Ministros se retiran de sesión de Mondiacult en reprimenda contra Rusia
El rechazo generalizado por la invasión rusa en Ucrania y la destrucción en escalada del patrimonio cultural en el país de Europa central fue el tema central (extraoficial) de las tres jornadas de la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre Políticas Culturales y Desarrollo Sostenible – Mondiacult 2022.
Prácticamente no hubo foro en el que ministros o delegados de Cultura no expresaran su condena por el conflicto provocado por el gobierno de Vladimir Putin sobre su país vecino. Este viernes, en el Auditorio Nacional, no fue la excepción.
Después de haberse aprobado en sesión plenaria la declaratoria final de Mondiacult 2022, la presidenta de la conferencia, Alejandra Frausto Guerrero, dio pase a los pronunciamientos solicitados. Varios fueron los delegados que tomaron el micrófono, el primero fue el ministro de Lituania, quien anticipó que hacía su declaración en nombre de 48 países, entre ellos, Australia, Canadá, Ecuador, Guatemala, Islandia, Japón, Mónaco, Nueva Zelanda, Noruega, Suiza, Ucrania, Estados Unidos, Reino Unido y varios de los estados de la Unión Europea, cuyos representantes se pusieron de pie al tiempo que el vocero de Lituania leía su postura.
“Nos hemos reunido esta semana en México para fomentar la cooperación multilateral para fomentar el desarrollo del sector y para la aportación al desarrollo sostenible, así como la promoción de la paz. Mientras sosteníamos estos intercambios, uno de nuestros miembros, Rusia, continuó con su intervención y su guerra injustificada e ilegal sobre Ucrania, violando las leyes internacionales, incluyendo la Carta de las Naciones Unidos y el Mandato de la UNESCO (…) subrayamos la importancia de la cultura para la paz y la seguridad y enfatizamos la necesidad de tener medidas y acciones coordinadas para abordar las amenazas al patrimonio cultural tangible e intangible. Aun así, al 24 de septiembre, UNESCO ha verificado el daño a 193 sitios desde la invasión en escalada de Rusia a Ucrania (…) y las cifras de Ucrania son todavía más altas, su Ministerio de Cultura calcula daños a 545 sitios culturales”.
Acto seguido, el portavoz de Lituania señaló: “no podemos seguir aquí, contemplando cómo un país está intentando borrar la cultura e identidad de otro país. Así que llamamos a Rusia a que se retire de las fronteras reconocidas de Ucrania y exigimos el fin de la agresión en su contra para garantizar la protección del patrimonio cultural mueble e inmueble dañado”.
El viceministro de Cultura de la Federación Rusa, Sergey Obryvalin, solicitó el derecho réplica: “la guerra (con Ucrania) ya lleva ocho años. Ningún país ha hablado de las miles de víctimas y los niños perdidos. Estas declaraciones son inaceptables porque contrarrestan el equilibro en el mundo, el mismo equilibrio que la UNESCO busca preservar”, declaró brevemente al tiempo de que diversos ministros comenzaron a abandonar la sesión como acto simbólico de rechazo generalizado por las acciones de este país.
Venezuela, contra “naciones poderosas”
Más adelante, el ministro de Venezuela, Ernesto Villegas Poljak, declaró:
“Queremos insistir en la necesidad de que UNESCO, en algún momento, así como en 1954 adoptó la convención para la protección y salvaguardia del patrimonio y la diversidad en casos de conflicto armado, también adopte mecanismos para proteger el patrimonio, la diversidad cultural, los derechos culturales de nuestros pueblos, frente a medias coercitivas unilaterales que lamentablemente, bajo el nombre de sanciones, vienen afectando el ejercicio cotidiano de estos derechos tras decisiones de naciones poderosas. No pueden ser los artistas, cultores, creadores, portadores de tradición, los que paguen las consecuencias de decisiones políticas que tienen daños indiscriminados en las sociedades”.
El portavoz venezolano que “esas acciones hostiles” no son declaratorias de guerra convencionales, “pero causan estragos similares como delitos de lesa humanidad. Añadió que en el mundo contemporáneo “ha emergido un poder comunicacional, cultural, hegemónico, por parte de corporaciones, de poderes no electos que influyen de manera decisiva en la formación de la opinión pública y el ánimo de nuestros pueblos. Esos procesos de concentración de poder son enemigos de la diversidad cultural y de los derechos culturales. Detrás de los conflictos armados que pueblan nuestro planeta hay una raíz cultural”.
Retomando un par de días atrás
Durante su participación vía remota en la primera jornada de la cumbre, el ministro de Cultura de Ucrania, Oleksandr Tkachenko, declaró que desde los primeros días del conflicto “quedó claro que esta es una guerra en contra de la cultura. El invasor (Rusia) no reconoce nuestro derecho a existir y no acepta la existencia de nuestra cultura originaria, la ucraniana (…) la invasión en escalada de Rusia amenaza con la destrucción de las instituciones y del patrimonio cultural”.
Asimismo, solicitó la destitución de la Federación Rusa de la presidencia del Comité de Patrimonio Mundial.