La Messimanía conquista la atención en Argentina
El Obelisco, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad de Buenos Aires puede testificar como la ‘manía’, admiración, fe y todo sentimiento similar por un futbolista reúne en su perímetro a miles de aficionados.
No es el único lugar donde se celebró en mares de fans la victoria de Argentina ante Croacia, el partido que le dio a la Albiceleste el boleto a su sexta final de la Copa del Mundo. El futbol se toma en serio en Argentina, con epicentros de júbilo en zonas clave como el Mar de Plata, Córdoba, Parque Centenario, pero el Obelisco, tapizado de imágenes de Lionel Messi, banderas, cerveza, cánticos y demás, es algo que solía provocar el futbol cuando Diego Armando Maradona era la clave para empujar a la Selección, cuando llevó al equipo a su segundo título mundialista en México 1986.
“Los argentinos somos valientes, determinados y llenos de sufrimiento”, le dijo un hincha albiceleste al Financial Times en un club deportivo del barrio de Palermo.
El Mundial ha sido el refugio de los argentinos de una realidad nacional que no pinta nada bien para su economía a largo plazo. Las erróneas decisiones del presidente Alberto Fernández en la gestión financiera, el crecimiento de la inflación al 100% en el año, los incrementos en los índices de pobreza, el endeudamiento gubernamental para mantener programas de subsidios y para colmo, la ex vicepresidencia Cristina Fernández es procesada por corrupción. Aún así, los 46 millones de habitantes argentinos pueden unirse para ver a Messi en el Mundial. ‘La Pulga’ y la Albiceleste son los que tienen ese poder de convocatoria.
La ministra de trabajo, Kelly Olmos, dijo que la lucha contra la inflación podía esperar y que la primera prioridad era “ganar” el campeonato. Después de lo dicho, se disculpó por sus comentarios tras las críticas públicas.
El futbol permea en la política y las protestas sociales se viven día a día en varias ciudades, los medios argentinos tienen la constante en sus destacados y también a la Messimanía, que antes del Mundial fue una corriente de fanaticada que celebraba su llegada al PSG de la liga francesa. La playera con el número 30 en la espalda y el apellido Messi se agotó en tan solo siete minutos de haber sido puesta a la venta en internet. El club parisino informó que más de 150 playeras con un costo promedio de 176 dólares significó una ganancia de 28 millones de dólares.
La misma emoción por tener el jersey con el dorsal 10 de Messi se manifiesta. Otra realidad es que el país sudamericano está en el séptimo lugar entre los que más entradas compraron para la Copa del Mundo, con 61,083 entradas. Las aereolíneas argentinas informaron que vendieron todos los boletos de avión de la capital argentina a Doha que se tenían para el viernes 16 de diciembre. Ante la demanda, las aerolíneas habilitaron viajes especiales.
El próximo domingo, Argentina tendrá a uno de sus más arraigados amores en la final de Qatar 2022.