el dinero que se cobra en estas fechas, el tiempo transcurrido entre los propósitos de año nuevo y que no se han cumplido o la motivación, además de pacientes que acudían a su consulta.

Esta idea fue creada con un fin comercial, al ser solicitado por una agencia de viajes para tratar de saber los mejores días para planificar las vacaciones. Se trata de un concepto que utilizó un método pseudocientífico, que no está validado y no tiene una fórmula clara, objetiva y científica, sin embargo, al hablar del día más triste, se abrió la posibilidad de hablar de depresión.

El doctor Javier de Jesús Alejo Galarza, psiquiatra, especialista en depresión, trastornos de ansiedad y psicoterapia explica que tristeza no es igual a depresión, “todos tenemos días en el que nos podemos sentir no tan de buen ánimo, pero esto es transitorio y pasajero, uno se recupera incluso en horas y volvemos a nuestro nivel normal, pero la depresión es distinta, pues incluso noticias favorables no hacen el cambio”.

La depresión es una enfermedad compleja, crónica y recurrente, que afecta a cerca de 300 millones de personas en todo el mundo y que se acrecentó a raíz de la pandemia, incluso es uno de los síntomas que a muchas personas dejó el Covid. Es un problema de salud pública pues cada año, cerca de 800,000 personas a nivel mundial se quitan la vida por esta causa.

Hoy este padecimiento enfrenta diversas dificultades, además de ser subdiagnosticada y muchas veces mal atendida, está estigmatizada, por lo que menos de la mitad de los afectados en el mundo reciben tratamientos efectivos, mucho menos se profundiza en las variables, una de ellas la depresión resistente al tratamiento (DRT, por su sigla en inglés), que en ocasiones llevan al suicidio.

Comportamiento de la DRT 

Alejo Galarza explica que la depresión que no responde bien al tratamiento desafortunadamente es muy frecuente, aproximadamente una de cada tres personas que tienen un trastorno depresivo mayor llegan a presentar esta condición.

Esto pasa cuando la persona no responde favorablemente a dos o más tratamientos antidepresivos de clases distintas por un tiempo suficiente, que se ha definido por al menos seis semanas, además de que se estén dando en dosis óptimas (las recomendadas para la depresión). “Si pasa este periodo aún con medicamento, entonces estamos hablando de DRT”.

Lo más importante es que para estos casos hoy tenemos opciones, dijo el especialista. Lo primero y más importante es poder identificarlo, ya que puede ser subtratado o con retraso en la atención. “Es importante que las personas que tienen trastorno depresivo mayor acudan a su atención y comiencen un tratamiento, pues se trata de un padecimiento grave, biológico, que dura mucho tiempo y tiene la posibilidad de episodios repetitivos, lo que lo hace crónico, afectando la vida diaria y cuestiones tan comunes como comer, dormir y concentrarse”.

Si no se responde favorablemente en el lapso marcado, el psiquiatra (especialista principal para el abordaje de esta condición compleja) es quien puede buscar una opción integral, que empieza por lo farmacológico y con acompañamiento psicológico o terapéutico.

Agrega que afortunadamente han surgido nuevas moléculas que actúan por mecanismos diferentes de los que tradicionalmente se conocen para la depresión. “Los conocidos como antidepresivos están fundamentados en la teoría monoaminérgica, donde se tiene la hipótesis de que una alteración en la función de la serotonina y la noradrenalina, generan un cuadro de depresión. Por ello la mayoría de los medicamentos que han surgido actúan sobre este tipo de neurotransmisores”.

Sin embargo, dijo que para quienes no responden a esta línea, ahora también existen opciones para un neurotransmisor diferente, por la vía de glutamato, un aminoácido clave para las funciones sensoriales y metabólicas y del cual se ha confirmado efectividad .

La ventaja de estos medicamentos es que tradicionalmente, la respuesta para el medicamento antidepresivo común se tarda de cuatro a seis semanas, es un tiempo para ver la mejoría, por lo que se requiere paciencia; pero este nuevo tratamiento ha descrito mejorías a partir de la primera aplicación. “Esto es bastante interesante y novedoso, porque aparte de que ayuda a la recuperación, lo hace en un tiempo más corto”.

El costo económico de la depresión 

En un artículo publicado por The Lancet psiquiatris se dio a conocer que la depresión cuesta a la economía mundial mil millones de dólares al año. Por cada dólar que un gobierno o sociedad invirtiera en la atención de la depresión, el retorno sería de 400%, es decir, cuatro dólares. Esto es porque al existir una mejora en la salud, se recupera la capacidad de trabajo y actividad de las personas. La conclusión para el especialista es que “Invertir en un tratamiento adecuado, en una mejora de la persona y al final siempre tiene un retorno importante”.

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